FUENTE : https://www.publico.es/politica/juan-carlos-i-entrego-sahara-marruecos-afianzar-llegada-trono.html?
Los documentos históricos desclasificados apuntalan la teoría de que el exmonarca se aseguró el apoyo de EEUU para suceder a Franco a cambio de la entrega de los territorios ocupados al pueblo saharaui.

Siempre que se acerca el aniversario de la muerte de Franco se aproxima también a la memoria colectiva la imagen de la Marcha Verde, aquella marabunta humana y política que Marruecos envió al Sáhara Occidental en noviembre de 1975 y que condicionó el relato de la salida del franquismo, el mapa de la descolonización del norte de África y el derecho del pueblo saharaui a su autodeterminación.
Hace 50 años, el 6 de noviembre de 1975, con Franco agonizando y el futuro de España pendiente del hecho biológico de su previsible fallecimiento, más de 350.000 civiles marroquíes alentados por el Gobierno de Hassan II cruzaron a pie la frontera entre su país y el Sáhara Occidental, en lo que Rabat defendía cono un gesto simbólico de "retorno" a un territorio desértico colonizado por España desde hacía siglos, oficialmente ocupado durante la segunda mitad del siglo XIX y poblado por nómadas saharauis que se negaban a someterse a la autoridad del tirano de Marruecos.
Para ellos, la Marcha Verde acabó suponiendo el fin de sus sueños de libertad y el inicio de una nueva ocupación de hecho sustentada, según se desprende de los archivos secretos de la CIA desclasificados en 2019, en maniobras diplomáticas entre bambalinas destinadas a consolidar la figura Juan Carlos de Borbón, por entonces príncipe regente y Jefe de Estado en funciones por la enfermedad del dictador, a quien se atribuye un acuerdo oculto con Hassan II con la mediación el entonces secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, para permitir la retirada española y la transferencia de control del Sáhara a Rabat.
Autodeterminación del Sáhara
En 1973, a través de su ministros de Exteriores, Laureano López Rodó, Franco había manifestado su compromiso con la autodeterminación del Sáhara, en la que no se había avanzado por las reiteradas amenazas de Marruecos de que invadiría el territorio si España lo abandonaba otorgándole la independencia al pueblo saharaui y el poder al Frente Polisario, su movimiento armado de liberación. En el otoño de 1975, sin embargo, días antes de que Franco fuera ingresado en el hospital en el que acabaría muriendo, Hassan II ya estaba decidido a hacerse por la fuerza con el Sáhara, según los cables que los agentes de la CIA en Rabat enviaban a Washington.
El viernes 3 de octubre de ese año, el entonces director de la Agencia, William Elgan Colby, informó al secretario de Estado de EEUU en estos términos: "El rey Hassan ha decidido invadir el Sáhara Español en las próximas tres semanas. Dicho ataque podría producirse el próximo martes. Con el ejército español aún en el Sáhara, podría desencadenarse un grave conflicto [...] Los combates prolongados y las numerosas bajas españolas podrían provocar una crisis política en Madrid”", señala el memorando enviado a Kissinger.
A Estados Unidos le preocupaba la crisis política en España, pero también que Hassan II, uno de sus mejores aliados en la África francófona, pudiera perder una hipotética guerra contra España o contra el Frente Polisario y, con ella, el poder. Washington también temía que Argelia y Mauritania, con reclamaciones territoriales sobre el Sáhara, pudieran involucrarse en el conflicto, provocando una guerra multilateral de imprevisibles consecuencias.
En cuanto a España, debilitada por la certeza de la muerte próxima de Franco y por la presión interna, no podía sostener una guerra colonial ni una larga ocupación, pero sí necesitaba garantías de que Estados Unidos apoyaría la restauración de la monarquía en la figura de Juan Carlos y de que frenaría cualquier intento de Marruecos de plantear nuevas demandas territoriales, o de que esbozara actitudes demasiado agresivas que pudieran soliviantar a las élites militares españolas y complicar el traspaso de poderes y auctoritas hacia el futuro monarca.
La narrativa del pacto secreto entre Juan Carlos de Borbón, Hassan II y Kissinger sostiene que Marruecos y Estados Unidos facilitaron a España con la Marcha Verde que pudiera simular el abandono del territorio saharaui sin someter a referéndum la independencia, a cambio de permitir la consolidación de Juan Carlos de Borbón como heredero y sucesor de Franco.
El 23 de octubre, otro cable enviado a Kissinger desde la embajada de Estados Unidos en Marruecos lo desvela así, cuando el redactor asegura al responsable del Departamento de Estado que "tres cuartas partes del problema [del Sáhara] quedaron resueltas tras el acuerdo alcanzado [por Hassan II] con Solís". Se trata de José Solís, una de las personalidades que más poder acumuló durante el franquismo y por entonces ministro-secretario general del Movimiento, a quien Juan Carlos, como Jefe de Estado en funciones, había enviado a Rabat dos días antes.
Invasión civil
A finales de ese mes, las tropas españolas se retiraron de sus actuartelamientos en Mahbès, Jdiriya y Haoussa, ubicadas en el oeste de Smara, cerca de la frontera con Marruecos. El 6 de noviembre a las 10:30 de la mañana, centenares de miles de manifestantes marroquíes escoltados por unos 25.000 soldados de la guardia real de Hassan II cortaron las alambradas que delimitaban los pasos fronterizos y se adentraron varios kilómetros en el Sáhara, instalando campamentos en ellos. Al día siguiente, la ONU reprobó el acto, pero sin el apoyo explícito de Estados Unidos y Francia. El día 9, tras la visita del ministro español de la Presidencia, Antonio Carro, a Agadir, Hassan II ordenó la vuelta de los ocupantes.
El 14 de noviembre, España, Marruecos y Mauritania firmaron el Acuerdo de Madrid, por el que el Estado español cedía la administración del territorio a esos dos países, dándose de plazo hasta febrero del año siguiente para que sus tropas abandonaran el Sáhara, cuya soberanía quedaría pendiente de un referéndum que jamás llegó a celebrarse. En marzo de 2022, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, mudó la posición española sobre el Sáhara y respaldó la demanda de soberanía de Marruecos al aceptar su plan de autonomía para la zona como el único posible para resolver el conflicto. El pasado viernes, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una resolución de Estados Unidos sustentando la misma reclamación.
En cuanto a Marruecos, la prensa del país celebró en agosto pasado el anuncio del Gobierno español de que desclasificaría miles de documentos reservados sobre el Sáhara. Según Morocco World News, esa decisión representa "una una oportunidad crucial para revelar verdades históricas. Los documentos confirmarán sin duda lo que España negó públicamente durante décadas hasta su cambio de postura: la innegable soberanía marroquí sobre sus territorios saharianos".
