Atelier de stimulations critiques pour l'hacienda supertemporel

Article épinglé

Affichage des articles dont le libellé est nazis. Afficher tous les articles
Affichage des articles dont le libellé est nazis. Afficher tous les articles

dimanche 26 octobre 2025

Las históricas conexiones entre las élites europeas y el nazismo

 FUENTE : https://observatoriocrisis.com/2025/05/07/las-historicas-conexiones-entre-las-elites-europeas-y-el-nazismo/

El abuelo del nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, formó parte de la  Schutzabteilung, la fuerza paramilitar nazi de las camisas pardas

REVISTA MISIÓN VERDAD

El rastro del Tercer Reich continúa pulcro en Europa. La sangre, el dinero, sus ideas aun palpitan y circulan en el continente que sirvió de cuna al fascismo, cuyo legado recorrió el resto del siglo XX tras la Segunda Guerra Mundial y sigue latente entre las élites gobernantes actuales del bloque europeo. En el marco del 80 aniversario del Día de la Victoria, que conmemora la derrota del nazismo y el fascismo europeo a manos de la Unión Soviética, esta tendencia se torna más que evidente.

Pero se trata de una certeza oculta, adrede, por parte de las mismas élites europeas que la repiten incansablemente como ciclo político, económico y cultural.

Cuando la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin en 1945 se inició un proceso simbólico de «desnazificación» en Alemania y otros países que estuvieron bajo el control nazi. Sin embargo, lo que no se menciona tan frecuentemente es que muchas figuras claves del Tercer Reich lograron evitar el castigo por sus crímenes, y que incluso fueron absorbidas por las nuevas estructuras políticas, militares y económicas surgidas en Europa occidental durante la posguerra.

Hoy, 80 años después, existen indicios preocupantes de cómo ciertos elementos ideológicos, redes personales y dinámicas de poder asociadas con el nazismo continúan influyendo en los círculos de poder europeos.

DE BERLÍN A BRUSELAS: RATLINES Y LA INTEGRACIÓN DE CRIMINALES NAZIS

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial miles de criminales de guerra nazis escaparon de la justicia gracias a las llamadas Ratlines («rutas de rata»), vías secretas organizadas principalmente por sectores del Vaticano, servicios de inteligencia occidentales —incluidos los estadounidenses— y redes de la ultraderecha europea.

Las Ratlines permitieron que altos funcionarios nazis, entre ellos miembros de las SS y gestores de los campos de concentración, huyeran hacia las Américas y otros continentes.

Pero no todos escaparon. Muchos permanecieron en Europa y, lejos de ser perseguidos, fueron reclutados por las potencias occidentales para colaborar en la Guerra Fría contra la Unión Soviética.

La OTAN, fundada en 1949, incorporó a antiguos oficiales de alto rango del ejército alemán (Wehrmacht) e, incluso, a miembros de las SS como Reinhard Gehlen, quien dirigió una red de espionaje alemán contra la Unión Soviética, posteriormente absorbida por Estados Unidos.

Un estudio titulado Nazism, NATO and West-European Integration – Correlation revela cómo exoficiales alemanes fueron reinsertados en puestos neurálgicos dentro de la estructura atlantista. Asimismo, historiadores han documentado casos como el del general Hans Speidel, jefe del Comando Supremo Aliado en Europa (Saceur), quien combatió junto a Erwin Rommel en África y fue rehabilitado por las potencias occidentales.

Esta integración operativa y simbólica marcó el comienzo de una normalización tácita del pasado nazi dentro de las instituciones europeas, con el principal respaldo de Estados Unidos, autodeclarado victorioso de la Segunda Guerra Mundial.

EL CAPITAL DE AYER Y HOY FINANCIÓ AL FÜHRER

Una de las páginas menos conocidas de la historia del nazismo es su estrecha relación con la élite empresarial alemana. Durante los años 1930 grandes conglomerados industriales como Krupp, Thyssen, IG Farben y Siemens no solo financiaron la llegada de Hitler al poder sino que también se beneficiaron enormemente del régimen nazi explotando mano de obra esclava en campos de concentración y lucrándose con la producción del complejo industrial-militar.

Como señala el artículo de Jacobin titulado «Nazi Billionaires: Capitalism Under Hitler«, estas empresas no solo sobrevivieron a la derrota del Reich sino que se convirtieron en pilares del «milagro económico» alemán de la posguerra.

Más aun: esta continuidad económica y política ayudó a moldear el desarrollo del capitalismo europeo contemporáneo estableciendo un modelo profundamente entrelazado con intereses corporativos que ya habían colaborado con el nazismo.

La élite económica alemana actual es directa heredera de los capitalistas colaboradores de los nazis, y algunos de ellos fueron parte de la nomenclatura gubernamental del Tercer Reich.

URSULA VON DER LEYEN, FRIEDRICH MERZ Y LOS FANTASMAS DEL PASADO

Un caso emblemático que ilustra esta persistencia del legado nazi en el establishment actual es el de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea al día de hoy.

Su padre, Ernst Albrecht, estuvo íntimamente vinculado con la administración nazi trabajando en la ocupación de Holanda —actualmente Países Bajos—. A pesar de este oscuro pasado, él no solo logró reinventarse políticamente sino que llegó a ser presidente regional del estado federado de Baja Sajonia, funcionario de la Unión Europea y mentor de Angela Merkel.

Según investigaciones periodísticas, Albrecht no solo evitó cargos por crímenes de guerra sino que recibió el perdón oficial por parte de las autoridades británicas debido a sus supuestas «contribuciones a la reconstrucción europea».

Este ejemplo muestra cómo individuos vinculados con el nazismo pudieron reintegrarse al sistema liberal europeo sin rendir cuentas públicas por su pasado, y contribuyeron a la formación de generaciones posteriores de líderes europeos.

Además, varios documentos históricos indican que el susodicho fue directa e indirectamente responsable de la masacre contra civiles holandeses y participó en decisiones que condujeron a ejecuciones sumarias.

El escritor y editor alemán Peter Kuras, en una nota publicada en 2021en Foreign Policy, escribió tajantemente:

«El árbol genealógico de von der Leyen traza un legado de poder y brutalidad que incorpora no solo a algunos de los nazis más importantes de Alemania sino también a algunos de los mayores traficantes de esclavos de Gran Bretaña y, a través del matrimonio, a algunos de los mayores propietarios de esclavos de Estados Unidos.

Von der Leyen desciende directamente de James Madison, quien poseía más de 200 esclavos cuando estalló la Guerra Civil.

Podría parecer mezquino condenar a alguien por su ascendencia: los pecados del padre, después de todo, no recaerán sobre el hijo o, en este caso, sobre la hija. Pero la propia von der Leyen ha invocado a estos antepasados sin pedir disculpas, sin pensarlo dos veces».

Pero hay más: el nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, cuenta con un antepasado directo que formaba parte del Partido Nazi: su abuelo, Josef Paul Sauvigny, se unió a la Schutzabteilung, la fuerza paramilitar nazi de camisas pardas, en julio de 1933, apenas seis meses después de que Hitler se convirtiera en canciller. También fue alcalde de Brilon durante el Tercer Reich, cuando mandó a rebautizar una arteria central de la ciudad con el nombre de Adolf-Hitler-Strasse.

¿Qué implicaciones tiene esto sobre la legitimidad moral de las instituciones actuales? Al parecer ninguna, con la conciencia europea tranquila, incluso apoyando a regímenes con una abierta filiación al nazismo y/o sus ideas prácticas.

EL NUEVO ORDEN DE HITLER Y EL PROYECTO DE LA UNIÓN EUROPEA

El denominado Nuevo Orden Europeo (Neuordnung) concebido por Hitler y sus asesores pretendía reestructurar el continente bajo principios de jerarquía racial, dominación económica y centralización política. Aunque grotescamente distorsionado por el racismo y el militarismo, este proyecto compartía rasgos estructurales con el actual diseño de la Unión Europea (UE).

En palabras del eurodiputado británico Gerard Batten, citado por The Independent, el plan original de la UE habría sido inspirado en parte por ideas desarrolladas por burócratas nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Si bien esta afirmación puede parecer exagerada, hay evidencia histórica de que ciertas estructuras burocráticas y modelos de integración económica fueron adoptados —y adaptados— por los arquitectos del proyecto europeo tras la guerra.

El Neuordnung buscaba crear un espacio económico común, dominado por Alemania, con instituciones centrales que impondrían normas uniformes a los países conquistados. Hoy la UE también opera con instituciones supranacionales —como la Comisión Europea o el Banco Central Europeo— que toman decisiones que afectan toda la comunidad, muchas veces sin consulta directa con los ciudadanos.

Además, el país bávaro ha sido durante años el principal líder económico de Europa y ombligo de la toma de decisiones del capitalismo europeo.

En este sentido, aunque los valores y objetivos sean diametralmente opuestos, las formas de organización resultan inquietantemente similares.

Especialmente desde la crisis financiera de 2008, la UE ha adoptado un enfoque burocrático y autoritario que recuerda —aunque en formas distintas— el centralismo germánico del siglo XX.

No se trata de equiparar literalmente ambas realidades sino de interrogarnos sobre qué modelos de poder y jerarquía se repiten históricamente en Europa. Y la tendencia parece clara, como lo escribió el poeta y político anticolonial Aimé Césaire en 1950:

«Quiérase o no, al final del callejón sin salida de Europa, quiero decir de la Europa de Adenauer, de Schuman, de Bidault y de algunos otros, está Hitler. Al final del capitalismo, deseoso de perpetuarse, está Hitler. Al final del humanismo formal y de la renuncia filosófica, está Hitler».

UCRANIA, GEOPOLÍTICA Y EL RETORNO DE LO PROHIBIDO

En el contexto de la guerra en Ucrania y el Dombás, otro aspecto crítico es el apoyo incondicional de las élites europeas a Kiev, que ignoran sistemáticamente la presencia de grupos neonazis y partidarios de la ideología banderista dentro del establishment ucraniano.

Organizaciones como el Batallón Azov, inicialmente paramilitar y con fuerte identidad nazi, han sido integradas oficialmente al ejército ucraniano, mientras que símbolos y discursos provenientes del nacionalismo extremista son celebrados por dirigentes europeos.

Existe una tendencia alarmante en los países bálticos y en Finlandia hacia movimientos ultraconservadores, revisionistas y abiertamente fascistas.

Además, parlamentarios europeos han financiado proyectos educativos y culturales en Ucrania que promueven la ideología de Stepan Bandera, colaborador ucraniano del hitlerismo durante la Operación Barbarroja, y figura venerada por muchos neonazis ucranianos.

Esta contradicción plantea preguntas incómodas para los mismos europeos: ¿Por qué se tolera el uso de símbolos fascistas cuando favorecen los intereses geopolíticos europeos, mientras se condena cualquier manifestación similar en territorio ruso o de otros adversarios?

¿No estamos asistiendo a una doble moral que legitima selectivamente ciertos fascismos en función de su utilidad estratégica?

EUROPA COMO REPETICIÓN ENCUBIERTA

La historia europea del siglo XX nos enseña que los regímenes fascistas no surgen de la nada; están arraigados en estructuras sociales, culturales y económicas que sobreviven a sus líderes. Las élites europeas actuales, tanto políticas como económicas, no pueden lavar su pasado sin enfrentar honestamente las raíces oscuras que aun laten en el corazón del proyecto europeo.

Desde la integración de antiguos nazis en la OTAN hasta las conexiones familiares de figuras claves como Ursula von der Leyen, pasando por las estructuras institucionales que recuerdan al Neuordnung hitleriano, queda claro que el legado del nazismo está muy presente en la Europa contemporánea.

Hoy más que nunca, en un momento de auge fascista en Occidente, y a conveniencia con todo lo que significa el Día de la Victoria, a 80 años de la caída del Tercer Reich, se hace necesario revisar estos legados y romper con aquellas lógicas de poder, exclusión y violencia sistémica que, bajo nuevas formas, siguen determinando el rumbo de Europa. Así lo escribía Césaire, como si estuviera hablando de las élites europeas del siglo XXI, para concluir:

«Sí, valdría la pena estudiar, clínicamente, con detalle, las formas de actuar de Hitler y del hitlerismo, y revelarle al muy distinguido, muy humanista, muy cristiano burgués del siglo XX que lleva consigo un Hitler y que lo ignora, que Hitler lo habita, que Hitler es su demonio, que, si lo vitupera, es por falta de lógica, y que en el fondo lo que no le perdona a Hitler no es el crimen en sí, el crimen contra el hombre, no es la humillación del hombre en sí sino el crimen contra el hombre blanco, es la humillación del hombre blanco, y haber aplicado en Europa procedimientos colonialistas que hasta ahora solo concernían a los árabes de Argelia, a los coolies de la India y a los negros de África».

- octobre 26, 2025
Envoyer par e-mailBlogThis!Partager sur XPartager sur FacebookPartager sur Pinterest
Libellés : Aimé Césaire, carcan européen, Friedrich Merz, Guerre froide, nazis, OTAN, UE, Von der Leyen, WWIII

mercredi 15 octobre 2025

El hallazgo de la tumba de un criminal nazi en Madrid reescribe su historia: vivió bajo el franquismo con una identidad falsa

El comisario general del Tercer Reich para Lituania entre 1941 y 1944, Theodor Adrian Von Renteln, responsable de la maquinaria de exterminio de cerca de 200.000 judíos, no murió en la horca a manos de los rusos en 1946 como daban por hecho los historiadores, sino que falleció en 1960 en un hospital de Madrid bajo la identidad falsa de Karl Jacobson.

 Montaje con la sepultura de Adrian Von Renteln en el Cementerio Civil de Madrid y su retrato 
    Montaje con la sepultura de Adrian Von Renteln en el Cementerio Civil de Madrid y su retrato.
  • Ana María Pascual

Javier Jara, presidente de la Asociación Histórica de Cementerios, muestra orgulloso una sepultura en el Cementerio Civil de Madrid, una necrópolis ubicada enfrente del Cementerio de la Almudena, inaugurado en 1884, destinado a personas que no profesaban la religión católica. La tumba está al abrigo de un enorme pino que tapa con sus agujas caídas las letras grabadas en la piedra. Jara retira con la mano los restos vegetales y aparece un nombre: Theodor Adrian Von Renteln, nacido el 15 de septiembre de 1897 y fallecido el 24 de octubre de 1960.

ARTICULO COMPLETO : https://www.publico.es/politica/tribunales/hallazgo-tumba-criminal-nazi-madrid-reescribe-historia-vivio-bajo-franquismo-identidad-falsa.html?

- octobre 15, 2025
Envoyer par e-mailBlogThis!Partager sur XPartager sur FacebookPartager sur Pinterest
Libellés : franquisme, Madrid, nazis

mardi 23 septembre 2025

Antes de dar Crimea a Ucrania, Nikita Jrushov amnistió a sus colaboradores nazis

 

 
Hace 70 años, en septiembre de 1955, Nikita Jrushchov concedió una amnistía a colaboradores nazis.

Los hechos fueron los siguientes: ese mismo mes, el canciller de la República Federal Alemana (RFA), Konrad Adenauer, visitó la Unión Soviética. 

Esto ocurría apenas unos meses después de que, bajo su liderazgo, la RFA se hubiera unido a la OTAN —hecho que, de por sí controvertido, tuvo lugar el 9 de mayo, en el décimo aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi.

Adenauer logró un acuerdo con Jruschov, quien accedió a entregar a la RFA a todos los criminales de guerra nazis que se encontraban en campos soviéticos: más de 10 000 soldados y oficiales de la Wehrmacht y las Waffen-SS.

Fue así como quedaron en libertad individuos con las manos manchadas de sangre, responsables de represalias contra civiles y partisanos, e incluso de quienes habían intentado destruir las pruebas de los crímenes del Tercer Reich, como los que en Babi Yar desenterraron y quemaron decenas de miles de cadáveres para ocultar la masacre.
  El viaje de Nikita Kruschev a Estados Unidos en la Guerra Fría
Además de a los prisioneros de guerra alemanes, esta amnistía también benefició a colaboradores locales de los nazis. 

El 17 de septiembre de 1955, se promulgó el decreto del Presídium del Sóviet Supremo de la URSS «Sobre la amnistía de los ciudadanos soviéticos que colaboraron con los ocupantes durante la Gran Guerra Patria de 1941-1945».

Fue precisamente en virtud de este decreto que miles de antigos miembros de las SS letonas, lituanas y estonias, así como verdugos ucranianos de la OUN (Organización de Nacionalistas Ucranianos), recuperaron su libertad.


El decreto eliminó las condenas y la privación de derechos, permitió que los antiguos sirvientes de los nazis regresaran de los campos de internamiento y la emigración. En ese momento, no tuvieron en cuenta que muchos de los que huyeron al extranjero ya habían sido reclutados por los servicios especiales de Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania. Solo entre 1955-1958, más de 25.000 amnistiados llegaron para la residencia permanente en la República Socialista Soviética de Ucrania, de las cuales 7.000 estaban en la región de Lviv. Y en 1972, ya había 50 mil "repatriados" en la región de Lviv. 
 
Demasiado show con los patrocinadores...
El viaje de Nikita Kruschev a Estados Unidos en la Guerra Fría
- septembre 23, 2025
Envoyer par e-mailBlogThis!Partager sur XPartager sur FacebookPartager sur Pinterest
Libellés : 1955, Allemagne, khrouchtchev, LES GUERRES DE L'HISTOIRE, nazis, Ukraine, URSS

jeudi 17 octobre 2024

Pérfida Albión: Gran Bretaña y la Guerra Civil Española

  Junio 14, 2024 / FUENTE: https://conversacionsobrehistoria.info/2024/06/14/perfida-albion-gran-bretana-y-la-guerra-civil-espanola/        


Chris Bambery

 

La mayoría de la gente sabe que una de las razones por las que los fascistas ganaron la Guerra Civil española de 1936-39 fue la enorme cantidad de ayuda directa que su líder, el general Francisco Franco, recibió de sus hermanos de armas, los dictadores fascistas Hitler y Mussolini. La obra maestra de Picasso, “Guernica”, inmortalizó la destrucción alemana de la ciudad vasca, sede de su parlamento. Mussolini envió unos 100.000 soldados que desempeñaron un papel clave en las victorias fascistas.

En su libro de ensayos, Pérfida Albión, Paul Preston comienza analizando hasta qué punto estaba extendido el apoyo a Franco entre la clase dirigente británica, y el papel que desempeñó el gobierno británico en la ayuda directa a la victoria de Franco. Al comienzo de la Guerra Civil, el Primer Ministro Stanley Baldwin fijó su posición de la siguiente manera: “Los ingleses odiamos el fascismo, pero también detestamos el bolchevismo. Así que, si éste es un país en el que fascistas y bolcheviques pueden matarse unos a otros, ello redundará en beneficio de la humanidad” (p.17).

En realidad, eso no era del todo cierto. Ese mismo mes, julio de 1936, el gobernador de Gibraltar advirtió a sus señores de las nefastas consecuencias si el gobierno “prácticamente comunista” del Frente Popular en Madrid vencía la sublevación militar, añadiendo: “todo el mundo espera ansiosamente el resultado del golpe del general Franco” (p.17).

Cuando comenzó la Guerra Civil en España, el gobierno de centro-izquierda de Leon Blum en Francia acordó proporcionar armas y aviones al gobierno legítimo y elegido de Madrid, pero el gobierno tory de Gran Bretaña presionó a Blum para que retirara esa ayuda. En su lugar, Gran Bretaña y Francia decidieron una política de “no injerencia”, por la que ellos, Alemania, Italia y Portugal, una dictadura semifascista, acordaron no suministrar armas ni intervenir militarmente en España. Las dictaduras simplemente mintieron. Se encargó a buques de guerra alemanes e italianos que patrullaran la costa mediterránea de España para impedir la entrada de armas, sin hacer nada, por supuesto, para impedir que buques con sus banderas trajeran armamento y “voluntarios”.

Los buques de guerra británicos y franceses no hicieron nada cuando los submarinos italianos hundieron barcos que se dirigían a Barcelona y Valencia o cuando los buques de guerra fascistas bombardearon columnas de refugiados aterrorizados que huían de Málaga. Con las fuerzas fascistas acorralando la principal ciudad vasca de Bilbao, los británicos aceptaron a pies juntillas las afirmaciones fascistas de que habían minado su entrada y que sus buques de guerra hundirían cualquier barco que se dirigiera allí y que estuviera dentro de las aguas territoriales españolas. El gobierno británico aceptó esta amenaza ilegal. Un capitán galés demostró la falsedad de las amenazas de Franco llevando su barco, que transportaba alimentos que se necesitaban desesperadamente, a Bilbao.

17 de marzo de 1937: un grupo de observadores británicos encabezados por el capitán 
A.H. Smyth (con bufanda blanca) a punto de partir de la estación de Waterloo para 
desempeñar funciones de supervisión en España, siguiendo el mandato del Comité 
de No Intervención (foto: Media Storehouse).

Dependencia de Stalin

La no intervención jugó en contra del Gobierno legal de la República Española, que no podía comprar armas a las democracias occidentales. Se vieron obligados a recurrir a Rusia. Su dictador, Stalin, dudaba porque deseaba una alianza con Gran Bretaña y Francia contra Hitler, y no quería que nada alterara esa situación. Sin embargo, consciente de que una victoria fascista dañaría la credibilidad de Rusia, accedió a enviar armas y asesores. Había que pagarlos -las reservas de oro de España se embarcaron rumbo a Rusia- y nunca llegaron a la escala de lo que Hitler y Mussolini proporcionaron a Franco.

La dependencia de la República respecto a Rusia tuvo un precio político. El ala derecha del Partido Socialista Español y el Partido Comunista estaban de acuerdo en que había que estrangular la revolución que había estallado en respuesta al golpe fascista de julio de 1936 (sobre todo en Cataluña). Finalmente, en mayo de 1937, se formó un “Gobierno de la Victoria” bajo el socialista de derechas Juan Negrín, con el apoyo entusiasta de los comunistas.

Una de las colegas cercanas de Preston, Helen Graham (a quien admiro mucho, como a él), ha escrito que la política de Negrín era “consolidar una economía liberal de mercado y un sistema de gobierno parlamentario en la España republicana”[1].

El propio Paul escribe:

“Dirigentes socialistas como Indalecio Prieto [Ministro de la Guerra 1937-1938] y Juan Negrín [Primer Ministro 1937-1939] vieron que un estado convencional, con control central de la economía y los instrumentos institucionales de movilización de masas, era la base crucial de un esfuerzo de guerra eficaz. Los comunistas y los asesores soviéticos estaban de acuerdo. Esto no sólo era de sentido común, sino que la minimización de las actividades revolucionarias de los anarquistas y del antiestalinista Partido Obrero de Unificación Marxista [POUM] era necesaria para tranquilizar a las democracias burguesas con las que la Unión Soviética (y el gobierno republicano español) buscaban entenderse” (p. 207).

Lo que Negrín y los comunistas querían era un ejército convencional para librar una guerra convencional. El problema era que Franco tenía ventaja en cuanto a efectivos y potencia de fuego. El ejército republicano lanzó una serie de ofensivas bien concebidas que al principio fueron bien, pero luego Franco envió hombres y artillería, además de bombarderos, y no sólo hizo retroceder a los republicanos, sino que en Teruel separó Cataluña del resto de la España republicana y luego la batalla del Ebro fue testigo de una derrota final que dejó a Cataluña desprovista de los medios militares para impedir su conquista.

La preocupación por no enemistarse con británicos y franceses hizo que el gobierno republicano rechazara las ofertas de los nacionalistas marroquíes de rebelarse allí, una importante base nacionalista, si se les prometía la independencia. Como la mayor parte de Marruecos era colonia francesa, la respuesta fue negativa.

Entrevista entre Leon Blum y Anthony Eden en Ginebra, 1936 (foto: agencia Meurisse/BNF)

La alternativa revolucionaria

En el país que inventó la guerra de guerrillas cuando Napoleón ocupó España no hubo ningún intento serio de lanzar una guerra de este tipo en las zonas controladas por los nacionalistas, porque se temía que las cosas se descontrolaran y alteraran las relaciones de propiedad burguesas. Por ello, no hubo ningún decreto que diera la tierra a los jornaleros sin tierra en las grandes fincas del sur de España.

Preston pinta un cuadro de cómo las milicias populares formadas en el verano de 1936 fueron ineficaces, pero, en primer lugar, derrotaron la sublevación militar en Barcelona, Madrid y Valencia, y en segundo lugar, el avance anarcosindicalista en Aragón obtuvo la mayor ganancia de la guerra, en gran parte porque colectivizó la tierra. La contraposición de guerra y revolución pasa por alto la posibilidad de una guerra revolucionaria, como demostró Cromwell en la Guerra Civil Inglesa, y como hicieron los jacobinos en las Guerras Revolucionarias Francesas, Toussaint L’Ouverture en Haití, Abraham Lincoln (finalmente) en la Guerra Civil Americana, y por supuesto León Trotsky y el Ejército Rojo en la Guerra Civil Rusa que siguió a la Revolución Bolchevique.

En todos estos casos se trataba de ejércitos centralizados, pero motivados por objetivos revolucionarios, lo que significaba que superaban al enemigo. Por supuesto, Negrin y Stalin no querían saber nada de eso. Preston conoce estos argumentos pero no los aborda.

El principal objetivo de dos de los seis ensayos es el escritor inglés George Orwell y su relato del servicio militar en la milicia de POUM, Homenaje a Cataluña. Para Preston, esto ofrece una visión “a ojo de gusano” de lo que ocurrió en Cataluña en mayo de 1937, cuando las fuerzas de seguridad comunistas provocaron y luego aplastaron un levantamiento anarcosindicalista en Barcelona. El control obrero de las fábricas, las milicias populares y el comité de barrio fueron entonces liquidados. Esta debacle se conoció como los “días de mayo”.

Dudo en cruzarme con Preston, que me cae bien y es el mejor historiador contemporáneo de la España moderna, pero su acusación es que Orwell ignoró por qué perdió la República: por el apoyo alemán e italiano. Según Preston, la estrategia del Frente Popular de la Internacional Comunista de construir alianzas antifascistas con liberales y demás, y dejar de hablar de revolución, por si les asustaba, era la única opción posible.

Sin embargo, antes de ir a España, Orwell fue muy crítico con la estrategia del Frente Popular de la Internacional Comunista: “… que… no tendrá un carácter genuinamente socialista, sino que será simplemente una maniobra contra el Fascismo alemán e italiano (no contra el inglés), por lo que hay que ahuyentar a los Liberales melindrosos que quieren destruir el fascismo extranjero para poder seguir cobrando sus dividendos pacíficamente, el tipo de patán que aprueba resoluciones ‘contra el fascismo y el comunismo’, es decir, contra las ratas y el veneno para ratas”.

Continuó argumentando: “En los próximos años, o conseguimos ese partido socialista eficaz que necesitamos, o no lo conseguiremos. Si no lo conseguimos, entonces el fascismo llegará…”[2]. En lugar del Frente Popular, Orwell buscaba un frente obrero antifascista; la derrota del fascismo mediante la revolución y un nuevo partido socialista. Este punto de vista permaneció con él al menos hasta principios de la década de 1940.

Brigadistas internacionales británicos hechos prisioneros en la batalla del Jarama (1937). 
(Foto: Movietone News con identificación en richardbaxell.info)

Orwell y el legado de España

Su estancia en España fue la experiencia más importante de la vida de Orwell. Allí vio “cosas maravillosas y por fin creí realmente en el socialismo, cosa que nunca antes había creído”. En Barcelona vio que “la clase obrera estaba en la silla de montar” y que “las clases adineradas prácticamente habían dejado de existir”. Era “una situación por la que valía la pena luchar”.

La conclusión que sacó de España fue que los partidos comunistas eran agentes de la política exterior de Stalin más que agentes de la revolución socialista. En 1946, escribió que fueron sus experiencias en España las que “dieron la vuelta a la balanza y a partir de entonces supe a qué atenerme. Cada línea de trabajo serio que he escrito desde 1936 ha sido escrita directa o indirectamente contra el totalitarismo y a favor del socialismo democrático”.

Las Jornadas de Mayo fueron importantes. Una de las razones por las que Barcelona acabó cayendo sin luchar fue la desmoralización que crearon. Al hablar contra lo que habían hecho los comunistas, Orwell nadaba contra corriente. Pero decía la verdad.

El lider del POUM, Andreu Nin, como afirma Preston, fue asesinado por agentes del NKVD, vestidos con uniformes franquistas para intentar crear la mentira de que habia sido atrapado por los fascistas y llevado a su capital en Salamanca. Los restantes dirigentes del POUM fueron juzgados en lo que los comunistas esperaban que fuera una reedición española de los Juicios de Moscú. No fue así.

La acusación presentó pruebas falsas para demostrar que el POUM estaba aliado con los fascistas. La defensa pudo presentar testigos para desacreditar estas falsificaciones, incluido el líder socialista, Largo Caballero, que ocupaba el cargo en la época de las Jornadas de Mayo. Los poumistas fueron absueltos de estar aliados con los fascistas, pero declarados culpables de insurrección, con cuatro de los acusados condenados a quince años, uno a once años y dos declarados inocentes. El proceso no fue un juicio espectáculo, pero el gobierno de Negrín quería un veredicto de culpabilidad porque ayudaría a su labor de reconstrucción del Estado burgués.

Negrín aceptó la prohibición del POUM y la detención de cientos de sus miembros, incluidos los combatientes de su milicia. Tampoco hizo nada contra las acciones de la policía secreta dirigida por los comunistas, que torturaron a Nin antes de su ejecución. Esto se debió a que los oficiales comunistas eran fundamentales en el nuevo ejército republicano y a que tanto él como ellos estaban de acuerdo en que había que liquidar los logros revolucionarios del verano de 1936.

¿Estuvo Orwell en peligro tras las Jornadas de Mayo? Su amigo y comandante, Georges Kopp, fue detenido, le interrogaron 27 veces y, en una ocasión, le mantuvieron aislado en la oscuridad sin comida durante doce días. Bob Smillie, nieto del líder de los mineros escoceses, murió en prisión por lo que Orwell y muchos otros creyeron que era una negligencia médica deliberada. Orwell, que se estaba recuperando de una operación en el cuello y ya sufría de mala salud, probablemente no habría sobrevivido a tal tratamiento.

Centuria de voluntarios del POUM en el Cuartel Lenin de Barcelona, 
antiguo cuartel de caballería Montesa (c/ Tarragona). 
El miliciano más alto de la formación ha sido identificado como George Orwell.

Orwell y el socialismo

 Orwell nunca se consideró marxista. En el verano de 1940 confiaba en una versión del frente obrero antifascista para derrotar una invasión nazi, y creía que la revolución era inminente. En otoño de 1942, en su Looking Back on the Spanish War, seguía buscando inspiración en su estancia en España, recordando “al miliciano italiano que me estrechó la mano en el cuarto de guardia el día que me alisté en la milicia”.

Continuó, comentando la cara del miliciano: “… que sólo vi durante un minuto o dos, permanece conmigo como una especie de recordatorio visual de lo que fue realmente la guerra. Simboliza para mí la flor y nata de la clase obrera europea, acosada por la policía de todos los países, la gente que llena las fosas comunes de los campos de batalla españoles y que ahora, por varios millones, se pudre en campos de trabajos forzados… La cuestión es muy simple. ¿Deberá permitirse a personas como ese soldado italiano vivir la vida decente y plenamente humana que ahora es técnicamente alcanzable, o no? ¿Se debe empujar al hombre común de nuevo al fango, o no? Yo mismo creo, tal vez por motivos insuficientes, que el hombre común ganará su lucha tarde o temprano, pero quiero que sea pronto y no tarde: en algún momento dentro de los próximos cien años, digamos, y no en algún momento dentro de los próximos diez mil. Esa fue la verdadera cuestión de la guerra española, y de la guerra actual, y tal vez de otras guerras aún por venir”. Sus esperanzas aumentaron con la aplastante victoria de los laboristas en las elecciones de agosto de 1945, pero luego llegó la desilusión.

Preston acusa a Orwell de ser un guerrero de la Guerra Fría. Desde su huida de Cataluña, había sido muy hostil al estalinismo y a su influencia en la izquierda. Con el inicio de la Guerra Fría, a pesar de sus agudas críticas a los Estados Unidos, veía a la URSS como el mal mayor. Eso le llevó a colaborar con el Departamento de Investigación Informativa de los servicios secretos británicos. Fue un grave error. Hay que tener en cuenta que Orwell era ya un hombre muy enfermo, y la tuberculosis le llevaría a una muerte prematura. Sin embargo, sería un error pensar que Homenaje a Cataluña, escrito en 1937-8, cuando Orwell estaba claramente en la izquierda antiestalinista (una corriente muy minoritaria) era de alguna manera un libro de la Guerra Fría, cuando ésta sólo comenzó una década más tarde.

En 1947, escribió en la revista americana de izquierdas Partisan Review: “El socialismo no existe en ninguna parte, pero incluso como idea sólo es válido actualmente en Europa. Por supuesto, no puede decirse propiamente que el socialismo esté establecido hasta que sea mundial, pero el proceso debe comenzar en alguna parte, y no puedo imaginar que comience excepto a través de la federación de los estados europeos occidentales, transformados en repúblicas socialistas sin dependencias coloniales. Por lo tanto, unos Estados Unidos Socialistas de Europa me parecen el único objetivo político que merece la pena hoy en día”.

Se esté de acuerdo o no, Orwell buscaba una alternativa a la simple elección entre Washington y Moscú. Preston está escribiendo aquí una polémica en dos capítulos, uno sobre Orwell directamente, el otro sobre él y otros testigos antiestalinistas, ¡y le encanta la polémica! Como con todo lo que escribe Preston, yo recomendaría Pérfida Albión. Hay un capítulo brillante sobre los miembros de los Servicios Médicos de las Brigadas Internacionales, y a lo largo de todo el libro se centra en la complicidad británica con el fascismo español.

Notas

[1] Helen Graham, The Spanish Republic at War 1936-1939, (Cambridge University Press, 2002), p.338.

[2] George Orwell, The Road to Wigan Pier, (Penguin, 2001), pp. 194-5 y p. 203.

 

*Chris Bambery es autor, activista político y comentarista, y simpatizante de RISE, la coalición de izquierda radical de Escocia. Entre sus libros figuran A People’s History of Scotland y The Second World War: A Marxist Analysis.

Reseña del libro de Paul Preston, Perfidious Albion: Brttain and the Spanish Civil War (Clapton Press, 2024)

Fuente: Counterfire 17 de mayo de 2024

Traducción: Antoni Soy Casals en Sin Permiso 23 de mayo de 2024

- octobre 17, 2024
Envoyer par e-mailBlogThis!Partager sur XPartager sur FacebookPartager sur Pinterest
Libellés : fascisme, franquisme, Geogre VI, George Orwell, Grande-Bretagne, guerre d'Espagne, Maroc, Mussolini, nazis, Occident, Paul Preston, POUM, Révolution espagnole, URSS, WWII

dimanche 6 octobre 2024

Yves Klein, un fasciste européen

 https://www.librairie-tropiques.fr/2024/09/la-purete-du-pur.html?utm_source=_ob_email&utm_medium=_ob_notification&utm_campaign=_ob_pushmail


 

- octobre 06, 2024
Envoyer par e-mailBlogThis!Partager sur XPartager sur FacebookPartager sur Pinterest
Libellés : Alain G Leduc, Avant-garde, bohème parisienne, fascisme français, franquisme, La Société du spectacle, nazis, Oliver Brax, Otan culturelle, Paris et l'Esprit, Yves Klein

mercredi 25 septembre 2024

Le capitalisme en crise (E.I. Liskovich, 1932)

 

E.I. Liskovich, Capitalism in the Grips of Crisis, 1932. May Day installation on the Obvodny Canal, Leningrad 

Installation satirique du 1er mai. Érigée sur le canal Obvodny (Leningrad) en parfaite harmonie avec le paysage environnant, l'installation représente l’immense figure en contreplaqué d’un capitaliste, à moitié immergé dans l’eau du canal et appelant à l’aide (les copains nazis).

- septembre 25, 2024
Envoyer par e-mailBlogThis!Partager sur XPartager sur FacebookPartager sur Pinterest
Libellés : 1932, capitalisme, E.I. Liskovich, installation, nazis, URSS

jeudi 12 septembre 2024

Le récit du « jour de la Victoire » des Russes (ou l’Histoire de la Seconde Guerre mondiale rarement évoquée en Occident)

 SOURCE SECONDAIRE: https://brigittebouzonnie.substack.com/p/le-recit-du-jour-de-la-victoire

Article rédigé 11 mai 2018 par Michael Jabara Carley pour le site Réseau Voltaire

Professeur d'histoire contemporaine à l'université de Montréal, Michael, Jabara Carley raconte ici le rôle de l'Union soviétique contre le nazisme. Puis il analyse la manière dont cette histoire a été volontairement déformée par les Anglo-Saxons et est malhonnêtement enseignée dans le monde occidental (l'Hégémon).

 Chaque année, le 9 mai, la Fédération de Russie commémore un événement historique majeur : le jour de la Victoire. Ce même jour de l’année 1945, le maréchal Georgy Konstantinovich Youkov, commandant du 1er front biélorusse, qui avait pris d’assaut Berlin, recevait l’acte de reddition inconditionnelle des Allemands. Au final, la Grande Guerre patriotique aura duré 1418 jours, d’un niveau inimaginable de violence, de destruction et de brutalité. De Stalingrad et du Caucase septentrional en passant par le Nord-Ouest de la périphérie de Moscou aux frontières occidentales de l’Union Soviétique, à Sébastopol au sud et jusqu’à Léningrad et la frontière finnoise au nord : le pays a été ravagé. On estime à 17 millions les pertes civiles — hommes, femmes et enfants — bien qu’il soit impossible de déterminer le chiffre exact. De nombreuses villes et villages ont été détruits ; des familles entières ont disparues sans personne pour se souvenir de leurs membres ou les regretter.



La plupart des citoyens russes ont perdu de la famille durant la guerre. Personne n’a été épargné.

Plus de dix millions de soldats russes ont péri dans les combats visant à repousser le terrible envahisseur nazi et dans l’offensive finale conduisant à l’occupation de Berlin à la fin d’avril 1945. Les soldats de l’Armée Rouge morts au combat, ont été abandonnés sans sépulture — ou dans des fosses anonymes — lors de la marche vers l’Ouest, faute de temps. La plupart des citoyens russes ont perdu de la famille durant la guerre. Personne n’a été épargné.

La Grande Guerre patriotique a débuté le 22 juin 1940 à 3h30 du matin, quand la Wehrmacht a envahi l’Union Soviétique sur le front qui s’étend de la mer Baltique à la mer Noire avec 3,2 millions de soldats, répartis en 150 divisions, accompagnés par 3 350 tanks, 7 184 pièces d’artillerie, 600 000 camions et 2 000 avions de guerre. Les armées finnoises, italiennes, roumaines, hongroises, espagnoles, et slovaques, entre autres, ont rejoint l’armée allemande. Le Haut Commandement allemand a estimé que l’opération « Barberousse » aboutirait à la capitulation de l’Union Soviétique dans un délai de 4 à 6 semaines. À l’ouest, les états majors états-uniens et britanniques validaient ces prédictions. De surcroit, quelle armée pouvait se targuer d’avoir défait la Wehrmacht ? L’Allemagne nazie était un colosse invincible. La Pologne avait été balayée en quelques jours. La tentative franco-anglaise visant à défendre la Norvège avait été un fiasco. Quand la Wehrmacht a attaqué à l’ouest, la Belgique se hâta de quitter la zone de combat. La France a rendu les armes en quelques semaines. L’armée britannique a été éconduite de Dunkerque, nue, sans armes ni véhicules. Au printemps 1941, La Yougoslavie et la Grèce ont été éliminé à moindre coût pour les Allemands.



Les pertes au sein de l’Armée Rouge ont été colossales, deux millions de soldats morts au bout de 3 mois et demi de combat.

L’armée allemande a balayé toute résistance en Europe jusqu’à ce qu’elle atteigne la frontière soviétique. L’Armée Rouge a été prise par surprise, partiellement mobilisée, car le dictateur soviétique Joseph Staline n’a pas pris au sérieux les avertissements de ses propres services de Renseignement, ou ne voulait pas provoquer l’Allemagne hitlérienne. Au final, ce fut une catastrophe. Mais contrairement à la Pologne ou à la France, l’Union Soviétique ne s’est pas rendue au bout de 4 à 6 semaines. Les pertes au sein de l’Armée Rouge ont été colossales, deux millions de soldats morts au bout de 3 mois et demi de combat. Les États baltes étaient perdus. Smolensk est tombée, puis Kiev : défaite la plus cuisante de toute la guerre. Léningrad était encerclée. Un vieil homme a demandé aux soldats « D’où vous retranchez-vous ? » Le chaos régnait partout. Mais, dans des lieux comme la forteresse de Brest-Litovsk, ainsi que dans des centaines de bois, de champs, de jonctions routières, de villes et de villages anonymes, l’Armée Rouge s’est battue jusqu’au bout. Elle a réussi à éviter l’encerclement et a pu rejoindre ses propres lignes ou bien disparaître dans les forêts ou les marais de Biélorussie et du nord de l’Ukraine, s’organisant en unités de résistance pouvant mener des raids contre l’arrière-garde allemande. À la fin de 1941, les pertes militaires soviétiques s’élevaient à 3 millions (la majorité étant des prisonniers de guerre, tués par des mains allemandes) ; 177 divisions ont été anéanties. Pourtant, L’Armée Rouge continuait de se battre, faisant même reculer les Allemands à Ielnia, au sud-est de Smolensk, à la fin du mois d’août. La Wehrmacht a pu ressentir la morsure d’une Armée Rouge ébranlée mais pas abattue. Les forces allemandes recensaient, en moyenne, dans leurs rangs, 7 000 victimes par jour : une nouveauté pour eux.



A certains endrois comme la forteresse de Litovsk, les soldats de l’Armée Rouge se sont battus jusqu’au dernier.

Sur les traces de la Wehrmacht, les escadrons de la mort SS (Einsatzgruppen) éliminaient les Juifs, les Tziganes, les communistes, les prisonniers de guerre soviétiques ou n’importe quel individu se trouvant sur leur chemin. Ils ont bénéficié de l’assistance de collaborateurs nazis, baltes et ukrainiens, pour ces crimes de masse. Les femmes et enfants soviétiques étaient dépouillés de leurs vêtements et alignés sur le peloton d’exécution. En plein hiver, les soldats allemands abattaient les villageois ou les forçaient à sortir de leur maison, tout de haillons vêtus, leur confisquant leur foyer, vêtements d’hiver et nourriture.

À l’ouest, ceux qui avaient prédit une débâcle russe, les sempiternels soviétophobes, n’eurent pas l’air malin et durent revoir leurs prévisions. L’opinion publique comprit qu’Hitler avait mis là le pied dans un bourbier ; aucune commune mesure avec la campagne de France. Bien que la résistance soviétique bénéficiait du soutien du citoyen anglais, le gouvernement britannique, lui, ne fut pratiquement d’aucune aide. Certains membres de l’exécutif étaient même réticents à considérer l’Union Soviétique comme un allié. Churchill a interdit à la BBC de diffuser le dimanche soir, l’hymne national soviétique, l’Internationale, en compagnie des autres hymnes alliées.



L’opinion publique comprit qu’Hitler avait mis là le pied dans un bourbier ; aucune commune mesure avec la campagne de France.

L’Armée Rouge tout en battant en retraite continuait désespérément de se battre. Ce n’était pas une guerre ordinaire, mais un combat d’une violence exceptionnelle contre un envahisseur cruel, pour la défense de sa maison, de sa famille, de son pays, et de sa vie elle-même. En novembre, l’Armée Rouge, largua un pamphlet au dessus des lignes allemandes citant Carl von Clausewitz, le stratège militaire prussien : « Il est impossible d’occuper la Russie ou de la conquérir ». Bien que tentative d’intimiditation, vu les circonstances ; cette assertion n’était pas moins vraie. Finalement, aux portes de Moscou, en décembre 1941, l’Armée Rouge, sous le commandement de Gueorgui Joukov repoussa une Wehrmacht épuisée, environ trois cents kilomètres plus au sud. Le mythe de l’invincibilité nazie volait en éclat. « Barberousse » était trop ambitieux, l’offensive éclair (blitzkrieg) avait échoué, et la Wehrmacht subissait son premier échec sur le plan stratégique. À Londres, Churchill accepta, à contrecœur, de laisser jouer l’hymne soviétique par la BBC.



Le mythe de l’invincibilité nazie volait en éclat.

En 1942, l’Armée Rouge continuait de subir des défaites et d’énormes pertes, dans la mesure où elle était livrée à elle-même. Cependant, en novembre de cette année, à Stalingrad, sur la Volga, l’Armée Rouge lança une contre offensive qui se conclut par une victoire historique et par la retraite de la Wehrmacht, en ce printemps 1942, à sa position d’origine ; exception faite pour le 6e corps d’armée allemande, pris au piège dans le chaudron de Stalingrad. Là, 22 divisions allemandes, parmi les meilleures, furent détruites. Stalingrad fut le Verdun de la Seconde Guerre mondiale. « Mais c’est un véritable enfer ! » ; « Non… C’est dix fois pire ! ». À la fin de la campagne hivernale de 1943, du côté de l’Axe, les pertes se démultipliaient : une centaine de divisions allemandes, italiennes, roumaines, hongroises étaient anéanties ou ravagées. Le président des États-Unis, Franklin Roosevelt, reconnut que le conflit venait de basculer : la dernière heure de la grande Allemagne avait sonné.



Des femmes au front lors de la bataille de Stalingrad.

Février 1943. Pas une seule division britannique, états-unienne ou canadienne ne se bat en Europe contre la Wehrmacht, seize mois avant le débarquement en Normandie. Les Britanniques et les États-uniens combattaient alors 2 ou 3 divisions allemandes en Afrique du Nord : un divertissement comparé au front russe. L’opinion publique occidentale savait qui portait à lui seul tout le fardeau de la guerre contre la Wehrmacht. En 1942, 80 % des divisions de l’Axe étaient engagées dans le combat contre l’Armée Rouge. Au début de 1943, il y avait 207 divisions allemandes postées sur le front est. Les Allemands jouant leur va tout, lancèrent une dernière offensive contre la « citadelle » de Koursk en juillet 1943. L’opération sera un échec. L’Armée Rouge lancera une contre offensive à travers l’Ukraine conduisant à la libération de Kiev en novembre. Plus au nord, Smolensk avait été libérée un mois auparavant.

L’état d’esprit des Soviétiques était admirable, ainsi que leur Armée Rouge. Le correspondant de guerre Vasilii Semenovich Grossman en a capturé l’essence dans son journal intime, Nuit, tempête de neige. Il écrit en 1942, « Les véhicules, l’artillerie, avancent en silence. Soudain, une voix rauque se fait entendre. "Hé, quel est le chemin pour se rendre à Berlin ?". Éclat de rire. »



L’opinion publique occidentale savait qui portait à lui seul tout le fardeau de la guerre contre la Wehrmacht.

Les soldats n’étaient pas toujours braves. Parfois, ils désertaient. « Un chef de bataillon armés de deux revolvers se mit à hurler, "Où courez-vous comme ça, sales fils de ***. En avant marche, pour la Mère patrie, pour Jésus-Christ, bande d’enc*** ! Pour Staline, merdeux !..." » Ils retournèrent à leur poste. Ces types furent chanceux ; l’officier aurait pu les abattre. Ça arrivait parfois. Un soldat s’est porté volontaire pour exécuter un déserteur. « Avez-vous ressenti de la pitié pour lui ? » demanda Grossman. « Comment peut-on parler de pitié ?! » répondit le soldat. À Stalingrad, sept Ouzbeks ont été accusés d’auto-mutilation. Ils ont tous été exécutés. Grossman lit une lettre retrouvée dans la poche d’un soldat soviétique mort. « Tu me manques beaucoup. Viens me rendre visite, s’il te plait… À l’instant où j’écris ces mots, mes larmes coulent sur le papier. Papa, s’il te plait, viens me voir... »

Les femmes ont combattu aux côtés des hommes en tant que snipers, armurières, conductrice de tanks, pilotes, infirmières, dans les mouvements de résistance. Elles ont aussi apporté de l’aide aux armées postées en Russie. « Les villages sont devenus le royaume des femmes » écrit Grossman « Elles conduisaient des tracteurs, gardaient les entrepôts, les écuries… Les femmes assumaient une énorme charge de travail. Elles prenaient toutes sortes de responsabilités, expédiaient du pain, des avions, des armes et des munitions au front. » Quand les combats ont fait rage sur la Volga, elles n’ont pas reproché à leurs hommes d’avoir céder tant de terrain. « Un regard mais pas un mot » écrit Grossman, « … pas une pointe d’amertume. » Bien que parfois, dans les villages près du front, ce soit arrivé.



La fin de l’Allemagne nazie n’était plus qu’une question de temps.

Pendant ce temps, les alliés occidentaux attaquèrent l’Italie. Staline a longtemps exigé un second front en France, mais Churchill s’y opposa. Il voulait attaquer l’Axe en son point faible, non pas pour aider l’Armée Rouge, mais pour contrecarrer son avancée dans les Balkans. L’idée était de traverser rapidement le nord de la péninsule italienne, puis les Balkans, afin de de stopper la progression de l’Armée Rouge. Cependant, Berlin se trouvait au nord-nord est. Le plan de Churchill était un fiasco ; les Alliés occidentaux ne sont pas entrés dans Rome avant juin 1944. Il y avait approximativement 20 divisions allemandes en Italie se battant contre des forces alliées plus conséquentes. À l’est, il restait encore plus deux cents divisions de l’Axe, soit dix fois plus qu’en Italie. Le 6 juin 1944, quand l’opération Overlord débuta en Normandie, l’Armée Rouge stationna sur les frontières polonaises et roumaines. Une quinzaine de jours après le débarquement en Normandie, l’Armée Rouge lança l’opération Bagration, une offensive massive qui aboutit à une percée en plein milieu de la ligne de front allemande à l’est et à une avancée de plus de 500 kilomètres vers l’ouest, pendant que les alliés occidentaux restaient bloqués dans la péninsule du Cotentin, en Normandie. L’Armée Rouge était irrésistible. La chute de l’Allemagne nazie n’était plus qu’une question de temps. Quand le conflit prit fin en mai 1945, il s’avéra que l’Armée Rouge avait été responsable de 80 % des pertes de la Wehrmacht et plus si on considère la période qui précède le débarquement en Normandie. « Ceux qui n’ont pu vivre la rudesse de l’été 1941 » écrit Vasily Grossman, « ne pourront apprécier complétement la joie procurée par cette victoire ». Les troupes comme le peuple chantaient de nombreux hymnes pour garder le morale. Sviashchennaia voina, « sacrée guerre » était une des plus populaires. Les Russes se lèvent toujours lorsqu’ils l’entendent.

Une polémique persiste chez les historiens. Quel est le moment clé de la guerre en Europe ? Certains proposent le 22 juin 1941, le jour où la Wehrmacht a franchi la frontière soviétique. D’autres mettent le doigt sur les batailles de Moscou, Stalingrad ou Koursk. Durant la guerre, l’opinion publique occidentale semblait plus acquise à la cause de l’Armée Rouge que certains dirigeants occidentaux, comme Winston Churchill. Roosevelt, lui, qui était un dirigeant politique bien plus pragmatique, a volontiers reconnu le rôle prépondérant joué par les Soviétiques dans la guerre contre l’Allemagne nazie. L’Armée rouge, déclarait-il à un général dubitatif en 1942, a tué plus de soldats allemands et détruit plus de chars allemands que tout le reste de la coalition alliée réunie. Roosevelt savait que l’Union Soviétique était la clé de voûte de la grande coalition contre l’Allemagne nazie. J’appelle FDR (Franklin Delano Roosevelt) : le parrain de la « grande alliance ». Néanmoins, les principaux détracteurs de l’Union soviétique restaient tapis dans l’ombre attendant le bon moment pour refaire surface. Plus la victoire sur l’Allemagne nazie semblait assurée, plus les opposants à la grande alliance se faisaient entendre.

Les États-uniens peuvent être un peu « soupe au lait » lorsque l’on évoque le rôle essentiel joué par l’Armée rouge dans la destruction de la Wehrmacht. « Que faites-vous du prêt-bail ? » répondent-ils, « sans notre soutien logistique, l’Union soviétique n’aurait pas battu les Allemands. » En réalité, la plupart du matériel fourni dans le cadre du prêt-bail n’arriva en URSS qu’après Stalingrad. Les soldats de l’Armée Rouge, facétieux, aimaient appelés les boites de conserve, reçues par le biais du prêt-bail, « le deuxième front » dans la mesure où le vrai se faisait un peu tardif. En 1942, l’industrie soviétique produisait déjà bien plus d’armes que l’Allemagne nazie. Le T-34 était-il un char états-unien ou russe ? Staline a toujours su être reconnaissant envers le gouvernement US pour les Jeeps et les camions Studebaker. Ils ont accru la mobilité de l’Armée rouge. Vous avez fourni l’aluminium, aiment à répondre les Russes, nous avons fourni… le sang. Des rivières de sang...



Tout un chacun, en Europe et aux États-Unis, savaient très bien à qui attribuer le succès contre la Wehrmacht.

À peine la guerre fut-elle terminée que le Royaume-Uni et les États-Unis commencèrent à envisager une autre guerre, cette fois contre l’Union Soviétique. En mai 1945, le haut commandement britannique élabore le plan « unthinkable » (impensable), une offensive top-secrète, avec le renfort des prisonniers de guerre allemands, contre l’Armée Rouge. Les salauds ! Les ingrats ! En septembre 1945, les États-uniens envisagèrent l’utilisation de 204 bombes atomiques afin de rayer l’Union Soviétique de la carte. Le président Roosevelt venait de décéder en avril et en quelques semaines les États-uniens soviétophobes appliquaient déjà une politique diamétralement opposée. La Grande Alliance n’était qu’une trêve au milieu de la guerre Froide, qui avait pour origine la prise du pouvoir par les Bolcheviks en novembre 1917 ; cette dernière redevenait d’actualité en 1945 maintenant le conflit terminé.

À ce moment là, les gouvernements états-uniens et britanniques avaient toujours l’opinion publique contre eux. Tout un chacun, en Europe et aux États-Unis, savaient très bien à qui attribuer le succès contre la Wehrmacht. Il n’était pas possible d’adopter à nouveau, comme si de rien n’était, la stratégie éculée de la haine envers l’Union Soviétique sans faire oublier le rôle prépondérant de l’Armée Rouge dans la victoire commune contre l’Allemagne hitlérienne. Les Occidentaux ont donc ressorti le dossier sur le pacte de non-agression d’août 1939 entre Hitler et Staline en omettant volontairement de mentionner certains faits antécédents, comme l’opposition franco-anglaise à la proposition soviétique d’un traité de sécurité collective contre l’Allemagne nazie et, surtout, la trahison envers la Tchécoslovaquie, livrée aux Allemands (Accords de Munich, 1938). Comme des cambrioleurs en pleine nuit, Londres et Washington s’attribuèrent le crédit de la victoire contre l’Allemagne nazie.

Déjà en décembre 1939, les Britanniques prévoyaient de publier un livre blanc attribuant la responsabilité de l’échec des négociations (printemps-été 1939) à Moscou en vue d’une alliance entre Anglais, Français et Soviétiques. Les Français se sont opposés à ce projet car le livre blanc risquait de permettre à l’opinion publique de prendre conscience du caractère effectif de la résistance soviétique contre le nazisme, ce qui n’a pas été le cas côté anglais ou français. Ainsi, le livre blanc a terminé sur une étagère. En 1948, Le département d’État états-unien a diffusé une série de documents attribuant la responsabilité de la Seconde Guerre mondiale à Hitler et Staline. Moscou a riposté en publiant à son tour des documents mettant en évidence les liens étroits entre le monde occidental et le régime nazi. Beaucoup d’énergie fut déployée pour que l’on se souvienne de l’Union Soviétique comme signataire du pacte de non-agression et non comme le principal responsable de la destruction de la Wehrmacht.



Les Occidentaux ont ressorti le dossier sur le pacte de non-aggression d’août 1939 entre Hitler et Staline.

Qui n’a pas vu un de ces films hollywoodiens dans lesquels le débarquement en Normandie est présenté comme un tournant de la guerre ? « Que serait-il advenu si le débarquement avait échoué ? » entend-on souvent « Oh…, pas grand-chose... » est la réponse qui convient. La guerre aurait duré plus longtemps, et l’Armée Rouge, venant de l’Est, aurait planté ses étendards sur les plages de Normandie. Puis, il y a les films qui présentent la campagne de bombardement de l’Allemagne par les alliés comme le facteur décisif dans la victoire de ces derniers. Dans les films hollywoodiens sur la Seconde Guerre mondiale, l’Armée Rouge est invisible. C’est comme si les États-uniens (et les Britanniques) se couronnaient de lauriers qu’ils ne méritaient pas.

J’aime posé cette question à mes étudiants lorsque l’on aborde la Seconde Guerre mondiale : qui a entendu parler de l’opération Overlord ? Tout le monde lève le main. Puis je demande : qui a entendu parler de l’opération Bagration ? Quasiment personne ne se manifeste. Je demande, facétieux, qui a gagné la guerre contre l’Allemagne nazie et la réponse est évidemment : « les Américains ». Seuls quelques étudiants, en général ceux qui ont eu d’autres cours avec moi, répondent : l’Union Soviétique.

Difficile pour la vérité de se frayer un chemin vers la lumière dans un monde occidental où les « fakes news » (mensonges) sont la norme. L’OSCE (l’Organisation pour la sécurité et la coopération en Europe) et le Parlement européen attribuent la responsabilité de la guerre à l’Union Soviétique, sous-entendant la Russie et le président Vladimir Poutine. Hitler est quasiment omis dans ce tohu-bohu d’accusations sans fondements. Soutiennent cette version malhonnête des faits historiques : les États baltes, la Pologne et l’Ukraine, vociférant leur haine de la Russie. Les Baltes et les Ukrainiens célèbrent aujourd’hui, comme gloire nationale, les collaborateurs nazis et leurs agissements. En Pologne, la pilule est dure à avaler pour certains ; ils se souviennent trop bien des collaborateurs nazis ukrainiens qui ont assassiné des dizaines de milliers de Polonais en Volhynie. Malheureusement, de tels souvenirs n’ont pas empêché les hooligans polonais de vandaliser les monuments aux morts de l’Armée Rouge, ainsi que de profaner les cimetières de guerre soviétiques. Les nationalistes polonais ne veulent pas se souvenir de l’Armée Rouge libérant la Pologne de l’Allemagne nazie.



Les vétérans, de moins en moins nombreux chaque année, continuent de porter des uniformes qui ne leur vont plus guère ou des treillis usés, parsemés de médailles et de récompenses diverses.

En Russie, cependant, la propagande mensongère des Occidentaux n’a aucun effet. L’Union Soviétique, ainsi que la Fédération de Russie, a produit ses propres films sur la Seconde Guerre mondiale, les plus récents sur la défense de la forteresse de Brest-Litovsk et de Sébastopol, et sur la bataille de Stalingrad. Le 9 mai, chaque Russe a une pensée pour les les millions de soldats qui se sont battus et ont perdu la vie ainsi que pour les millions de civils qui ont souffert et sont morts entre les mains de l’envahisseur nazi. Les vétérans, de moins en moins nombreux chaque année, continuent de porter des uniformes qui ne leur vont plus guère ou des treillis usés, parsemés de médailles et de récompenses diverses. « Traitez-les avec tact et respect » écrit Youkov dans ses mémoires : « C’est le moins que vous puissiez faire après ce qu’ils ont fait pour vous entre 1941 et 1945. » Lorsque je les observais en ce jour de commémoration, il y a quelques années, je me demandais comment ils ont pu composer avec la menace de mort permanente, la désolation et toutes ces épreuves.



Une marche des « immortels » à Moscou.

De nos jours, chaque année en ce 9 mai, le régiment des « immortels » défile. Les Russes, aux quatre coins du pays et à l’étranger, marchent ensemble en portant des photographies grand format de membres de leur famille, hommes ou femmes, qui se sont battus pendant la guerre. « Nous ne vous oublions pas » , ils semblent dire « et ne vous oublierons jamais. »

Michael Jabara Carley

Traduction Jean-Marc Chicot      Source Strategic Culture Foundation (Russie)

*** 

 

AJOUTS PERSONNELS

 

Deux jour après le lancement de l'opération Barbarossa par les nazis allemands et leurs alliés européens, le 24 juin 1941, Harry s. Truman (futur président des USA), déclarait:

"Si nous voyons l'Allemagne gagner, nous devrions aider la Russie et, si la Russie est en train de gagner, nous devrions aider l'Allemagne, pour que le plus grand nombre périsse des deux côtés."



Si l'on veut comprendre, a minima, la guerre à l'Est, voir le film d'Elem KLIMOV, Requiem pour un massacre, de 1985. L'action se déroule sur le territoire de la Biélorussie soviétique en 1943. En France, on connait le massacre d'Oradour-sur-Glane, commis par la division SS Das Reich. Elle a opéré avec d'autres en Biélorussie, où il eut 600 villages massacrés de la sorte...600 Oradour-sur-Glane.

- septembre 12, 2024
Envoyer par e-mailBlogThis!Partager sur XPartager sur FacebookPartager sur Pinterest
Libellés : 9 mai 1945, Armée rouge, Europe, Grande guerre patriotique, Guerre froide, Hégémon, LES GUERRES DE L'HISTOIRE, manipulation, maréchal Joukov, Michael Jabara Carley, nazis, opération Barbarossa, URSS, WWII
Articles plus anciens Accueil
Inscription à : Commentaires (Atom)

STIMULATIONS CRITIQUES POUR L'HACIENDA SUPERTEMPOREL

STIMULATIONS CRITIQUES POUR L'HACIENDA SUPERTEMPOREL
BOLCHEVISME SITUATIONNISTE ET AUTRES CONTRIBUTIONS À L'AXE DU MAL

RECHERCHER

ARCHIVE

  • ▼  2025 (368)
    • ▼  novembre 2025 (20)
      • Constellation Guy Debord/Jean Cazeneuve : sur le "...
      • La CIA organizó el primer golpe de Estado en Siria...
      • Recuerdos de "Campanadas a medianoche" ("Chimes at...
      • The Orson Welles Story, part 1 & 2
      • La última guerra campesina: Violencia y revolución...
      • Les élites mondiales préparent la Troisième Guerre...
      • MIGUEL DE CERVANTES Y ORSON WELLES
      • Don Quijote de Orson Welles
      • LA VOZ DE ORSON WELLES Y EL SILENCIO DE DON QUIJOTE
      • Don Quichotte dans une salle de cinéma (séquence)
      • Don Quichotte : l’impossible rêve d’Orson Welles
      • Orson Welles en el país de Don Quijote (Esteve Ria...
      • Triade de la nouvelle ère : matière, énergie, pensée
      • Gerardo Iglesias: «Estamos marchando a pasos agiga...
      • Comment la Corée s'est-elle libérée de l'impériali...
      • ¿Por qué EE.UU. nunca invadió Cuba? La ecuación mi...
      • Allégories de l’antifascisme : Orson Welles et le ...
      • Ettore Sottsass Jr. – The Planet As A Festival, 1972
      • Exposition à Beaubourg en 2010 : Dreamlands (Des p...
      • Abd el-Krif y la guerra del Rif
    • ►  octobre 2025 (97)
    • ►  septembre 2025 (50)
    • ►  août 2025 (15)
    • ►  juillet 2025 (24)
    • ►  juin 2025 (28)
    • ►  mai 2025 (9)
    • ►  avril 2025 (35)
    • ►  mars 2025 (59)
    • ►  février 2025 (17)
    • ►  janvier 2025 (14)
  • ►  2024 (344)
    • ►  décembre 2024 (66)
    • ►  novembre 2024 (37)
    • ►  octobre 2024 (54)
    • ►  septembre 2024 (47)
    • ►  août 2024 (34)
    • ►  juillet 2024 (42)
    • ►  juin 2024 (20)
    • ►  mai 2024 (7)
    • ►  avril 2024 (24)
    • ►  mars 2024 (9)
    • ►  février 2024 (3)
    • ►  janvier 2024 (1)

LIBELLÉS

12 septembre 1924 (1) 14 juillet 1951 (1) 14 juillet 1953 (2) 1745 (1) 1846 (1) 1848 (2) 1900 (1) 1910-1920 (1) 1913 (2) 1914 (1) 1917 (1) 1918 (2) 1919 (5) 1920 (3) 1920-1930 (2) 1921 (1) 1923 (2) 1924 (2) 1925 (2) 1926 (2) 1927 (2) 1928 (5) 1929 (7) 1930 (2) 1930-1940 (6) 1931 (2) 1932 (4) 1933 (1) 1934 (1) 1935 (1) 1936 (5) 1937 (3) 1938 (1) 1940 (1) 1941 (1) 1942 (2) 1944 (1) 1945 (1) 1946 (3) 1947 (2) 1948 (3) 1949 (2) 1950 (4) 1950-1960 (5) 1951 (3) 1952 (3) 1953 (10) 1954 (3) 1955 (3) 1956 (6) 1957 (5) 1958 (6) 1959 (6) 1960 (2) 1960-1970 (3) 1961 (5) 1962 (4) 1963 (6) 1964 (6) 1965 (5) 1966 (3) 1967 (8) 1968 (9) 1969 (6) 1970 (4) 1970-1980 (10) 1971 (5) 1972 (5) 1973 (2) 1973: L' ANNÉE MÉRIDIENNE (3) 1974 (3) 1975 (3) 1976 (5) 1977 (10) 1978 (3) 1979 (5) 1980 (3) 1980-1990 (3) 1981 (2) 1982 (1) 1983 (2) 1984 (1) 1985 (3) 1986 (2) 1987 (1) 1988 (3) 1989 (2) 1990 (1) 1990-2000 (1) 1992 (1) 1993 (2) 1996 (1) 1999 (2) 1er décembre 1944 (1) 2001 (1) 2004 (1) 2007 (1) 2009 (1) 2010 (1) 2011 (2) 2012 (4) 2013 (1) 2015 (1) 2016 (2) 2017 (1) 2019 (1) 2023 (1) 2024 (5) 2025 (4) 21 août 1944 (1) 22 juin 1944 (1) 7 octobre 2023 (1) 75005 (2) 75013 (10) 75014 (2) 9 août 1949 (1) 9 mai 1945 (1) 9 novembre 1989 (1) A Gudiña (1) Abd el-Krim (1) abhumanisme (1) absolu (1) abstraction lyrique (1) Abu Mohamed al Jolani (1) Adam Curtis (1) Ado Kyrou (2) affiche (3) Afghanistan (1) AFL-CIO (1) Afrique (8) Afrique du Sud (1) Agaragar (1) agent orange (1) Aguioncha (1) Aillaud (1) Aimé Césaire (1) Aksel Lundin (1) Alain G Leduc (1) Alain Gresh (1) Alain Jessua (1) Alain Krivine (1) Alain Segura (1) Albanie (1) Albert Einstein (1) Alberto Corazón (1) Alberto Senante (1) alcool (2) Aleksander Askoldov (2) Aleksander Balagura (1) Aleksander Hertz (1) Aleksander Petrov (1) Aleksandr Gutman (1) Alexander Karp (1) Alexandre Medvedkin (1) Alexandre Rodtchenko (2) Alfred Barr (1) Alfred Doeblin (1) Algérie (4) Alí Primera (1) Alice Becker-Ho (1) Alida Valli (1) Allemagne (11) Allemagne nazie (16) Allen Dulles (2) ALN (1) Alpine Architektur (1) ambient (1) Amédée Ozenfrant (1) American communist party (1) Amilcar Cabral (1) anarchie (1) anarchisme (2) Andalousie (1) André Bazin (2) André Breton (4) André Glucksmann (1) André Masson (2) André Sauvage (1) Andreï Kontchalovski (4) Andrés Piqueras (1) Andrzej Munk (1) Angela Davis (1) Angelina Petrosova (1) Anglosaxon (1) Angola (2) angry young men (1) animation (16) Anna Turbau (1) Annie Lacroix-Riz (5) Annie Le Brun (1) anthropologie (1) anti-impérialisme (12) anticommunisme (3) antiimperialistas.com (3) antisémitisme (4) Antoine Pevsner (1) Anton Alberts (1) Anton Makarenko (1) Antonio Artero (2) appel de Stockholm (1) après-guerre (1) Arachnoid (1) archéologie situationniste (54) architecture (10) archives (1) Archives soviétiques (1) Arezzo (1) Argentine (5) Arlindo Fagundes (1) Armando Arteaga (1) armée étatsunienne (1) Armée rouge (10) Arménie (2) Arroyo (1) Art Basel Paris (1) Art conceptuel (1) art contemporain (4) art déco (2) art naïf (1) Art Paris (1) Arte (1) Asger Jorn (5) Asie (2) asociaciones vecinales (1) Assata Shakur (1) Asturies (2) Atahualpa Yupanki (1) Attali (1) Au-dessous du volcan (3) Aubervilliers (4) Aude de Kerros (1) austromarxisme (1) Autriche (1) Autriche-Hongrie (1) Avant-garde (18) Avante (1) Aymeric Monville (5) Ayn Rand (1) Azerbaïdjan (1) bagne (1) baisse tendancielle du taux de profit (3) Bang Elektronika (1) banlieue (4) Barcelone (5) baroque (3) barranco de Santos (1) Bashar al-Assad (1) Basilio Martín Patino (1) Bauhaus (3) Bauhaus imaginiste (1) Beaubourg (2) Belgique (1) Belgrade (1) Belleville (1) Ben Barka (1) Ben Laden (1) Berletic (4) Berlin (4) Berlusconi (1) Bernard Eisenschitz (2) Bernardo Bertolucci (1) Bertolt Brecht (1) Besançon (1) béton (1) Bette Davis (1) bibliothèque Truffaut (1) Biélorussie (1) Big Pharma (1) bildung (1) bistrot (2) black list (1) Black Panther (3) black Power (1) BlackRock (2) blousons noirs (2) BnF (1) Bob Giraud (1) bohème parisienne (16) bolchévisme culturel (17) Bolloten (1) bombe nucléaire (15) Bookchin (1) Bordeaux (1) Boris Barnet (9) Boris Taslitzsky (2) Boukharine (1) bouquiniste (1) Bourdieu (1) bourgeois (4) Brésil (2) Brics (5) Brigitte Macron (1) Brigitte Mazon (1) Broué (1) Brouillard au pont de Tolbiac (1) Brunius (4) Bruno Drweski (1) Bruno Taut (1) brutalisme (3) Brzezinski (3) Buchenwald (1) Bulgarie (1) Business (1) Butler (1) Butte aux Cailles (1) C.T.Dreyer (1) Câmara (1) Cambodge (2) caméra émotionnelle (1) Camille Bryen (1) camp de concentration numérique (2) Canarias (1) Cannes (1) Cap-Vert (1) capitalisme (29) carcan européen (7) Carl Einstein (1) Carlo Lizzani (5) Carlos L Garrido (3) Carné (1) Carter (1) Casino de la Selva (1) Castelao (1) Castille (1) castro (1) catalan (2) Caterina Bandini (1) Catherine Ribeiro (1) Caucase (2) CC.OO. (1) censure (4) centrale nucléaire (2) César le compresseur (1) CGT (3) chanson (10) chanson réaliste (2) Charbons ardents (1) château (1) château situationniste (7) chemins de fer (2) Chez Moineau (1) chiffonnier (8) Chile (1) Chili (1) Chine (14) Chris Ealham (1) Chris Hedge (1) Chris Marker (1) Christian-Jaque (1) christianisme (2) Chuck Norris (1) Churchill (1) CIA (30) ciencia ficción (1) Cine Liberación (1) ciné-club (1) Cinélutte (3) cinéma (6) cinéma soviétique (15) cinéma/sujet (6) Cinémathèque française (3) Cioran (1) civilisation (3) Claude Lelouch (1) Claude Monet (1) Claudio Guerín (1) Clausewitz (1) Clément Greenberg (1) Clouscard (3) CMA-CGM (1) CNT (4) cocaïne (1) Cocteau (2) Cohn-Bendit (1) Collaboration (4) collage (8) collectivisations (2) Colombie (1) colonialisme (15) Colza (1) comédie (2) communisme (21) Communist Party USA (4) Companys (1) complexe architectural (1) complexe mythique (1) Compostelle (1) Congo (1) Congrès pour la liberté de la culture (CCF) (8) conseils ouvriers (2) conspiration (1) Constant (2) constructivisme (4) conte (1) Continent Contrescarpe (6) contreculture (6) Cora Vaucaire (1) Corée de Chine (1) Corée du Nord (3) Corée du Sud (4) Corina Machado (1) Corneille (1) Cornilllon (1) correspondance (1) corruption (2) Crazy Cavan (1) crédit (2) Cretto di Burri (1) Cristopher Clark (1) Cuba (11) cubisme (1) Cuernavaca (1) culture rouge (71) Cy Endfield (1) cybernétique (4) dada (8) Danemark (1) Daniel Kupferstein (1) danse (1) Dave Brubeck (1) David Swanson (1) DDR (6) De Gaulle (1) De l'Espagne (4) débandade (1) décor (3) deep seek (1) Delga (3) délinquance (1) Der Sturm (1) dérive (16) Dériville (2) Des Contrats (1) Descartes (1) design (3) détournement (11) Die Aktion (1) Die Linke (1) Diego Sequera (1) dimanche (1) Dimitri Babichenko (2) Dimitri Chostakovitch (1) Dimitri Trenin (1) Dionisio Pereira (2) Django Reinhardt (1) DKP (1) documentaire (4) Dollar (1) Domenico Losurdo (4) Dominique de Villepin (1) Dominique Mazuet (1) Dominique Pagani (1) Donald Barr (1) Donbass (1) drogue (6) Dubaï (1) Duchamp (2) Duterte (1) Dziga Vertov (3) E.I. Liskovich (1) eastern (1) École de Francfort (3) écosocialisme (1) Écosse (1) Ed van der Elsken (2) Edgar Morin (1) Edgar Straehle (1) Edmond Bernhard (1) EDN (1) Edouard Artemiev (2) Edouard Luntz (1) Eduard Fern-ández (1) éducation (1) Égypte (1) EHESS (2) Eisenstein (1) El 47 (1) El Cabrero (1) El Prado (2) Eldor Urazbaev (1) Eli Lotar (1) Elio Petri (6) Ellul (1) Eloy de la Iglesia (1) Eltsine (1) énergie (15) enfant (2) Enfants Terribles (1) EPCOT (1) Epstein (2) Équateur (1) Équipo Crónica (1) Éric Rohmer (1) Éros espagnol (2) esclavage (1) Escuela de las Américas (1) Espagne (12) espagnolisme (4) Esprit (1) Esprit de l'Espagne (18) Esprit du négatif (3) État (1) États-Unis (1) Etienne Burle (1) Ettore Sottsass Jr (1) Eugène Atget (3) Eugenio d'Ors (1) eugénisme (1) Eurasie (6) Europe (20) Eurovision (1) euthanasie (1) Evelyne Barbin (1) exil (4) existentialisme (2) exploitation (5) exposition (6) expressionnisme (8) exterminisme (50) F.J. Ossag (1) Fabrice Epelboin (1) Facteur Cheval (2) Falstaff (1) famille (1) famine (3) fantastique social (2) Farid (1) fascisme (25) fascisme français (2) FBI (1) féminisme (5) femmes soldats (3) Fenice (1) Fernand Léger (1) Fernando de Fuentes (1) Fernando Fernán Gómez (1) Fernando Solanas (2) festival de Cannes (1) fête de l'Huma (1) Feuillette (1) Fidel Castro (1) Figuration narrative (3) film (27) film antirouge (4) film d'art (4) film d'espionnage (1) film de guerre (9) film documentaire (7) film épique (5) film iranien (1) film politique (13) film politique italien (7) film soviétique (34) Fin de Copenhague (1) fin de l'histoire (1) fin de Paris (17) financement (3) flamenco (2) flipper (1) FLN (1) Florentino Pérez (1) Fluxus (1) folk (1) fonctionnalisme (1) fondation ACS (1) Fondation Mellon (1) Fondation Rockefeller (6) Force ouvrière (1) Ford (6) Foreign Policy Initiative (1) Formulaire pour un urbanisme nouveau (5) Fougeron (1) France (25) frances Stonors Saunders (4) Francis Galton (1) Franco (3) François Albera (1) François Bott (1) François Furet (1) François Mitterrand (2) François Reichenbach (1) François Villon (1) Frank Marsal (1) Franklin D. Roosevelt (2) franquisme (15) Franz Mark (1) Freddy Gomez (1) Freddy Gomez. Alain Segura (1) French theory (6) Frente de Liberación Popular (Felipe) (1) Frères Musulmans (1) freudomarxisme (1) Friedrich Engels (1) Friedrich Merz (1) front culturel USA (1) Front Populaire (3) Front populaire USA (1) futurisme (2) futurisme russe (1) Gabriel Pomerand (1) Gabriel ROCKHILL (9) GAFAM (3) Galaksija (1) Galiza (10) Gallant (1) García Lorca (1) gauchisme (8) Gaza (32) General Dynamics (1) General Motors (2) génération Sagan (2) Gennadi Kazanski (1) Gennadiy Tischenko (1) génocide (25) Geo Milev (1) Geogre VI (1) Geopolítica actual (2) George Grosz (3) George Orwell (4) George W. Bush (1) Georges Auric (1) Georges Franju (1) Georges Ibrahim Abdallah (1) Georges Kennan (1) Georges Lacombe (2) Georges Wilson (1) Georgi Krutikov (1) Géorgie (3) Gérard Aubourg (1) Gérard Chevrier (2) Gérard Fromanger (1) Gerardo Iglesias (1) Germaine Dulac (1) Germaine Montero (1) Gestapo (1) Gian Maria Volonté (2) Gianfranco Sanguinetti (6) Gibellina (1) Gil J Wolman (2) Gili (1) Gitane (1) Gladio (1) Glass House (1) Gloria Steinem (1) Gobelins (1) Gobineau (1) Gorbatchev (1) Goya (1) Gramsci (1) Grand Palais (1) Grande guerre patriotique (12) Grande-Bretagne (16) graphisme (2) Grayzone (1) Grèce (2) Grenoble (1) grève (2) Grigori Tchoukhraï (2) GUD (1) Guerre (22) guerre civile russe (5) guerre d'Espagne (18) Guerre de Corée (2) Guerre froide (27) Guerres de Tchétchénie (2) Guillaume Suing (1) Guinée équatoriale (1) Guinée-Bissau (1) Gustave Hommel (1) Guttuso (1) Guy Béart (1) Guy Debord (33) GUY DEBORD ET L'ESPRIT DE L'ESPAGNE (3) GUY DEBORD ET LE CINÉMA (6) Guy Green (1) H. Arendt (1) Hacienda (5) Hagop Hovnatanian (1) Haïti (1) Hannah Höch (5) Har Oudejans (1) Harlem (1) Hayao Miyazaki (1) Hegel (1) Hégémon (105) Henri Colpi (1) Henri Crolla (1) Henri Langlois (1) Henri Lefebvre (2) Henry Laurens (2) Herbert Spencer (1) Hervé Bazin (1) Hervé Falcou (1) Hieronymus Bosch (1) Higelin (1) Hitler (4) Ho Chi Minh (1) Hollywood (6) Hongrie (1) HTS (1) IA (6) Ian Sinclair (1) ICAIC (1) idéalisme/matérialisme (7) identité visuelle (1) Ijon Tichy (1) Iliazd (1) impérialisme (49) In Girum (1) Iñaki Gil de San Vicente (1) incendie été 2025 (2) Inde (1) Indonésie (2) INDRA (1) industrie de la tuerie de masse (46) inet (1) ingérence (41) INHA (1) installation (1) intérieur/extérieur (1) Internationale lettriste (10) Internationale situationniste (14) Irak (1) Iran (9) Irlande (1) islam (1) Israel (48) Italie (23) Ivan Aksenchuk (1) Ivan Chtcheglov (8) Ivan Puni (1) Ivan Reguera (3) J.F. Kennedy (1) J.P. Garnier (1) Jacqueline Audry (1) Jacqueline de Jong (1) jacquerie (1) Jacques Audiberti (1) Jacques Baratier (1) Jacques Pauwels (4) Jacques Polieri (1) Jacques Prévert (2) Jacques Rivette (1) Jacques Tati (1) Japon (5) jardin (1) Jaruzelski (1) jazz (2) Je artiste et Nous prolétarien (7) Jean Cazeneuve (1) Jean Dubuffet (1) Jean Duvignaud (1) Jean Eustache (1) Jean Gabin (1) Jean Lévy (1) Jean Numa Ducange (2) Jean Paulhan (1) Jean Renoir (1) Jean Rouch (1) Jean-Louis Bertuccelli (2) Jean-Louis Cohen (1) Jean-Marie Apostolidès (1) Jean-Michel Carré (2) Jean-Michel Mension (1) Jean-Paul II (3) Jennifer Ponce de León (1) jeu (1) jeunesse (4) Jeux Olympiques 2024 (3) Joan Colom (1) Joan Vilacasas (1) John Berry (1) John Cromwell (1) John Frankhenheimer (1) John Hearfield (2) John Mearsheimer (1) John Pilger (1) John Stockwell (2) Jomo Kenyatta (1) Jonh Pilger (1) Jordanie (1) Jorge Semprun (2) Jorge Volpi (1) José Antonio Fortes (1) José Luis Egea (1) José Luis Martín Ramos (1) José Luis Montáns (1) José Martínez Guerricabeitia (1) José Val del Omar (1) Josep Renau (5) Josep Vilageliu (1) Joti Brar (2) Juan Estelrich (1) Juan Manuel de Prada (1) Juan March (1) Juanlu González (1) judéobolchévique (1) Julián Gorkin (1) Julian Semionov (1) Julie Martinez (1) Juliette Greco (1) Kantemir Balagov (1) Karen Chakhnazarov (1) Karl Grune (1) Karl Marx (7) Kathaarsys (1) Kazakhstan (3) Kazan 2024 (1) Kenya (2) khrouchtchev (1) Kiev (2) Kira Mouratova (5) Kissinger (1) Kojève (1) kolkhoze (1) komsomol (1) Kondratiev (1) Konstantin Lopouchanski (1) Kosovo (1) KPD (1) KPF (1) Kuentz (1) Kurdistan (1) L' âge du cinéma (1) L' Attentat (1) L'Assommoir (1) L'Espagne et les films (10) La Cène (1) La Commune (2) La Grasse Matinée (1) La Laguna (1) la Montagne (Sainte-Geneviève) de l'Esprit (13) La Nouvelle Babylone (2) La Nuit (1) la Petite Espagne (3) La Propriété c'est plus le vol (1) la Seine (1) La Société du spectacle (52) Lacan (1) Land art (2) Larissa Chepitko (2) Larry Peerce (1) Las Vegas (1) Laurent Dauré (1) Le Figaro (1) Le Grand échiquier (1) Le Havre (1) le Livre (1) Led Zeppelin (1) Législatives 2024 (1) Lénine (5) Leningrad (1) Léo Malet (1) Léon la Lune (1) Leonardo da Vinci (1) Les Enfants terribles (1) LES GUERRES DE L'HISTOIRE (46) les Halles (3) Les Lèvres nues (2) Les Mendiants de la vie (1) lettrisme (1) Lev Koulechov (1) Liban (4) libéralisme (2) libéralisme-libertaire (3) Libération (4) Linux (1) Lip (1) Lisboa (1) Litvak (1) livre de coloriage (1) locomotive (1) Loui Daquin (2) Louis Aragon (1) Louis Daqui (1) Louis Janover (1) Louise Brooks (1) Luc Moullet (2) Luciano Emmer (6) Ludwig Meidner (1) Luigi di Gianni (1) Luis Buñuel (1) Luis Garrido-González (1) Lukacs (1) Luna park (3) Lune (1) luttes de classes (26) M. Castells (1) Mac Orlan (1) maccartysme (3) Macklemore (1) Macron (4) Madrid (3) maffia (2) mai 37 (2) Mai 68 (4) maison (1) Malcolm Lowry (2) Mali (1) Mallarmé (2) Man Ray (1) management (2) manifeste (1) MANIFESTE DU PARTI COMMUNISTE (1) manipulation (59) manouche (1) Mao (1) Marc Lenot (2) Marc Trevidic (1) Marcel Barrena (1) Marcel Mariën (2) Marcello Pagliero (2) MarcLenot (1) Marco Bellochio (1) Marcos Carrasquer (1) Marcuse (1) maréchal Joukov (2) Margaret Thatcher (1) Marguerite Duras (1) Maria Casares (1) maria zakharova (1) Marianne Nikolic (1) Marianne Oswald (1) Mario de Paoli (1) Mario Perniola (2) Maroc (4) Mars (1) Marshall McLuhan (2) Marta Barcía (1) marxisme occidental (3) marxisme oriental (2) Mau Mau (1) maudit (1) Maurice Barrès (1) Maurice Lemoine (1) Maurice Thorez (1) Maurice Wyckaert (1) Max Ernst (3) Maxime Vivas (1) Mazhit Begaline (1) McKinsey (1) Méditerranée (3) Mémoires (1) Mercury theatre (1) Mervyn LeRoy (1) Messali Hadj (1) metal (1) métavers occidentaliste (11) métro (2) meuble (1) México (3) Mexique (2) MI6 (1) Michael Christofferson (1) Michael Curtiz (1) Michael Jabara Carley (3) Michel Bron (1) Michel Collon (1) Michel Nieva (1) Michel Polac (1) Michel Santi (1) Michèle Bernstein (2) Mickael Seidman (1) Micky Vainilla (1) Microsft (1) Midwestern Marx Institut (1) Mikhaïl Romm (1) MILITAINMENT (2) MINÉRAUX (4) mineurs (1) Miriam Makeba (1) mise à jour (1) Mohamed Dahou (1) Moldavie (1) MoMA (4) monde paysan (1) Mongolie (1) Monika Karbowska (2) Montand (1) Montparnasse (5) mort (1) Moscou (2) Mossad (1) Mouloudji (1) Moustaki (1) moyen-âge (1) Mozambique (1) MTLD (1) muralisme (3) Museo Reina Sofía (1) musique (7) Musk (4) Mussolini (3) Nadia Léger (2) Naïm Areek (1) Naltchik (1) Naomi Klein (1) Naples (1) Narco Rubio (1) nationalisme arabe (1) Natylie Baldwin (1) nazis (12) NE TRAVAILLEZ JAMAIS (3) NED (10) Negrín (1) Negro theatre (1) Nel Bonilla (1) néoréalisme (1) NEP (1) New York (1) Nicaragua (1) Nicolàs Maduro (1) Nicolas Rambert (1) Nietszche (1) nihilisme (2) Nikola Lenivets (1) Nikolai Lutohin (1) Nikoloz Chenguelaïa (1) Nin (1) Nino Bizzari (2) Noboa (1) notions situationnistes (3) nouveaux philosophes (1) nouveaux réalistes (2) Nouvelle vague (3) Nuestra América (10) nuit (2) Nuland.Rand corporation (1) O Reino maravilhoso (1) Obiang (1) Occident (10) Occident terminal (23) Octobre 1917 (2) Odessa (8) Oleg Frelikh (2) Olga Rozanova (1) oligarque (3) Oliver Brax (1) Olivier Esmein (1) Olympiades (1) ONG (9) open source (1) opération Bagration (1) opération Barbarossa (2) Orson Welles (10) Oscar David Rojas Silva (1) Oscar Romero (1) OTAN (28) Otan culturelle (78) Oufkir (1) Ouighours (1) Ourense (3) ouvrières (3) Ouzbekistan (2) Pablo Heraklio (8) Pablo Neruda (1) Paco Periñan (1) Pacôme Thiellement (1) Pacte de Varsovie (1) pacte germano-soviétique (3) Paix (1) Palantir (7) Palestine (18) panafricanisme (1) Pancho Villa (1) Pape François (1) paperclip (2) Paris (14) Paris contre New York (2) Paris et l'Esprit (34) Parti Socialiste (2) Pascal Lottaz (1) passage (1) Patrick Le Lay (1) Patrick Walberg (1) Pau (1) Paul Czinner (1) Paul Muni (1) Paul Preston (2) Paul Robeson (1) Paul Vaillant-Couturier (1) Paul Valéry (1) Paul Virilio (1) Paula Barreiro López (1) Pauline Detuncq (1) Pays de Galles (1) paysage industriel (1) PCE (3) PCF (6) PCP (1) pédagogie (1) Pedro SANCHEZ (1) Pedro URRACA (1) peinture (18) Peixoto (1) Pere Portabella (1) Perestroika (1) périphérique (2) Perk Sarkissian (1) Perón (1) Perry Anderson (1) personnalisme (2) pétainisme transcendental (1) Peter Burger (1) Peter Capusotto (1) Peter Thiel (1) Peter Watkins (1) petite bourgeoisie (7) Petrodollar (1) pétrole (2) Philippe Soupault (1) Philippines (1) photographe (3) Picabia (1) Picasso (2) Piconha (1) Piero della Francesca (1) Pierpoljak (1) Pierre Clémenti (1) Pierre Gaudibert (1) Pierre Stambul (1) Pinochet (1) Pirosmani (1) pizza (1) Place Pinel (2) Plaine Saint-Denis (3) plan quinquennal (2) planisme (1) plastique (2) ploutocratie (2) Pol Pot (1) Pola Negri (2) pollution (1) Pologne (6) Polytechnique (2) Pont-Neuf (1) Pop Art (9) Portugal (2) post-68 (3) poterie (1) POUM (2) Preuves (1) Printemps de Prague (1) Printemps des Peuples (1) Prison planétaire (1) prix Nobel (1) Proche-Orient (4) production (5) profit (1) prolétaires (16) propagande (11) prostitution (1) protest song (1) Proust (1) PSOE (1) PSUC (3) psychogéographie (38) Punk (2) Puteaux (1) Quichotte (5) quinqui (1) quotidien (4) Qwant (1) racisme (4) Radovan Ivsic (1) Ralph Bakshi (1) Ralph Rumney (1) Raoul Hausmann (2) Raoul Vaneigem (1) Rassemblement national (1) Ratzinger (1) Raúl Antonio Capote (1) Rauschenberg (1) Raval (1) Ravesh Vora (1) Raymond Aron (1) RDC (3) réalisme socialiste (9) RebeldeMule (1) Recalcati (1) réception du situationnisme (9) Reconstruction (2) Régis de Castelnau (2) Reitaillau (1) René Eichenlaub (1) René Gabriel (1) René Vautier (1) Renzo Vespigniani (1) Reporters sans Frontières (2) Résistance (4) Restany (1) révolution allemande (1) révolution bolivarienne (2) Révolution espagnole (3) Révolution française (2) Révolution mathématique (1) révolution russe (2) Reza Dormishian (1) Richard Attenborough (1) Rigadin (1) Robert Delaunay (1) Robert Filliou (1) Robert Kagan (1) Roberta Alexander (1) Roberto Conesa (1) Roberto Rossellini (1) Robespierre (1) rocaille (1) rock progressif (2) rockabilly (1) Roger Caillois (2) Roger Langlais (1) Roger Leenhardt (2) Roger Stéphane (1) Roger Vadim (1) Roger Vailland (2) Roger Vitrac (1) Rojava (1) Roma (1) Romain Migus (1) Roman Cieslewicz (1) roman policier (1) romantisme (2) Rome (3) Ron Naiwed (1) Rosta (1) Roumanie (5) Rowland Brown (1) RSF (2) rue (3) rue Blomet (2) rue de la Colonie (1) rue du Château (1) rue Galande (2) Rue Mouffetard (2) Ruedo Ibérico (1) Russie (28) russophobie (2) Rwanda (1) Ryanair (1) Sacha Guitry (1) Safe city (1) Sahara (2) Sahra Wagenknecht (1) Saint-Germain-des-Prés (8) Saint-Ouen (1) Sainte-Beuve (1) Salazar (1) Santa Cruz de Tenerife (2) Santiago Carrillo (2) science fiction (4) Scott RITTER (1) sculpture (1) SED (1) Sénégal (1) Serbie (1) Serge Korber (1) Serge Charchoune (1) Serge Guilbaut (2) Sergueï Bondartchouk (2) Sergueï Chepik (1) Sergueï Guerassimov (1) Sergueï Ouroussevski (2) Sergueï Paradjanov (8) Shpikovsky (1) Sibériade (3) sida (1) sionisme (1) sionisme révisionniste (1) Siqueiros (1) situation construite (2) situationnisme (2) Skakespeare (1) skinhead (2) Slovaquie (1) social-traître (1) socialisme (5) société des loisirs (1) sociologie (1) Solidarnosc (1) Sophie Bessis (1) souveraineté (2) SPD (1) spéculation (1) Srebrenica (1) Staline (2) Stanislav Lem (1) Stanislav Rostotsky (2) Stérin (1) Stokely Carmichael (1) strassenfilm (1) Strougatski (1) structuralisme (1) Strzeminski (1) suicide (1) supermarché (1) supertemporalité lettriste (1) supertemporalité situationniste (10) suprémacisme (2) suprématisme (4) Sur le passage... (1) surréalisme (16) Suzanne Schiffman (1) Swift (1) syndicat (3) synth-disco (1) synthèse des arts (7) Syrie (11) système nerveux planétaire (1) Tabou (1) Taipei (1) Taiwan (1) Tatiano Lioznova (1) Tatlin (2) Taverne des Révoltés (1) Tbilissi (1) Tchécoslovaquie (1) terrain vague (2) terrorisme (8) Texaco (1) Thaïlande (2) théâtre (1) théologie de la libération (4) théoricisme (1) théorie-fantôme (1) Thermonator (1) think tank (1) Thomas Deltombe (1) Thomas Gilou (1) Tibet (1) titre (1) Tocqueville (1) Togliatti (2) Tonneau d'or (2) Tony Blair (1) torture (6) TotalEnergie (1) totalitarisme (2) Totality (1) Tour Eiffel (1) tract (1) trahison (1) Traité de savoir-vivre à l'usage des jeunes générations (1) Transition espagnole (10) Tristan Tzara (1) Tropiques (24) Trotsky (1) Trump (14) Tsai Ming-liang (1) Turkmenistan (2) Turquie (1) Txema García (1) UE (3) UGT (1) UJFP (1) Ukraine (27) UNAM (1) underground (2) unio mystica (2) Union Européenne (3) urbanisme (7) urbanisme unitaire (10) Uribe (1) URSS (82) US (1) USA (90) USAID (13) utopie capitaliste (25) val do Salas (1) Valérie Pozner (1) Valerio Zurlini (1) Valéry Inkijinoff (1) Vali Myers (1) Vallauris (1) Valle-Inclán (2) Vasil Bilak (1) Vassili Grossman (2) Venezuela (9) Venise (2) Verín (1) Vichy 1940 (1) Víctor Erice (1) Victor Sarkis (2) Vienne (1) Vietnam (7) Vigo (1) Vijay Prashad (1) ville/sujet (21) Villeglé (1) viol (3) Viridiana (1) VKhUTEMAS (1) Vladimir Caller (1) Vladimir Maïakovski (3) Vladimir Motyl (1) Vladimir Tarasov (8) vodka (1) Von der Leyen (2) Von Sternberg (1) Vsevolod Poudovkine (1) Walt Disney (1) Walter Benjamin (1) Warhol (1) Weimar (1) Wenzel Hablik (1) Wesley Clark (1) Wifredo Lam (1) Wikileaks (1) William A. Wellman (1) William Kristol (1) Withney Webb (1) wokisme (4) Wurlitzer (4) WWI (9) WWII (47) WWIII (33) Xinjiang (1) XIXe siècle (1) XVIIe siècle (1) Yambo Ouologuem (1) Yannick Bellon (1) Yevgeni Urbansky (1) Yougoslavie (2) Youri Ozerov (1) Yuli Raizman (1) Yves Boisset (1) Yves Klein (3) Zeev Jabotinsky (1) Zizek (1) Zone (5)

Situationnisme(s): réceptions, documents et influences

  • Archivo hispano situacionista
  • Situationniste blog
  • Situationnist research
  • Surrealismo internacional

Paris

  • https://www.paris-unplugged.fr/

Films du Grand Satan

  • Mosfilm
  • Cinerusia

Histoire de l'art

  • https://www.youtube.com/c/PrefigurationsOfficiel

Géopolitique, histoire et philosophie

  • Geopolítica actual
  • Antiimperialistas
  • Tropiques
  • Café marxiste
  • Consortium news
  • The communists (UK)
  • Republica galega

FORMULAIRE DE CONTACT

Nom

E-mail *

Message *

Thème Voyages. Fourni par Blogger.