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dimanche 26 octobre 2025

Las históricas conexiones entre las élites europeas y el nazismo

 FUENTE : https://observatoriocrisis.com/2025/05/07/las-historicas-conexiones-entre-las-elites-europeas-y-el-nazismo/

El abuelo del nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, formó parte de la  Schutzabteilung, la fuerza paramilitar nazi de las camisas pardas

REVISTA MISIÓN VERDAD

El rastro del Tercer Reich continúa pulcro en Europa. La sangre, el dinero, sus ideas aun palpitan y circulan en el continente que sirvió de cuna al fascismo, cuyo legado recorrió el resto del siglo XX tras la Segunda Guerra Mundial y sigue latente entre las élites gobernantes actuales del bloque europeo. En el marco del 80 aniversario del Día de la Victoria, que conmemora la derrota del nazismo y el fascismo europeo a manos de la Unión Soviética, esta tendencia se torna más que evidente.

Pero se trata de una certeza oculta, adrede, por parte de las mismas élites europeas que la repiten incansablemente como ciclo político, económico y cultural.

Cuando la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin en 1945 se inició un proceso simbólico de «desnazificación» en Alemania y otros países que estuvieron bajo el control nazi. Sin embargo, lo que no se menciona tan frecuentemente es que muchas figuras claves del Tercer Reich lograron evitar el castigo por sus crímenes, y que incluso fueron absorbidas por las nuevas estructuras políticas, militares y económicas surgidas en Europa occidental durante la posguerra.

Hoy, 80 años después, existen indicios preocupantes de cómo ciertos elementos ideológicos, redes personales y dinámicas de poder asociadas con el nazismo continúan influyendo en los círculos de poder europeos.

DE BERLÍN A BRUSELAS: RATLINES Y LA INTEGRACIÓN DE CRIMINALES NAZIS

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial miles de criminales de guerra nazis escaparon de la justicia gracias a las llamadas Ratlines («rutas de rata»), vías secretas organizadas principalmente por sectores del Vaticano, servicios de inteligencia occidentales —incluidos los estadounidenses— y redes de la ultraderecha europea.

Las Ratlines permitieron que altos funcionarios nazis, entre ellos miembros de las SS y gestores de los campos de concentración, huyeran hacia las Américas y otros continentes.

Pero no todos escaparon. Muchos permanecieron en Europa y, lejos de ser perseguidos, fueron reclutados por las potencias occidentales para colaborar en la Guerra Fría contra la Unión Soviética.

La OTAN, fundada en 1949, incorporó a antiguos oficiales de alto rango del ejército alemán (Wehrmacht) e, incluso, a miembros de las SS como Reinhard Gehlen, quien dirigió una red de espionaje alemán contra la Unión Soviética, posteriormente absorbida por Estados Unidos.

Un estudio titulado Nazism, NATO and West-European Integration – Correlation revela cómo exoficiales alemanes fueron reinsertados en puestos neurálgicos dentro de la estructura atlantista. Asimismo, historiadores han documentado casos como el del general Hans Speidel, jefe del Comando Supremo Aliado en Europa (Saceur), quien combatió junto a Erwin Rommel en África y fue rehabilitado por las potencias occidentales.

Esta integración operativa y simbólica marcó el comienzo de una normalización tácita del pasado nazi dentro de las instituciones europeas, con el principal respaldo de Estados Unidos, autodeclarado victorioso de la Segunda Guerra Mundial.

EL CAPITAL DE AYER Y HOY FINANCIÓ AL FÜHRER

Una de las páginas menos conocidas de la historia del nazismo es su estrecha relación con la élite empresarial alemana. Durante los años 1930 grandes conglomerados industriales como Krupp, Thyssen, IG Farben y Siemens no solo financiaron la llegada de Hitler al poder sino que también se beneficiaron enormemente del régimen nazi explotando mano de obra esclava en campos de concentración y lucrándose con la producción del complejo industrial-militar.

Como señala el artículo de Jacobin titulado «Nazi Billionaires: Capitalism Under Hitler«, estas empresas no solo sobrevivieron a la derrota del Reich sino que se convirtieron en pilares del «milagro económico» alemán de la posguerra.

Más aun: esta continuidad económica y política ayudó a moldear el desarrollo del capitalismo europeo contemporáneo estableciendo un modelo profundamente entrelazado con intereses corporativos que ya habían colaborado con el nazismo.

La élite económica alemana actual es directa heredera de los capitalistas colaboradores de los nazis, y algunos de ellos fueron parte de la nomenclatura gubernamental del Tercer Reich.

URSULA VON DER LEYEN, FRIEDRICH MERZ Y LOS FANTASMAS DEL PASADO

Un caso emblemático que ilustra esta persistencia del legado nazi en el establishment actual es el de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea al día de hoy.

Su padre, Ernst Albrecht, estuvo íntimamente vinculado con la administración nazi trabajando en la ocupación de Holanda —actualmente Países Bajos—. A pesar de este oscuro pasado, él no solo logró reinventarse políticamente sino que llegó a ser presidente regional del estado federado de Baja Sajonia, funcionario de la Unión Europea y mentor de Angela Merkel.

Según investigaciones periodísticas, Albrecht no solo evitó cargos por crímenes de guerra sino que recibió el perdón oficial por parte de las autoridades británicas debido a sus supuestas «contribuciones a la reconstrucción europea».

Este ejemplo muestra cómo individuos vinculados con el nazismo pudieron reintegrarse al sistema liberal europeo sin rendir cuentas públicas por su pasado, y contribuyeron a la formación de generaciones posteriores de líderes europeos.

Además, varios documentos históricos indican que el susodicho fue directa e indirectamente responsable de la masacre contra civiles holandeses y participó en decisiones que condujeron a ejecuciones sumarias.

El escritor y editor alemán Peter Kuras, en una nota publicada en 2021en Foreign Policy, escribió tajantemente:

«El árbol genealógico de von der Leyen traza un legado de poder y brutalidad que incorpora no solo a algunos de los nazis más importantes de Alemania sino también a algunos de los mayores traficantes de esclavos de Gran Bretaña y, a través del matrimonio, a algunos de los mayores propietarios de esclavos de Estados Unidos.

Von der Leyen desciende directamente de James Madison, quien poseía más de 200 esclavos cuando estalló la Guerra Civil.

Podría parecer mezquino condenar a alguien por su ascendencia: los pecados del padre, después de todo, no recaerán sobre el hijo o, en este caso, sobre la hija. Pero la propia von der Leyen ha invocado a estos antepasados sin pedir disculpas, sin pensarlo dos veces».

Pero hay más: el nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, cuenta con un antepasado directo que formaba parte del Partido Nazi: su abuelo, Josef Paul Sauvigny, se unió a la Schutzabteilung, la fuerza paramilitar nazi de camisas pardas, en julio de 1933, apenas seis meses después de que Hitler se convirtiera en canciller. También fue alcalde de Brilon durante el Tercer Reich, cuando mandó a rebautizar una arteria central de la ciudad con el nombre de Adolf-Hitler-Strasse.

¿Qué implicaciones tiene esto sobre la legitimidad moral de las instituciones actuales? Al parecer ninguna, con la conciencia europea tranquila, incluso apoyando a regímenes con una abierta filiación al nazismo y/o sus ideas prácticas.

EL NUEVO ORDEN DE HITLER Y EL PROYECTO DE LA UNIÓN EUROPEA

El denominado Nuevo Orden Europeo (Neuordnung) concebido por Hitler y sus asesores pretendía reestructurar el continente bajo principios de jerarquía racial, dominación económica y centralización política. Aunque grotescamente distorsionado por el racismo y el militarismo, este proyecto compartía rasgos estructurales con el actual diseño de la Unión Europea (UE).

En palabras del eurodiputado británico Gerard Batten, citado por The Independent, el plan original de la UE habría sido inspirado en parte por ideas desarrolladas por burócratas nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Si bien esta afirmación puede parecer exagerada, hay evidencia histórica de que ciertas estructuras burocráticas y modelos de integración económica fueron adoptados —y adaptados— por los arquitectos del proyecto europeo tras la guerra.

El Neuordnung buscaba crear un espacio económico común, dominado por Alemania, con instituciones centrales que impondrían normas uniformes a los países conquistados. Hoy la UE también opera con instituciones supranacionales —como la Comisión Europea o el Banco Central Europeo— que toman decisiones que afectan toda la comunidad, muchas veces sin consulta directa con los ciudadanos.

Además, el país bávaro ha sido durante años el principal líder económico de Europa y ombligo de la toma de decisiones del capitalismo europeo.

En este sentido, aunque los valores y objetivos sean diametralmente opuestos, las formas de organización resultan inquietantemente similares.

Especialmente desde la crisis financiera de 2008, la UE ha adoptado un enfoque burocrático y autoritario que recuerda —aunque en formas distintas— el centralismo germánico del siglo XX.

No se trata de equiparar literalmente ambas realidades sino de interrogarnos sobre qué modelos de poder y jerarquía se repiten históricamente en Europa. Y la tendencia parece clara, como lo escribió el poeta y político anticolonial Aimé Césaire en 1950:

«Quiérase o no, al final del callejón sin salida de Europa, quiero decir de la Europa de Adenauer, de Schuman, de Bidault y de algunos otros, está Hitler. Al final del capitalismo, deseoso de perpetuarse, está Hitler. Al final del humanismo formal y de la renuncia filosófica, está Hitler».

UCRANIA, GEOPOLÍTICA Y EL RETORNO DE LO PROHIBIDO

En el contexto de la guerra en Ucrania y el Dombás, otro aspecto crítico es el apoyo incondicional de las élites europeas a Kiev, que ignoran sistemáticamente la presencia de grupos neonazis y partidarios de la ideología banderista dentro del establishment ucraniano.

Organizaciones como el Batallón Azov, inicialmente paramilitar y con fuerte identidad nazi, han sido integradas oficialmente al ejército ucraniano, mientras que símbolos y discursos provenientes del nacionalismo extremista son celebrados por dirigentes europeos.

Existe una tendencia alarmante en los países bálticos y en Finlandia hacia movimientos ultraconservadores, revisionistas y abiertamente fascistas.

Además, parlamentarios europeos han financiado proyectos educativos y culturales en Ucrania que promueven la ideología de Stepan Bandera, colaborador ucraniano del hitlerismo durante la Operación Barbarroja, y figura venerada por muchos neonazis ucranianos.

Esta contradicción plantea preguntas incómodas para los mismos europeos: ¿Por qué se tolera el uso de símbolos fascistas cuando favorecen los intereses geopolíticos europeos, mientras se condena cualquier manifestación similar en territorio ruso o de otros adversarios?

¿No estamos asistiendo a una doble moral que legitima selectivamente ciertos fascismos en función de su utilidad estratégica?

EUROPA COMO REPETICIÓN ENCUBIERTA

La historia europea del siglo XX nos enseña que los regímenes fascistas no surgen de la nada; están arraigados en estructuras sociales, culturales y económicas que sobreviven a sus líderes. Las élites europeas actuales, tanto políticas como económicas, no pueden lavar su pasado sin enfrentar honestamente las raíces oscuras que aun laten en el corazón del proyecto europeo.

Desde la integración de antiguos nazis en la OTAN hasta las conexiones familiares de figuras claves como Ursula von der Leyen, pasando por las estructuras institucionales que recuerdan al Neuordnung hitleriano, queda claro que el legado del nazismo está muy presente en la Europa contemporánea.

Hoy más que nunca, en un momento de auge fascista en Occidente, y a conveniencia con todo lo que significa el Día de la Victoria, a 80 años de la caída del Tercer Reich, se hace necesario revisar estos legados y romper con aquellas lógicas de poder, exclusión y violencia sistémica que, bajo nuevas formas, siguen determinando el rumbo de Europa. Así lo escribía Césaire, como si estuviera hablando de las élites europeas del siglo XXI, para concluir:

«Sí, valdría la pena estudiar, clínicamente, con detalle, las formas de actuar de Hitler y del hitlerismo, y revelarle al muy distinguido, muy humanista, muy cristiano burgués del siglo XX que lleva consigo un Hitler y que lo ignora, que Hitler lo habita, que Hitler es su demonio, que, si lo vitupera, es por falta de lógica, y que en el fondo lo que no le perdona a Hitler no es el crimen en sí, el crimen contra el hombre, no es la humillación del hombre en sí sino el crimen contra el hombre blanco, es la humillación del hombre blanco, y haber aplicado en Europa procedimientos colonialistas que hasta ahora solo concernían a los árabes de Argelia, a los coolies de la India y a los negros de África».

vendredi 17 octobre 2025

Ryanair y la segunda ola de desmontaje de la soberanía

mardi 17 décembre 2024

Allemagne – bouleversements dans Die Linke au congrès 2024 : une raison d’espérer ?

 SOURCE: https://www.initiative-communiste.fr/articles/europe-capital/allemagne-bouleversements-dans-die-linke-au-congres-2024-une-raison-desperer/

Un an après les départs autour de Sahra Wagenknecht, il y a eu une nouvelle vague de départs au sein de Die LINKE (la gauche en allemand). Cette fois ci avec la grande différence que ce sont les éléments les plus réactionnaires et bellicistes qui quittent le parti à la suite de deux congrès importants. Après des années de défaites pour les éléments marxistes-léninistes de Die LINKE, il y a de nouveau de l´espoir.

Cet article peut sembler un peu long, mais c’est nécessaire pour connaître les raisons et contradictions qui mènent aux mouvements que l´on peut observer et pour réellement comprendre ce qui se passe. Vu que la situation de la gauche en Allemagne est complètement différente de la situation française, je vais d´abord devoir un peu parler d´histoire.

L´histoire du Parti Die Linke

Après la libération en mai 1945, le grand KPD (Kommunistische Partei Deutschlands) qui avait agi dans l´illégalité depuis 1933 s’est reconstitué partout en Allemagne. Comme conséquence des « douze ans de dictature fasciste et six ans de guerres d’´Hitler » le KPD et le SPD (Sozialdemokratische Partei Deutschlands) fusionnèrent en 1946 dans la zone d´occupation soviétique pour que plus jamais la réaction n´arrive au pouvoir et pour construire le socialisme. Ce nouveau parti du nom de Sozialistische Einheitspartei Deutschlands (SED) ou « parti de l´unité socialiste d´Allemagne » devint la première force politique en RDA.

Le SPD des zones d´occupation de l´Ouest, corrompu et contrôlé par les impérialistes occidentaux, n’a pas pu faire cause commune avec le KPD qui fut même interdit en Allemagne de l’Ouest en 1956 par le grand démocrate Adenauer. 

https://www.die-linke.de/partei/parteidemokratie/zusammenschluesse/kommunistische-plattform/

Après la chute du mur de protection antifasciste de Berlin, le SED avait approximativement deux millions de membres (sur une population de seize millions) et devint le PDS (“Partei des Demokratischen Sozialismus”). Ce fut un changement drastique. La tête du Parti fut complètement remplacée. Les nouveaux dirigeants participèrent à l´hystérie générale contre la RDA. Des camarades méritants furent exclus parce qu´ils avaient eu des fonctions importantes en RDA et dans les organes qui avaient défendu la RDA avec dévouement (armée, gardes-frontières, sécurité d´État et personnes affiliées), sans parler des anciens dirigeants comme Erich Honecker ou Heinz Kessler, carrément abandonnés à la réaction. Mais pour un bon nombre de communistes convaincus, abandonner ce parti ne fut pas une option, même si les réformistes dominèrent le terrain. Très vite, la Kommunistische Plattform (KPF) ou « plateforme communiste » s´est formée, qui regroupe jusqu´à aujourd’hui´ceux qui veulent « préserver et développer la pensée marxiste au sein du parti », lutter contre l´anticommunisme, pour la paix et qui ne veulent pas laisser le parti aux vautours. Juste après sa création, la KPF avait 5000 membres et Sara Wagenknecht, alors très jeune et qui codirigeait cette plateforme, échangea d’ailleurs à l’époque avec Georges Gastaud qui co-animait alors en France le Comité Erich Honecker de Solidarité Internationaliste. 

En 2007, le PDS fusionna avec un parti ouest-allemand (le WASG, auquel appartenait Oskar Lafontaine, ex-dirigeant de la gauche du SPD) pour créer Die LINKE.

Dans Die LINKE il est autorisé de se regrouper pour constituer des courants.  Avec le temps, plusieurs courants reconnus par Die LINKE se sont formés au sein du parti, qui jouent un rôle important.

Le vote Die Linke en 2017

Die Linke et le DKP

Les communistes marxistes-léninistes d´Allemagne sont organisés majoritairement dans le DKP ou dans Die LINKE et sa plateforme communiste KPF. Le DKP (“Deutsche Kommunistische Partei”), qui est beaucoup plus petit que Die LINKE, s´est formé en Allemagne de l’Ouest après l’interdiction du KPD et a toujours été un parti marxiste-léniniste. La raison pour la division du mouvement communiste en SED-PDS (aujourd´hui Die LINKE) et le DKP est donc d´origine historique. Un parti vient de l´Est et l´autre de l’Ouest. Les membres du DKP ne veulent pas adhérer à Die LINKE, car le parti est dirigé en grande partie par des liquidateurs réformistes sans ligne de classe qui sympathisent avec l´axe UE-OTAN. De leur côté, les communistes de Die LINKE, ne veulent pas abandonner le parti car ce serait un immense cadeau pour les liquidateurs et le camp bourgeois en général.

Personnellement, je comprends bien les deux côtés. Il y a beaucoup de contacts chaleureux entre les deux partis. Les membres du KPF souhaitent le mieux pour le DKP et les membres du DKP souhaitent que Die LINKE devienne à nouveau un parti qui combat sans hésitation pour la paix et le socialisme. 

La différence principale est que les membres du DKP sont pessimistes et n´ont plus d´espoir dans Die LINKE et que les communistes dans Die LINKE voient que le combat n´est pas encore décidé et ont encore de l’espoir.

Les années 2021 à 2023

Fin 2021 : Klaus Lederer et ses amis (ceux qui viennent de quitter le parti), qui se regroupaient dans la « Progressive LINKE » (« gauche progressiste »), contrôlaient sans partage la Die LINKE de Berlin depuis des années. Après les élections de 2021 ils renouvelèrent la participation de Die LINKE au gouvernement du Land de Berlin. Lors des mêmes élections il y avait eu un référendum à Berlin sur l´expropriation des grands groupes immobiliers à Berlin approuvé par 59,1% des Berlinois qui voyaient leur existence en danger en raison d´une explosion des loyers.

Mais il était clair dès le début que le nouveau gouvernement allait ignorer ce référendum.

Déjà à l´époque, le gouvernement de Berlin menait des campagnes assimilant les critiques d´Israël à de l´antisémistisme. Défendre les colons de la théocratie fasciste tenait depuis toujours à cœur à la « progressive LINKE ». Il faut savoir, que les « progressive LINKE » appartiennent à une idéologie spéciale à l’Allemagne : les « Antideutsche » ou anti-Allemands. Cette idéologie est une forme spéciale du nationalisme bourgeois, une sorte de nationalisme allemand à l’envers. Comme le nationalisme bourgeois « ordinaire », elle dit que l´Allemagne est unique et différente des autres pays. Sauf que d´après cette idéologie, l’Allemagne serait le mal incarné. Elle part de l´idée que par essence, tous les Allemands sont un ramassis de nazis. Cette idéologie est à l´opposé de la vision matérialiste du monde et mystifie le peuple allemand qui porterait le nazisme dans son ADN. Pour contrer cela, le soutien à Israël devient comme une offrande pour purger l´Allemagne du mal. Tout ce qui n´est pas un soutien inconditionnel à Israël serait du nazisme. Sauf que derrière Israël il y a les USA. Donc en pratique, tout ce qui n´est pas un soutien inconditionnel à l´impérialisme US serait du nazisme. Une haine FANATIQUE de tout ce qui contrarie les ambitions des États-Unis : voici l´essence des « Antideutsche » et donc des « progressive LINKE » autour de Klaus Lederer. Cette idéologie est incorporée depuis longtemps dans le système politique et médiatique. Le soutien inconditionnel à Israël est reconnu comme « raison d´État » par la bourgeoisie allemande.

La « progressive LINKE » participa au gouvernement de Berlin sur une base anti-sociale et impérialiste.

Le congrès fédéral de Die LINKE 2022 fut un point bas pour le parti. Les va-t-en-guerre dominaient le discours et demandèrent des armes pour les nazis de Kiev. 

En octobre 2023 Sahra Wagenknecht et d´autres députés qui remettent en cause les livraisons d´armes quittèrent le parti. Les belliqueux croyaient avoir gagné définitivement. Sauf qu´il n´y avait pas le départ massif de ceux qui sont contre les livraisons d´armes qu´ils avaient espéré.

Ellen Brombacher – KPF Die Linke

Ellen Brombacher, figure connue de la KPF (Kommunistische Plattform) disait à peu près ceci lors d´une réunion publique cet octobre à Berlin : « Vous auriez dû voir le visage de Lederer quand il nous a vu après le départ de Wagenknecht. « Mais vous êtes encore là vous? », nous a-t-il demandé. » 

Beaucoup de membres de Die LINKE voulaient rester pour ne pas laisser le parti aux ennemis. Un bon nombre d´entre eux étaient membres depuis le temps de la RDA et le parti était depuis toujours une part importante de leurs vies. Ils ne voulaient également pas rejoindre le parti de Sahra Wagenknecht le BSW, parce qu´ils n´étaient pas d´accord avec elle sur d´autres points importants. Car Sahra Wagenknecht dit se réjouir de la réunification et du fait que la RDA n´existe plus. Elle a également des idées très libérales sur l´économie. Elle ne veut pas sortir de l´UE, croit en une « économie de marché sociale » et son modèle en matière de politique économique est Ludwig Erhard, ce qui est de la pure folie. Ludwig Erhard était un économiste qui commença sa carrière dans le IIIe Reich et devint ministre de l´économie de la RFA. Il accompagna le création d´une économie d´après-guerre sous tutelle des États-Unis et posa ainsi la base économique de l’asservissement de l´Allemagne par les grands monopoles (surtout américains) qui sont la véritable raison de la politique impérialiste allemande. 

Wagenknecht n’est également pas très claire sur la paix. Sa critique d´Israël est très réservée et elle a même dit qu´il faut faire de l´OTAN une « alliance défensive » au lieu de la liquider. En novembre 2024, le parti de Wagenknecht (BSW) en est déjà au point qu´ils ont annoncé vouloir constituer une coalition pour gouverner le Brandebourg avec le SPD. Dans un communiqué publié par les deux partis on peut lire ceci : « Nous sommes d’accord sur le fait que la capacité de défense de notre pays revêt une grande importance pour la paix et la sécurité et que la capacité de défense de la Bundeswehr doit être renforcée. C’est pourquoi nous soutenons la Bundeswehr et ses sites en Brandebourg. » Cela devrait être une déception pour les électeurs du BSW qui ont voté pour ce parti afin de ne pas voir l´OTAN s´implanter dans leur région.

Le congrès de Die LINKE fin octobre 2023 était différent de celui de 2022. L´ambiance vis-à-vis des livraisons d´armes à l´Ukraine avait changé. Presque plus personne se présentant pour un poste ou sur la liste des élections européennes n’osa se prononcer ouvertement pour des livraisons d´armes et ceux qui disaient y être favorables ne se faisaient pas élire (à l’exception des têtes de listes). Mais le très réactionnaire appareil du parti en place avait fait en sorte que les quatre premières places, à l’exception de la troisième position, soient réservées à des extrémistes pro-OTAN.

Dans ce but, ils avaient fait en sorte qu´il n´y ait aucune contre-candidature. Les délégués n´avaient même pas le droit de les questionner. La première place revint à l´ancien co-secrétaire du parti, un supporter du régime pronazi de Kiev. Les places deux et quatre n´étaient pas attribuées à des membres du parti qui ne disaient même pas vouloir le devenir. La deuxième place était attribuée à la fille d´un officier de la Bundeswehr qui vota entre autres pour des attaques directes contre le territoire russe au parlement européen. Seule la troisième personne de la liste était contre les livraisons d´armes.

Le congrès 2023 fut une mise en scène par les bureaucrates qui tiennent les ficelles et placent les membres devant des faits accomplis mais la position des délégués avait beaucoup changé.

Octobre 2024 : la base exige la paix, refuse des livraisons d’armes

En 2024 le refus vis-à-vis des livraisons d´armes devint de plus en plus important dans la population et dans le parti. 

Au congrès de Die LINKE Berlin du 11 octobre la paix dans le monde fut également discutée. Lederer et ses amis « Antideutsch » (“anti-allemands”) de la « progressive LINKE » étaient déterminés à défendre l´impérialisme américain sans compromis. Ils voulaient entre autres à tout prix accuser les manifestations pro-palestiniennes de soutenir un « antisémitisme éliminatoire ». Mais le congrès ne voulait pas de cet amendement. Enragés, Klaus Lederer (ancien maire adjoint de Berlin), Petra Pau (vice-présidente du Bundestag), une grande partie des députés du groupe parlementaire de Berlin et Elke Breitenbach (ancienne membre du gouvernement de Berlin) quittèrent la salle. Cette dernière, pourtant connue pour sa politesse, a tenu à faire un double doigt d’honneur à la salle avant de s´enfuir. 

Une semaine plus tard eut lieu le congrès fédéral de Die LINKE. Lors des élections pour le nouveau « Bundesvorstand » (une sorte de comité central), ceux qui avaient demandé ouvertement des livraisons d´armes les dernières années ne furent pas élus (à l’exception de Wulf Gallert). Mais pour l´élection de la double tête du parti, il n´y avait pas de contre-candidatures (comme un an auparavant lors de la liste pour les européennes). Par conséquent, les deux candidats instaurés par l’ancienne tête du parti ont été élus. Comme leurs prédécesseurs, il s’agit de gens qui mettent à peine en cause Israël et qui se montrent compréhensifs vis-à-vis de ceux qui demandent des armes pour les nazis en Ukraine. Des gens qui laissent les va-t-en-guerre salir l´image du parti tout en disant à ceux qui sont pour la paix de ne pas porter leurs revendications car il faut préserver l´unité du Parti. 

Du point de vue du personnel politique, l’Établissement a pu préserver les postes les plus importants tout en perdant de l´influence dans le Bundesvorstand (comité central).

Tout de même, on a pu voir que la paix avait gagné du terrain lors du débat autour du nouveau programme. La KPF (Kommunistische Plattform) avait déposé une motion qui parlait de l´histoire du conflit en Ukraine, visait à éliminer la haine antirusse et insistait sur le rôle historique du militarisme allemand. Bien évidemment, l’ancienne tête du parti posa un contre-amendement qui visait à éliminer tous les points importants de celui de la KPF. Le contre-amendement n´a pas été adopté avec 41% pour et 44% contre, ce qui fut une défaite pour l´ancienne tête du parti. Mais l´amendement de la KPF qui fut présenté dans sa version initiale n´a également pas été accepté (40% pour et 51% contre). Ces résultats sont tout de même un grand bond en avant par rapport aux dernières années et montre qu’une part de plus en plus importante des délégués ne suivent plus la tête du parti et veulent défendre une ligne de paix. D´autant plus qu’un autre amendement de la KPF a été repris, insistant sur la nécessité de ne pas laisser des missiles américains sur le sol allemand, de dissoudre l´OTAN et d´être « sans si ni mais contre toutes livraisons d´armes à l´Ukraine et à Israël ». Ces mots clairs n´auraient pas été possibles il y a encore deux ans. D´un côté les délégués votent des résolutions qui deviennent de plus en plus claires en ce qui concerne la paix, de l´autre ils votent toujours pour des personnes qui sont plus ou moins contre la paix. Lors d´une conférence publique, Ellen Brombacher de la KPF a dit ne pas avoir d’explication pour cette contradiction. Une raison importante devrait être que la plupart du temps, les dirigeants placent leurs candidats avec le soutien de tout l´appareil du parti et des médias bourgeois et qu´aucun « inconnu » n´ose présenter une contre-candidature.

Le 23 octobre, quelques jours après le congrès fédéral, Klaus Lederer, Elke Breitenbach et les mêmes parlementaires qui avaient quitté la salle lors du congrès de Die LINKE Berlin quelques jours auparavant quittèrent le parti. Ils donnèrent comme raison que le parti ne se distanciait plus assez de l’antisémitisme et le refus de solidarité avec l’Ukraine. Il ne s´agit pour l´instant que de figures politiques de Berlin. Les « progressive LINKE » d´autres régions du pays sont restés dans le parti. Mais cela reste tout de même très important pour Berlin, car ces mêmes gens avaient le contrôle du parti à Berlin il n’y a pas longtemps.

En réaction à cela, la nouvelle double tête (du parti au niveau fédéral) et d´autres éléments très réactionnaires ont demandé publiquement à ceux qui sont partis de revenir. En attendant, ces derniers ont déjà annoncé ne pas vouloir rendre leurs mandats de députés à Die LINKE alors qu´ils l´avaient demandé aux députés regroupés autour de Wagenknecht il y a un an à peine. 

L´avenir du parti reste difficile à prédire. Les liquidateurs ont toujours une emprise sur celui-ci, quoique moins ferme. Une grande partie du personnel embauché par le parti, qui a également beaucoup d´influence, est toujours en place et sera difficile à dégager dans tous les cas. Il reste à voir comment se développera le parti lors des prochains congrès et lors des élections anticipées qui s´annoncent au niveau fédéral, qui pourraient complètement faire couler le parti. S’il y a plus de départs de gens comme Lederer et compagnie, s’il y a des contre-candidats et si les membres commencent à voter pour des candidats en accord avec leurs idées politiques avant qu´il ne soit trop tard, cela pourrait sauver le parti. Si la tête du parti n´est pas remplacée et que les mêmes continuent à contrôler le parti et à le représenter à l’extérieur, il continuera de s’enfoncer dans le marécage de l’insignifiance politique.

Pour le moment, le camp de la paix semble avoir le vent en poupe, mais les larbins de l´UE-OTAN gardent les postes-clés.