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dimanche 26 octobre 2025

« Dernière heure ». Inscriptions sur l’horloge : « Communisme », « Capital ».

  Archives 

L’image d’un capitaliste gros et désagréable, coiffé invariablement d’un haut-de-forme, s’est imposée en URSS après la Révolution de 1917 et a peu évolué au fil des décennies. Et pour de très bonnes raisons on pense toujours à Churchill : faisant tirer sur les ouvriers, affamant les Indiens et fomentant son plan de démantèlement de l'URSS avec les restes de l'armée allemande en 1945. 

vendredi 17 octobre 2025

Ryanair y la segunda ola de desmontaje de la soberanía

jeudi 4 septembre 2025

Prólogo del libro «La gran guerra de clases» de Jacques R. Pauwels escrito por Concepción Cruz Rojo y editado por Boltxe Liburuak



 Desde que se escribió este prólogo ocurrieron numerosos acontecimientos geoestratégicos. 
En 2025 los degolladores no fueron parados en Siria por los rusos, pero el desfile del 3 de septiembre en Beijing deja claro que el hegemón ya no va a bailar tanto a sus anchas.  
 

 

PRÓLOGO: https://boltxe.eus/2024/12/prologo-del-libro-la-gran-guerra-de-clases-de-jacques-r-pauwels-escrito-por-concepcion-cruz-rojo-y-editado-por-boltxe-liburuak/

L’élite financière a massivement soutenu la montée du fascisme, ou comment l’histoire est censurée [ Annie Lacroix-Riz ]

 SOURCE: https://www.initiative-communiste.fr/articles/culture-debats/lelite-financiere-a-massivement-soutenu-la-montee-du-fascisme-ou-comment-lhistoire-est-censuree-annie-lacroix-riz/

 Dans un entretien accordé le 18 juillet 2025 sur la chaîne youtube suisse Espoir et dignité TV notre camarade l’historienne Annie Lacroix-Riz apporte une brillante démonstration des falsifications de l’histoire de la Deuxième Guerre mondiale. 


 Des falsifications qui visent à masquer combien la classe capitaliste et en particulier l’élite financière a massivement soutenu la montée du fascisme et la collaboration. Une histoire qui pourtant doit être connue en 2025 alors que les mêmes mécanismes amènent à nouveau la France, l’Europe et le monde vers le même gouffre.


 

Bibliographie :

  • David Glantz, La Guerre germano-soviétique 1941-1945 : Mythes et réalités, traduction française, Paris, Delga 2022. Bibliographie complète, https://en.wikipedia.org/wiki/David_M._Glantz
  • Joseph E. Davies, Mission to Moscow, London, Victor Gollancz Limited, 1945 (dont entrée du 23 juin 1941, pour ses confidences à Roosevelt sur les perspectives de victoire soviétique, p. 303.
  • Lénine, L’impérialisme, stade suprême du capitalisme, https://www.initiative-communiste.fr/wp-content/uploads/2016/10/Limp%C3%A9rialisme-stade-supr%C3%A8me-du-Capitalisme.pdf et diverses versions en ligne
  • Olivier Wieviorka, exemple-type d’historien médiatique sans archives (toutes les références sont de seconde main), conseiller attitré de l’histoire télévisuelle, selon lequel les Américains ont libéré la France, https://isp.cnrs.fr/project/wieviorka-olivier/
  • Les ouvrages d’Annie Lacroix-Riz, notamment sur la Deuxième Guerre mondiale, https://www.dunod.com/livres-annie-lacroix-riz (comportant tous référence à la lettre du général Doyen (pas de Huntziger, mais le ministère de la Guerre partageait cet avis), rédigée par Armand Bérard) à Pétain, 16 juillet 1941, note annexe au rapport 556 du général Doyen à Koeltz et Pétain, DSA, Wiesbaden, 16 juillet 1941, W3, instruction et procès de la Haute Cour de Justice, vol. 210, Archives nationales).

mardi 11 mars 2025

Ciencia ficción capitalista, más de lo mismo

 SIN novedad: nadie escapa del espectáculo.

Los valores individualistas del humano antoconstruido -del emprededor de sí mismo cuya versión cool se desgrana en biografías de artista, de rockero, etc- apuntan siempre al mismo modelo anarcocapitalista de Ayn Rand que el pobre Gary Cooper, sin entender muy bien su papel, interpretaba en The Foutain/El Manantial: un arquitecto al que nadie doblegará su voluntad y que, contra todos si hace falta, construirá su sueño, en este caso arquitectónico. Los arquitectos son la encarnación heroíca del emprededor, la mejor figura, la del demiurgo de carne capaz de darle al capitalismo una figura civilizacional o por lo menos con algo de trascendencia. El libro de Aynd Rand, una anticomunista feroz salida de la Rusia blanca, es la biblia capitalista del país del destino manifiesto al que dios ha agraciado para arrasar hasta la última frontera, hasta Marte empuja Musk. Esta temporada, El Brutalista, biopic de un arquitecto judío europeo salido de un campo de concentración, va del mismo rollo de redención, redención, los yankees no saben contar otra historia.  

1943


Por lo visto Ciencia ficción capitalista de Michel Nieva crítica la ciencia ficción capitalista al descubrir que efectivamente es una vertiente de lo que me gusta llamar, con Mark Fisher, realismo capitalista con Mark Fisher, o espectáculo con Guy Debord. Parece ser que la crítica del librito pierde fuelle rapidamente y el de la reseña de abajo quería más. Pero merece la pena ir más lejos? Musk con sus fantasias marcianas suena a rancio, a occidente terminal, da para unas risas como en este video. 


 



FUENTE: https://www.ccyberdark.net/10228/ciencia-ficcion-capitalista-como-los-multimillonarios-nos-salvaran-del-fin-del-mundo-de-michel-nieva/

Ciencia ficción capitalista. Cómo los multimillonarios nos salvarán del fin del mundo, de Michel Nieva

Ciencia ficción capitalista 

La única vez que he hablado en mi vida con el por lo demás admirable Jorge Herralde, tras cumplir con el motivo que nos había reunido con Luis Goytisolo, saqué el tema de la literatura de ciencia ficción y él lo rechazó con elegante firmeza. Después su editorial, Anagrama (supongo que ya no bajo su guía directa por pura lógica de edad), ha sido ejemplo de esa travesía a la que hemos asistido en los últimos años: esconder el término «ciencia ficción» en cualquiera de sus publicaciones, luego mencionarlo para negarlo («no se trata de ciencia ficción, sino…»), más tarde utilizar el incluso más abominable «una obra que trasciende la ciencia ficción», después admitir su existencia como algo de interés folklórico (véase la publicación de biografías de autores a los que a su vez no se publica) y finalmente aceptarlo al punto de dar a luz, como en el caso que nos ocupa, un ensayo sobre el género que incluye la etiqueta en su propio título. En el fondo para decir que es caca, pero de una valiosa forma más sofisticada.

Michel Nieva es un interesante autor argentino al que tenía pendiente leer. Aquí, en las primeras sesenta páginas de este breve volumen, pura y simplemente da en el clavo. Me parece muy difícil que cualquier análisis del impacto y la relevancia de la cf en los próximos años en términos más allá de lo literario no pasen por el concepto de «ciencia ficción capitalista» que Nieva desarrolla de forma impecable. Porque esa es una de las cuestiones clave para entender la ciencia ficción: es literatura, sí, y como tal hay que juzgarla, pero también es algo más, sí, y en esos términos tiene un potencial mayor que el del 95% de lo que se publica como literatura.

En resumen, Nieva lanza la idea de que el capitalismo tecnológico (lo que genéricamente solemos denominar como Silicon Valley) se ha apropiado del lenguaje de la ciencia ficción, y además utiliza buena parte de sus especulaciones como justificación para sus actos. ¿Que viene el cambio climático? Bien, la ciencia siempre podrá inventarse algo. ¿Que nos cargamos el planeta? Bueno, llevamos siglos soñando con llevarnos el tinglado a otra parte. Con dinero y talento emprendedor, amigos, todo puede solucionarse.

«Mientras el capital condena a los trabajadores del mundo a un presente perpetuo de inestabilidad, incertidumbre y endeudamiento, son los multimillonarios los únicos capaces de avizorar y monetizar ese porvenir. Así, la ciencia ficción capitalista es la violencia que restringe el monopolio de imaginar nuestro futuro a las corporaciones», afirma de manera tajante y, a mi juicio, poco discutible. El argumento de Nieva camina en la misma línea de diversos trabajos publicados en Estados Unidos para explicar la famosa afirmación de por qué es más fácil pensar en el fin del mundo que en el del capitalismo. Cómo la imaginería de la cf, consolidada en la opinión pública, es utilizada por las nuevas elites económicas para ofrecer un sueño de futuro en medio de un presente sin esperanza (también para ti, amigo proletario, empieza a lamer botas, porque el ascensor social existe en nuestro sistema, ja, ja). Todo parte de un proceso que no menciona pero está implícito en su argumentación: algunos frikis pasaron de ser los desheredados de la Tierra a los dueños del mundo, de que se les rieran en el instituto a mandar cohetes quizá hasta Marte para crear ahí su nueva utopía. Admito el uso de este término aquí en su acepción chestertoniana: la utopía de los señores que mandan en ella probablemente es la pesadilla de los subordinados.

Nieva acierta al denunciar la aporía del razonamiento dominante según el cual el mismo sistema y las mismas tecnologías que han destruido el planeta pueden ser los que salven a la humanidad y colonicen ordenadamente otros mundos. Y también al mencionar precedentes no del todo obvios: la idea germinal de Hugo Gernsback de que «el destinatario natural» de la ciencia ficción fuera el empresario, el emprendedor; la mitología ciberpunk del llanero solitario triunfante en un entorno incomprensible para los demás; incluso la participación de Arthur C. Clarke en el desarrollo de los satélites, «el punto nodal entre ciencia ficción y capitalismo (…) la primera tecnología que privatizó Estados Unidos y liberó al usufructo corporativo». También se permite bromear sobre la posibilidad de que el «componente especulativo» de la ciencia ficción hiciera referencia a la especulación financiera, y concluye: «¿Será la ciencia ficción una fase superior del capitalismo, la asociación más virtuosa entre empresariado, tecnología y literatura?».

Guau. Nosotros pensando en nuestras cositas y resulta que esos autores que no puedes comprar en las librerías, los que nuestros propios lectores más jóvenes no conocen, son el faro que guía el sendero del futuro para los tipos que aparentemente lo diseñan. Y todo suena verosímil, cuadra, está justificado en las declaraciones de interesados como el granujilla de Elon Musk, etc. Mis dieses hasta aquí, en resumen.

El problema del librito de Nieva es que las setenta páginas posteriores, más de la mitad del libro, no son tan efectivas. Mientras en las primeras abundan los datos, se cita a autores del género de forma acertada, se hila un discurso, en las siguientes, interesantes por lo demás, tengo la impresión de que ha pegado cuatro textos escritos sobre temas tenuemente asociados que no tienen la misma relevancia y solidez, aunque estén vagamente relacionados y completen la extensión de librito. Y si no es así, entonces en cualquier caso no sigue a la misma altura.

El primero de los capítulos posteriores, «Cambio climático. El gran orgullo del hombre blanco», es el más interesante, a partir de la idea de que la narrativa apocalíptica es una fantasía blanca masculina cisheterosexual, ya que sólo el macho empresario se ve capaz (ja, ja de nuevo) de ponerle remedio. A partir de algunas tendencias como la de hacer barbacoas para quemar todo el carbón posible porque así somos los machotes (es cierto, existe), Nieva desarrolla esa ideal central sin argumentarla mucho más allá de algunas publicaciones entorno a la idea del «ecopragmatismo», realmente asquerosa, pero el texto no pasa de describir del tema.

Muchos más problemas me plantea «Ciencia ficción comunista o socialismo interplanetario», que es un articulito con muy importantes carencias. Si en las páginas anteriores Nieva mostraba conocimiento del género y apenas cometía nada más que un error significativo (al calificar a Judith Merrill como autora de ciencia ficción «dura»), aquí el autor ignora por completo la existencia de una escuela «izquierdista» de cf estadounidense, por desconocimiento o por no encajar con el discurso global que quiere transmitir con el volumen.

El capítulo se centra en explicar la (por otro lado, absolutamente memorable) historia de la Cuarta Internacional Posadista, un movimiento argentino que pretendía fusionar comunismo con ufología. Por lo que relata Nieva, la historia daría para uno de esos libritos de historia y ascopena de Eric Vuillard, y no la destripo porque es extremadamente curiosa. Pero el hecho de que cite a los Posadistas y derivados como única alternativa «al monopolio de la imaginación cósmica de la ciencia ficción capitalista» demuestra que no conoce o no quiere dar valor porque contradicen su argumentario a Frederick Pohl, Robert Sheckley, Iain Banks, Ken McLeod y tantos otros si nos limitamos estrictamente a la cf anglosajona.

En particular, se echa de menos que Nieva dé cancha sin cuestionarlos a algunos razonamientos totalmente contrarios a un concepto tan en vigor en la cf como el de «el bosque oscuro», popularizado sobre todo por el chino Cixin Liu, porque de hecho no menciona ni una sola vez a ningún escritor de cf no anglosajón, lo que parece un tanto contradictorio con sus planteamientos (si bien es cierto que el fundamento de la cf capitalista está donde está, es decir, en la tradición estadounidense).

Luego, tanto «Ciencia ficción capitalista, fase superior del colonialismo» como el Epílogo (una suerte de relato metaficticio en que se aplica lo anterior) me resultan bastante ajenos. El razonamiento de fondo del capítulo es que los pueblos indígenas, «los sobrevivientes del fin del mundo que trajeron el capitalismo y el colonialismo son los únicos portadores de la sabiduría que ilustra formas diferentes de habilitar este y otros planetas de cara a un final irreversible».

A mí como lector de ciencia ficción el que se remita a la Pachamama (literalmente, no es un decir) como referente para el futuro desarrollo de la humanidad se me hace bastante cuesta arriba, quizá en mi condición de blanco (o no, según quien lo diga en USA), cisheterosexual miembro del grupo dominante etc. También porque, pese a todo, mantengo cierta fe en la ciencia en sí, más allá de su uso comercial.

Pero sobre todo me molesta que Nieva desconozca o prefiera ignorar lo muy interesada que ha estado la cf por otras formas de desarrollo social alternativas al capitalismo occidental, incluso en novelas tan conocidas como Dune o en la práctica totalidad de la obra de Jack Vance y buena parte de lo mejor de Robert Silverberg, sin olvidar tendencias actuales como el afrofuturismo, la obra de su paisana Angélica Gorodischer etc. Como en el capítulo anterior, Nieva no ha hecho los deberes y su tratamiento superficial, como de ocurrencia a la que pega sus propios intereses sin buscar más, contrasta con el de las primeras páginas, recordándonos otros lamentables acercamientos a la literatura de cf tomando el rábano por las hojas que hemos sufrido a lo largo de los años.

Ciencia ficción capitalista, en suma, abre puertas y es sin duda una aportación interesante, pero se cierra sólo como peldaño esperemos que a obras mayores. Para un lector ajeno al género probablemente despertará su interés por el fenómeno anómalo que supone la ciencia ficción, para el encallecido sólo aporta un desarrollo de una única idea interesante, para la que quizá habrían bastado treinta páginas.

Ciencia ficción capitalista. Cómo los multimillonarios nos salvarán del fin del mundo, de Michel Nieva (Anagrama, Nuevos cuadernos Anagrama 79, 2024)
144 pp. Bolsillo. 12,90€

 

mardi 17 décembre 2024

Le Congo-Zaïre ou le martyre infligé par le capitalisme

 SOURCE: https://joseseseko.overblog.com/2019/12/le-congo-zaire-ou-le-martyre-inflige-par-le-capitalisme.html


Publié par JoSeseSeko sur 18 Décembre 2019, 10:39am

Catégories : #Économie, #Politique, #Afrique, #Congo-Zaïre, #Capitalisme, #Libéralisme, #Industrie, #Minerais

Photo: Flickr/MONUSCO Photos

Photo: Flickr/MONUSCO Photos

La saisie de la justice états-unienne pour condamner cinq firmes high tech de blessures et d'exploitation d'enfants dans les mines de cobalt en République démocratique du Congo est une occasion pour rappeler au monde occidental capitaliste qu'il jouit de biens à travers un impérialisme génocidaire dont il s'en indiffère jusqu'à ce que ça lui revienne dans la gueule.

C'est une nouvelle qui ne comptera guère dans les esprits en France, mais elle mérite qu'on s'y attarde. L'organisation non gouvernementale (ONG) International Right Advocate a porté plainte, au nom de 14 parents et enfants de la République démocratique du Congo (RDC, ex-Zaïre), contre Apple, Google, Microsoft, Dell ou encore Tesla, auprès de la justice fédérale états-unienne pour travail forcé d'enfants dans les mines de cobalt avec fort risque de blessure ou de décès. Un procès qui promet d'être historique en raison des noms des firmes accusées (cf liens n°1, n°2, n°3).

Matières premières maudites!

Mais qu'est-ce que le cobalt? C'est un matériau fort utilisé dans les industries de pointe que sont l'informatique, la téléphonie mobile, mais aussi l'automobile car il sert de composant à la fabrication de batteries au lithium. Et avec la montée de la demande en smartphones et surtout en voitures électriques dans le monde - d'où le fait que Tesla soit dans le box des accusés -, les fournisseurs se doivent d'accentuer la production et donc de dégrader les conditions d'exploitation. Or, pas moins de 60% des réserves mondiales de cobalt se trouvent dans la seule RDC. N'oublions pas un autre matériau fort précieux pour la haute technologie qu'est le coltan, dont 60 à 80% des réserves mondiales se trouvent également dans l'ex-Zaïre, attirant ainsi les convoitises des pays occidentaux ou de la Chine.

Vu leur utilité, la RDC devrait pouvoir afficher un niveau de développement faramineux. Que nenni! Ces ressources minières, et d'autres matières premières (cuivre, diamant, or, zinc, étain, pétrole, uranium, fer, manganèse, etc.) happées, voire pillées, seules les firmes multinationales en voient la couleur, tant elles dominent les structures économiques et sociales. Le Congo-Zaïre illustre à la fois l'impérialisme mené envers lui, comme envers plusieurs autres pays africains d'ailleurs, mais également ce que les économistes appellent le syndrome hollandais. C'est-à-dire un pays disposant d'une grande quantité de ressources naturelles mais demeurant incapable de pouvoir se développer car condamné à être un fournisseur en matières premières et non à mettre en place une industrie locale puissante, excepté peut-être l'industrie  minière comme "vache à lait" pour un pouvoir local corrompu et au service d'autres continents. Reste à savoir si la réforme du code minier en RDC, votée en 2018 sous la fin de la présidence de Joseph Kabila et les ambitions de Félix Tshisekedi en matière de politique industrielle seraient en mesure de changer la donne. Ce dont on peut, hélas, en douter.

Une indifférence sanglante

Mais surtout, ce qui est frappant, en tant que personne d'origine congo-zaïroise, c'est l'indifférence qui s'observe au niveau médiatique ou politique sur le pays le plus peuplé de la francophonie, qui souffre de martyre depuis le milieu des années 1990. Et malgré les efforts du docteur Denis Mukwege, prix Nobel de la paix en 2018, pour exposer la situation, avec des estimations allant de 6 à 12 millions de morts, notamment dans l'Est du pays, concentrant l'essentiel des mines de coltan plus d'autres matériaux, le viol des femmes comme arme de guerre, etc. un silence coupable dure. Pourquoi? Ce serait exposer la culpabilité du Rwanda voisin, dont le génocide des tutsis en 1994 a déstabilisé l'Afrique des Grands Lacs et que Paul Kagame, protégé par plusieurs pays occidentaux, a profité de la fuite de génocidaires hutus dans l'Est du Congo-Zaïre pour intervenir dans ce pays, en espérant y mettre un pantin au pouvoir à Kinshasa. Ce qu'il pensait faire avec Laurent-Désiré Kabila, chassant Joseph-Désiré Mobutu en 1997, mais Kabila père ne voulut pas jouer ce rôle, provoquant ainsi une guerre de 1998 à 2003, puis plusieurs rébellions dans les années qui suivirent, avec son allié Yoweri Museveni, président de l'Ouganda, prétextant également la présence de rebelles comme les Forces démocratiques alliées sévissant autour de la ville de Béni, au Nord-Kivu (cf lien n°4).

Que ce soit des groupes rebelles étrangers ou des rebelles locaux appuyés par des pays voisins, ou même l'armée congolaise, ainsi que la police, le racket est leur règle d'or pour pouvoir s'enrichir et continuer à foutre le bordel dans l'Est du Congo-Zaïre. C'est ce que rappelle une étude de l'ONG IPIS en 2017, où près d'un millier de barrages routiers existent dans les provinces du Nord-Kivu et du Sud-Kivu, générant plusieurs millions de dollars de revenus.

En tout cas, face à cette indifférence sanglante - "l'indifférence, c'est la haine doublée du mensonge" -, certains artistes d'origine congo-zaïroise tels Kalash Criminel, Naza ou Gradur ont lancé des messages sur les réseaux sociaux pour alerter sur ce sujet (cf lien n°5). Certains esprits chagrins diront que c'est délivré par des smartphones ou ordinateurs contenant probablement du matériau congolais et du sang de mineurs congolais exploités et que c'est par conséquent contradictoire. Cependant, ces artistes-là sont, je pense, conscients de cela. Je n'échappe pas non plus à cette contradiction. Mais je veux en tirer une réflexion pour améliorer leur condition. Ce qui peut amener à se poser la question du dépassement du capitalisme par exemple.

Laboratoires d’influence : les think tanks sont-ils des lobbys comme les autres ?

 SOURCE: https://multinationales.org/fr/enquetes/think-tanks-laboratoires-d-influence/

Les think tanks sont devenus des acteurs majeurs du débat politique, mais leurs liens privilégiés avec le monde des affaires et l’absence d’une régulation adéquate contre les abus en font aussi des véhicules de lobbying particulièrement commodes. Nouveau rapport de l’Observatoire des multinationales.

Publié le 9 mai 2023

Notre rapport Think tanks : laboratoires d’influence montre que derrière l’apparence d’un « marché des idées » égalitaire et ouvert à tou·te·s, le monde des think tanks est profondément biaisé en faveur des acteurs disposant des moyens financiers les plus conséquents, à savoir les grandes entreprises. Cela vaut même pour des think tanks historiquement ancrés à gauche. Le rôle des thinks tanks s’est renforcé à mesure que les gouvernements réduisaient les crédits à la recherche publique et menaient des politiques de réduction du nombre des fonctionnaires, privant les administrations des compétences internes nécessaires pour mener leurs missions.

Les politiques de financement et de recrutement des think tanks et les liens privilégiés noués aussi bien avec les grands groupes qu’avec les responsables politiques en font des viviers de conflits d’intérêts. Les liens d’intérêts sont rarement explicités comme tels alors que les personnalités de think tanks sont cesse appelées à s’exprimer dans les médias ou dans des événements publics.

Pour les entreprises, les think tanks sont un outil de lobbying très spécifique qui permet d’influencer indirectement ou directement les décideurs principalement à travers le cadrage et le filtrage du débat public et médiatique : quels sujets seront débattus et feront la une des médias, sur quelles données on se basera, quelles questions seront posées, quelles options seront envisagées et lesquelles ne le seront pas... Cette influence est d’autant plus efficace qu’elle se cache derrière une apparence d’objectivité intellectuelle et de recherche de l’intérêt général.

Les think tanks, à travers les événements publics ou privés qu’ils organisent et directement à travers la composition de leurs organes de gouvernance, sont aussi des lieux d’entre-soi entre dirigeants publics et privés, ces derniers bénéficiant ainsi d’un accès privilégié aux décideurs·ses.

Pour toutes ces raisons, il semblerait normal que les think tanks soient soumis aux mêmes règles de transparence et de déontologie que la plupart des autres acteurs du lobbying et des structures d’expertise jouant un rôle dans les décisions publiques. Ce n’est pas le cas aujourd’hui. La plupart des think tanks ne sont pas inscrits dans les registres de transparence du lobbying français et européens, et il n’y a pas d’obligations de transparence ni sur les liens financiers entre entreprises et think tanks, ni sur les liens d’intérêts des « expert·e·s » que ces derniers mobilisent.

La cerise sur le gâteau est qu’une grande partie du travail d’influence effectué par les think tanks est financé directement ou indirectement par le contribuable, à travers des subventions publiques ou à travers le crédit d’impôt mécénat qui permet aux entreprises de récupérer 60 % des dons qu’elles leur versent.

lundi 9 décembre 2024

Le Royaume-Uni et ses crimes contre l’humanité à travers l’histoire

 Source: https://www.legrandsoir.info/le-royaume-uni-et-ses-crimes-contre-l-humanite-a-travers-l-histoire.html


 
 

Plus personne n’ignore le rôle macabre que le Royaume-Uni joue dans les événements tragiques qui ont lieu en Ukraine.

Fin novembre 2023, David Arakhamia, qui n’est personne d’autre que le chef de la fraction parlementaire du parti de Volodymyr Zelensky « Serviteur du Peuple », a évoqué dans une interview accordée à la chaîne de télévision ukrainienne « 1+1 » les circonstances des négociations entre la Russie et l’Ukraine qui ont eu lieu à Istanbul en mars-mai 2022 alors qu’il était à la tête de la délégation ukrainienne.

Arakhamia se souvient de la position des Russes à l’époque : « Ils ont espéré presque jusqu’au dernier moment que nous allions accepter la neutralité. Cela était leur objectif principal. Ils étaient prêts à terminer la guerre si nous prenions la neutralité - comme la Finlande autre fois - et si nous prenions des obligations de ne pas entrer dans l’OTAN ».

En parlant des raisons de l’annulation de l’accord il n’en a évoqué qu’une seule sérieuse - la visite du premier ministre britannique Boris Johnson à Kiev, le 15 novembre 2022 : « ...Boris Johnson est venu à Kiev et a dit que « nous ne signerons rien du tout avec eux. Nous allons, tout simplement, faire la guerre ».

Il est à noter que le parlementaire n’a pas prononcé un seul mot concernant le massacre de Boutcha. Et, rappelons-nous, l’unique version officielle de Kiev et du camp « atlantiste » de l’époque de la raison de l’arrêt des pourparlers avec les Russes et de l’annulation de l’accord d’Istanbul était le prétendu « massacre de la population civile perpétré par des troupes russes à Boutcha ».

Ce bras droit de Zelensky termine son interview avec la grande fierté d’avoir dupé la délégation russe : « Nous avons accompli notre mission de faire trainer les choses avec la note 8 sur 10. Ils se sont [les russes] décontractés, sont partis - et nous avons pris la direction de la solution militaire ».

Cette révélation a fait découvrir au grand public ukrainien stupéfait la réalité de la guerre qui aurait pu aisément être arrêtée à ses débuts et que ce n’est qu’à l’initiative directe de l’Occident collectif via son émissaire Boris Johnson qu’elle a été relancée d’une manière forcée et a eu comme conséquences des centaines de milliers de morts ukrainiens et encore davantage de blessés graves et de mutilés, ainsi que la destruction quasi totale de l’économie et des infrastructures du pays. Il faudra des décennies au pays pour s’en remettre et revenir au niveau d’avant-guerre qui était déjà tout à fait déplorable.

Allocution du représentant de la Russie au conseil de sécurité de l’ONU

Ayant actuellement la présidence du Conseil de Sécurité de l’ONU, le Royaume-Uni a organisé, le 18 novembre 2024, une réunion sur l’Ukraine dédiée à 1000 jours depuis « l’agression de l’Ukraine par la Russie ».

Il y a beaucoup à dire sur les donneurs de leçon sur « la paix, la démocratie et les droits de l’homme » produite par les représentants de l’île britannique. Cela étant, dans ces pages je ne me limiterai qu’à l’exposition de la traduction intégrale de l’allocution de Vasiliy Nebenzia, représentant permanent de la Fédération de Russie à la réunion du conseil de sécurité de l’ONU sur l’Ukraine, qui expose précisément à qui nous avons affaire, quand on parle de la couronne britannique, et je ne rajouterai que quelques faits supplémentaires pour compléter la vision de la réalité souvent méconnue par un grand nombre de lecteurs :

« Monsieur le Président,

Il y a un certain symbolisme dans le fait que ce sont nos collègues britanniques qui présideront le Conseil de sécurité ce mois-ci, qui ont insisté pour que la réunion d’aujourd’hui coïncide avec 1 000 jours depuis que la crise ukrainienne est entrée dans une phase chaude. Nous avons, une fois de plus, eu une excellente occasion de nous assurer que, pour vous et vos collègues, il ne s’agit que d’un prétexte médiatique accrocheur pour diffamer la Russie, en y accrochant ces étiquettes éculées qui, comme on pouvait s’y attendre, abondaient dans les discours des membres occidentaux du Conseil. Et dans votre pays – la Grande-Bretagne – la russophobie a longtemps été élevée au rang de politique d’État, bien avant février 2022.

Permettez-moi de vous rappeler qu’en préparant la réunion d’aujourd’hui, vous avez manqué une autre occasion médiatique, bien plus importante dans le contexte de la crise ukrainienne que la date que vous avez choisie. Vendredi dernier, le 15 novembre, cela faisait exactement 950 jours depuis la visite de l’ancien chef du gouvernement britannique Boris Johnson à Kiev, lorsque, comme nous le savons tous avec certitude, il avait dissuadé le chef du régime de Kiev de signer un accord de paix avec la Russie, paraphée à Istanbul, qui mettrait un terme aux hostilités. Nous en étions alors très proches. En signe de bonne volonté, la Russie a même retiré ses troupes du nord de l’Ukraine, notamment à proximité immédiate de Kiev.

En d’autres termes, 50 jours après le début de notre opération militaire spéciale, alors que les pertes dans les rangs des forces armées ukrainiennes n’étaient pas si importantes, les opérations militaires avaient toutes les chances de prendre fin, sans l’intervention du Premier ministre britannique, qui a convaincu Zelensky qu’il devait continuer à se battre et qu’avec l’aide et le soutien des pays occidentaux il pourrait bien infliger à la Russie une défaite stratégique, ce qui intéressait précisément le Premier ministre britannique et ses complices occidentaux. Et pour expliquer d’une manière ou d’une autre un tel tournant de l’opinion publique ukrainienne et mondiale, avec la participation directe des services de renseignement britanniques et des médias, une provocation absolument maladroite a été concoctée à Boutcha, où, après le retrait de l’armée russe, des cadavres de personnes ont été amenés et étalés dans les rues, dont personne n’a pris la peine d’expliquer l’origine et la véritable cause du décès, malgré nos requêtes répétées.

De manière générale, il s’avère que la Grande-Bretagne a poussé le régime de Kiev vers une défaite inévitable, provoquant son choix en faveur de la poursuite de la confrontation avec la Russie. Je pense qu’en Ukraine, ils n’oublieront pas avant longtemps que c’est à cause des actions de votre pays que cet État se trouve aujourd’hui dans une situation économique terrible, a perdu la majeure partie de son armée et de son équipement militaire, et a également perdu au moins quatre régions, en plus de celle qui a été libérée en 2014 de la Crimée ukrainienne.

Les Ukrainiens ont depuis longtemps cessé de vouloir se battre ; l’armée ukrainienne a oublié depuis deux ans ce que sont les volontaires et le régime de Kiev, ayant empêché les hommes de quitter le pays, attrape aujourd’hui dans les rues les réfractaires, y compris en utilisant des armes à feu, et les envoie de force vers le hachoir à viande inutile et pratiquement sans préparation. Le front oriental des forces armées ukrainiennes dans le Donbass s’effondre sous nos yeux. Vous êtes bien conscient du rythme d’avancée de notre armée, et le régime de Zelensky, essayant de maintenir le soutien de l’Occident, a fait une incursion absolument insensée dans la région de Koursk et a tenté de s’emparer et de faire exploser la centrale nucléaire de Koursk, ce qui a coûté aux forces armées plusieurs dizaines de milliers de soldats bien entraînés. Cette aventure a été une erreur fatale et n’a fait qu’accélérer l’inévitable future défaite de l’Ukraine sur le champ de bataille, qu’aucune nouvelle arme occidentale ne pourra l’aider à éviter.

Les initiateurs de la réunion d’aujourd’hui devraient, par souci de transparence, partager avec nous les fabuleux bénéfices financiers que la Grande-Bretagne a reçus pendant près de trois ans de soutien militaire à l’Ukraine, comment vos sociétés d’armement se sont enrichies grâce au sang et aux tragédies des Ukrainiens ordinaires, et comment votre ministère de la Défense a réussi à se débarrasser de vieux équipements militaires en le vendant à des prix faramineux à l’Ukraine en guerre, au lieu de dépenser des sommes considérables pour les recycler. Il serait également intéressant de parler de la corruption qui accompagne ces processus, dont on ne peut que deviner l’ampleur. Ainsi, comme l’écrivent les médias ukrainiens eux-mêmes, après la victoire de Donald Trump aux élections aux EU, la panique s’est installée au sein de l’élite ukrainienne, non seulement parce que les États-Unis pourraient reconsidérer leur aide à l’Ukraine, mais parce que les nouvelles autorités pourraient vouloir gérer tout cet argent qui était envoyé en Ukraine et procéder à un audit comptable complet de l’aide déjà fournie. Ce scénario, comme le notent unanimement les experts ukrainiens, est bien le plus terrible pour Zelensky, car une partie importante de l’aide est simplement volée et appropriée par le président ukrainien périmé et son entourage.

Si l’on considère que le volume de l’aide militaire de la Grande-Bretagne à la junte de Kiev depuis février 2022 s’élève à lui seul à 9,7 milliards de dollars, votre pays apporte sans aucun doute également sa contribution à la croissance de la corruption en Ukraine. Certes, il est peu probable que nous attendions des enquêtes pertinentes de la part des autorités britanniques, car dans de tels cas, comme nous le savons, le plus important pour les enquêteurs c’est de ne pas trouver des coupables chez eux.

Monsieur le Président, en fait, pour ceux qui connaissent l’histoire du Royaume-Uni, ses nombreuses années d’intervention en Ukraine, qui ont abouti aux actions mentionnées ci-dessus, ne constituent nullement une révélation. Après tout, le Royaume-Uni se moque profondément de ses voisins, provoquant la discorde entre les États et les peuples, puis soutenant certains d’entre eux contre d’autres, avec enthousiasme et le savoir-faire acquis dans ce domaine depuis des siècles - toutes vos anciennes colonies peuvent en parler avec éclat. Soit dit en passant, sur les 193 membres actuels de l’ONU, seuls 22 États peuvent se vanter que leur territoire n’ait jamais été envahi ni combattu par la Grande-Bretagne. Notre pays ne fait pas exception à la règle : la dernière invasion de ce type a été l’intervention britannique après les événements révolutionnaires de 1917, lorsque divers prédateurs et vautours ont tenté de mettre la Russie en pièces.

Mais nous avons survécu, nous en sommes sortis, sommes devenus plus forts et sommes désormais contraints de lutter contre une nouvelle intervention par procuration des membres de l’OTAN luttant contre la Russie en Ukraine, y compris la Grande-Bretagne. C’est ainsi que l’on peut percevoir non seulement l’injection continue d’armes dans le régime de Kiev et son alimentation en données de renseignement, mais aussi la présence d’instructeurs et de mercenaires britanniques, dont des centaines ont déjà été éliminés, ainsi que les tentatives de spécialistes britanniques de créer la production de drones, de missiles et de bateaux sans pilote en Ukraine.

Nous comprenons qu’au XXIe siècle, il est difficile de laisser l’Ukraine et la Russie tranquilles, car les gènes des colonialistes qui, pendant des siècles, ont semé le chaos en Asie, en Afrique et en Europe, font des ravages. Nous savons tous que l’Empire britannique a réprimé brutalement et cyniquement la résistance de ses colonies pendant 250 ans, recourant à l’assimilation forcée et à la discrimination raciale, oubliant les valeurs humaines simples et les droits des peuples sous sa domination. Ce sont les populations civiles des pays colonisés qui ont payé de leur vie et de leur liberté les ambitions impériales de la métropole.

Il suffit de rappeler le nettoyage ethnique en Irlande, alors que sur une population de plus de 1,5 millions d’habitants, il n’en restait plus que 850 000 après la conquête britannique. Et pendant la Seconde Guerre des Boers, au tournant des XIXe et XXe siècles, ce sont les Britanniques qui furent les premiers à inventer les camps de concentration et à y rassembler la population civile pour qu’elle n’aide pas l’armée des Boers. On ne sait pas combien de personnes sont mortes à cette époque, car les Britanniques ne considéraient pas la population indigène d’Afrique comme un peuple et, en principe, n’avaient pas comptabilisé les pertes parmi les Africains. Bien que l’on sache qu’au Kenya, après le soulèvement de Mau-Mau, les Britanniques ont mené des répressions massives, assassinant environ 300 000 représentants de cette nation et chassant encore un million et demi de personnes dans des camps et en les transformant en esclaves. Et en Inde, qui a subi d’énormes dégâts pendant la période de domination britannique, entre 15 et 29 millions de personnes ont été victimes de la famine provoquée par la seule Grande-Bretagne.

Les conséquences des actions des anciens colonialistes se font encore sentir dans le monde moderne. Et bien que les empires coloniaux appartiennent formellement au passé, les anciennes méthodes – pression, manipulation et ingérence dans les affaires souveraines – continuent d’être utilisées sous de nouvelles formes. Non seulement la Grande-Bretagne n’est pas ici une exception, mais plutôt un « créateur de tendances » et, malgré tout, elle connaît des douleurs fantômes pour un empire sur lequel « le soleil ne se couchait jamais », nostalgique de la domination mondiale perdue, recourt au chantage et aux sanctions, en collaboration avec des partisans partageant les mêmes idées. Les Franco-Saxons sont engagés dans le renversement de gouvernements indésirables par le biais de « révolutions de couleur », dont l’une des victimes fut l’Ukraine en 2014.

Nous disons tout cela pour souligner qu’il n’y a pas et ne peut pas y avoir de droit moral de blâmer ou de reprocher quoi que ce soit à notre pays, qui s’est donné pour mission de se débarrasser du « nid de frelons » nationaliste et néo-nazi que vous nourrissez à nos frontières. Jusqu’à ce que ces menaces, y compris l’absorption de l’Ukraine par l’OTAN, soient éliminées, jusqu’à ce que cesse la discrimination contre la population russophone basée sur la langue, la foi, l’histoire, jusqu’à ce que l’Ukraine cesse de blanchir et de glorifier les complices d’Hitler, notre opération spéciale se poursuivra. Ces objectifs seront atteints dans tous les cas, diplomatiquement ou militairement, quels que soient les plans et projets de « paix » développés en Occident dans le but de sauver l’acteur du divertissement Zelensky et sa clique. Et indépendamment de la frénésie militariste de l’administration démocratique qui, après avoir lamentablement perdu les élections présidentielles et perdu la confiance de la majeure partie de sa propre population, est, selon les médias, en train de délivrer des « autorisations » suicidaires au régime Zelensky d’utiliser des armes à longue portée pour frapper en profondeur le territoire russe. Peut-être que Joe Biden lui-même, pour de nombreuses raisons, n’a rien à perdre, mais la myopie des dirigeants britanniques et français, qui se précipitent pour jouer le jeu de l’administration sortante et entraînent non seulement leurs pays, mais aussi l’ensemble du pays de l’Europe vers une escalade à grande échelle aux conséquences extrêmement graves, est frappant. C’est exactement ce à quoi nos anciens « partenaires » occidentaux feraient bien de réfléchir avant qu’il ne soit trop tard.

Ceux qui ont récemment parlé d’une sorte de « gel » du front et de divers projets similaires aux « accords de Minsk » rejetés à un moment donné par l’Ukraine et ses patrons occidentaux devraient également s’en souvenir. Ne perdez pas de temps, nous n’avons plus aucune confiance en vous et nous nous contenterons que d’une solution qui éliminera les causes profondes de la crise ukrainienne et ne permettra pas qu’une telle situation se reproduise. Et nous vous conseillons d’oublier les tentatives visant à vaincre la Russie sur le champ de bataille. L’Europe a essayé de le faire à plusieurs reprises, et on sait comment cela a abouti à chaque fois. Merci de votre attention. »

Le supplément de la réalité sur la grande « démocratie » Britannique : le cannibalisme à l’occidental

En exposant la véritable nature profondément sordide et sanguinaire de la couronne britannique (à ne pas confondre la couronne et son appareil exécutif avec le peuple), il est à souligner que le représentant de la Russie au conseil de sécurité de l’ONU a fait une remarquable preuve d’amabilité et de retenue en décrivant les « exploits » du pouvoir britannique à travers l’histoire et jusqu’à ce jour.

Notamment, en parlant des 15-29 millions de morts dus à la famine orchestrée par les Britanniques en Inde, considéré en tant que « joyau de la Couronne » britannique, il n’a pas précisé que selon les études historiques les plus sérieuses, la colonisation britannique de l’Inde a causé en tout non pas 29 millions, mais dans les 165 millions de morts Indiens tant par la famine que par les conditions de travail comparables à celles des esclaves en faveur de l’ile britannique. Ne serait-ce qu’entre 1875 et 1900, environ 26 millions de personnes y ont été mis à mort.

Lorsque les statistiques dignes de ce nom sont apparues, l’espérance de vie en Inde en 1911 n’était que de 22 ans. Cependant, l’indicateur le plus éloquent était l’accessibilité des céréales alimentaires. Si en 1900, la consommation annuelle par habitant était de 200kg, à la veille de la Seconde guerre mondiale elle était déjà de 157kg. En 1946, elle est tombée encore plus - à 137 kg/hab. Soit, proportionnellement, le petit-fils mangeait 1,5-2 fois moins que son grand-père à l’époque.

Winston Churchill, le grand démocrate et combattant pour la liberté face à l’obscurantisme, disait : « Je hais les Indiens ! Ce sont des gens semblables à des bêtes avec une religion bestiale. La famine - c’est leur propre faute, car ils se reproduisent comme des lapins ! »

Cependant, les lapins ne sont pas à blâmer : la famine en Inde était due quasi exclusivement au fait qu’en près de 200 ans de sa présence parasitaire en Inde, la « Grande » Bretagne a pompé du territoire occupé l’équivalent de 200 milliards de dollars d’aujourd’hui. Pour apprécier la démesure de cette exploitation, il suffit de se rappeler, par exemple, le PIB des Etats-Unis d’Amérique qui en 2023 était de 27,36 milliards de dollars.

Le représentant de la Russie à l’ONU, n’a pas mentionné non plus l’un des plus importants génocides dans l’histoire de l’humanité, directement organisé par la couronne britannique. Celui des Chinois au XIXème siècle.

À la suite des deux « guerres de l’opium » menées par la Grande Bretagne (appuyées par la France), dont l’une des principales raisons était le déséquilibre de la balance commerciale en faveur de la Chine, le 25 octobre 1860, le traité de Pékin a été signé par le gouvernement Qing défait.

Hormis un grand nombre de concessions en faveur des Britanniques, dont l’expropriation de Hong-Kong, c’est, surtout, l’ouverture du marché chinois à la production occidentale qui a eu lieu. La marchandise qui pouvait égaliser la balance commerciale, apportant au passage de faramineux profits financiers aux britanniques, était l’opium. Ainsi, le flux constant de quantités gigantesques d’opium vendu par les Britanniques en Chine, via la porte d’entrée qui est devenue Hong-Kong, a été mis en place et a conduit vers une propagation sans égale de la toxicomanie parmi les populations. La propagation qui a directement mené vers une gravissime dégradation de l’état de santé de la nation chinoise et vers l’extinction massive de la population.

Il est difficile de quantifier précisément le nombre de morts causés par les vendeurs de drogues en faveur de la couronne britannique : selon les diverses études il se situe entre 20 et 100 millions de victimes.

Lors de la réunion au conseil de sécurité de l’ONU, Vasiliy Nebenzia, représentant permanent de la Russie aux Nations unies, n’a pas mentionné non plus la grande famine organisée en 1943 par la couronne britannique au Bengale. Au cours des sept premiers mois de 1943, 80 000 tonnes de céréales alimentaires ont été exportées du Bengale déjà affamé. Les autorités britanniques, craignant l’invasion japonaise, ont utilisé la tactique de la terre brûlée, en ayant pas le moindre scrupule vis-à-vis des populations locales laissées d’une manière préméditée à la mort certaine de faim. Non seulement la nourriture a été volée, mais également tous les bateaux capables de transporter plus de 10 personnes (66 500 navires au total) ont été confisqués, ce qui a mis à mort la pêche locale, ainsi que le système de transport par voie navigable que les bengalis utilisaient pour livrer de la nourriture. Une fois de plus, les chiffres précis de la politique britannique au Bengale sont inconnus - le nombre de morts de faim est estimé de 0,8 à 3,8 millions de personnes. Certains chercheurs indépendants estiment que même le nombre proche de 4 millions de morts qui vient des sources britanniques est inférieur à la réalité.

Par ailleurs, les débuts du supplice du Bengale sous l’occupation britannique ne date guère de 1943. Déjà en 1770, lors d’une sécheresse qui a tué environ un tiers de la population du Bengale - près de 10 millions de personnes - la Compagnie britannique des Indes orientales, qui a occupé le pays pendant cinq ans, n’a jamais envisagé de prendre la moindre mesure pour contrer la tragédie qui s’est déroulée sous ses yeux. Bien au contraire : pendant cette famine qui fait partie des plus importantes dans l’histoire de l’humanité, les fonctionnaires britanniques coloniaux sur place faisaient des rapports de bonheur et de satisfaction à leurs supérieurs à Londres sur l’augmentation de leurs revenus financiers grâce au commerce et à l’exportation de produits alimentaires depuis le Bengale.

Un grand nombre de crimes contre l’humanité perpétrés pas la couronne britannique à travers l’histoire ne sont pas comptabilisés sur ses pages qui ne recensent qu’une partie de ces derniers et qui n’ont eu lieu qu’avant la fin de la seconde guerre mondiale.

Il faut bien plus de pages pour décrire toutes les atrocités, y compris celles dès 1946 et à ce jour, commises par Londres vis-à-vis de tant de peuples sous le mode opératoire et la devise principale « diviser pour régner et tirer les profits », dont la dernière en date est sa participation directe et majore dans la mise en place des éléments menant au déclenchement inévitable de la guerre sur le territoire de l’Ukraine et à la pérennisation du conflit qui a déjà causé plus d’un million de morts, de mutilés et de blessés parmi les deux peuples-frères pour la plus grande satisfaction et profit des tireurs de ficelles anglo-saxons qui agissent en bande organisée de pyromanes mettant le monde à feu et à sang et en donnant au passage des leçons sur la paix, la démocratie, la liberté et les droits de l’homme.

Oleg Nesterenko
Président du CCIE (www.c-cie.eu)
(Ancien directeur de l’Institut International de la Reconstruction Anthropologique, ancien directeur de l’MBA)

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mercredi 13 novembre 2024

Noir et Blanc (I. Ivanov-Vano/L. Amalrik, 1933)


Maïakovski (1893-1930) est pour nous le poète devenu « la voix de 
la révolution bolchevique ». Ce court métrage a été réalisé avec 
des dessins du poète. En 1922, 
Maïakovski reçut l'autorisation officielle de voyager en Amérique. 
Il a vu de ses propres yeux l'Amérique modernisée et industrialisée 
des années 1920, mais, en même temps, a condamné sans relâche 
les injustices sociales dans une série de sketchs humoristiques, 
de réflexions et de poèmes. 
En chemin, il s'est arrêté à Cuba, où les Américains contrôlaient 
à l'époque l'industrie du sucre et du tabac. 
Son film "Noir et Blanc" raconte l'histoire du petit Willy, 
qui fait la terrible erreur de demander au roi du sucre blanc 
M. Gros Nez.
Seules quelques parties du film ont été sauvegardées, tandis que 
l'enregistrement audio a été complètement perdu. Les responsables de 
la restauration du film ont décidé d'utiliser à cet effet un extrait de 
la représentation de "Parfois,je me sens comme un enfant sans mère" 
enregistré en 1949 par Paul Robeson au Théâtre Tchaïkovski de Moscou.
L'enregistrement actuel provient d'une émission diffusée à la télévision 
grecque - des moments de la télévision grecque désormais oubliés.