Article épinglé

jeudi 17 juillet 2025

Guy Debord et la Flotte de la Méditerranée

 

 "J'aimerai bien une mitrailleuse lourde, car mon domicile est un excellent poste de tir pour s'amuser contre la 6º flotte U.S. de la Flotte de la Méditerranée qui recommence à offenser ma vue et ce qui me reste de bon goût, en revenant s'ancrer dans la baie, avec leur imbéciles quarante-huit étoiles qui se ressemblent toutes."

Extrait d'une lettre de Guy Debord à Ivan Chtcheglov, Cannes, 1953. 
Reproduit dans Guy Debord, Le marquis de Sade à des yeux de fille, 2004, p. 128.
 
 
 

 

mercredi 16 juillet 2025

Notes sur Les Enfants Terribles

 Fragments du Manifeste pour une construction de situations de Guy Debord  (sept. 1953):

Le prestige des Enfants terribles sur toute une génération tient finalement au climat créé par une construction inusitée d'un lieu, et le parti pris d'y vivre exclusivement : une chambre abstraite, une ville chinoise aux murailles de paravents. "Une seule chambre île déserte entourée de linoléum" (page 163). Une phrase du livre révèle clairement toutes les chances d'aventures contenues dans une maison, à la suite d'une "erreur" dans les plans classiques de l'architecture: "Ils avaient remarqué une de ses vertus, et non la moindre: la galerie dérivait en tous sens, comme un navire amarré sur une seule ancre. Lorsqu'on se retrouvait dans n'importe quelle autre pièce il devenait impossible de la situer et, lorsqu'on y pénétrait, de se rendre compte de sa position para rapport aux autres pièces" (page 159). 

Guy Debord, Oeuvres, pp. 108-109. 

Épars dans le siècle, des signes d'un nouveau comportement se manifestent. Ils crient dans le fracas. EN MARGE de l'Histoire, de ces bombes qu'ont jetées les petites nihilistes russes pendues à quinze ans; ou dans le récit fermé des Enfants terribles et leur inceste inaccompli, ou dans la façon émouvante et burlesque de vivre de quelques personnes que j'ai bien connues. 

Il faut établir  une description complète de ces comportements et parvenir jusqu'à leur lois.

Idem, p. 112. 

lundi 7 juillet 2025

SILICON VALLEY QUIERE COLONIZAR LA LUNA PARA SU DISTOPÍA ENERGÉTICA


Misión Verdad | 01 de julio 2025

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Convertir la Luna en un gigantesco centro de datos es la propuesta que el ingeniero Omar Shams detalla en su ensayo «La Luna debería ser una computadora«, publicado el 18 de abril de 2025 en la revista «Palladium».

La premisa parte de un hecho verificable —cuanto más poder de cómputo reciben los modelos de inteligencia artificial, mejores son sus resultados— y proyecta una consecuencia drástica: la demanda energética crecerá tan rápido que, tarde o temprano, la Tierra se quedará corta.

La «solución» consiste en extraer silicio de la luna, desplegar fábricas robotizadas y cubrir el satélite con millones de chips alimentados por paneles solares, todo bajo control estadounidense.

Este planteamiento no llega desde un laboratorio neutral. Palladium opera con respaldo financiero e ideológico del inversor Peter Thiel, fundador de PayPal y Palantir, una figura central del movimiento neorreaccionario que promueve modelos de gobierno tecnocráticos y corporativamente dictatoriales.

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La fiebre del silicio que busca colonizar la luna

El ensayo de Shams arranca con un diagnóstico que, a primera vista, parece incontrovertible. Los modelos de inteligencia artificial mejoran cuando se les da más compute, es decir, la potencia de cálculo disponible para entrenar o ejecutar modelos de IA. En la jerga del sector se habla de leyes de escalado: duplicas la cantidad de chips o de datos y, casi mágicamente, el rendimiento sube en proporción logarítmica. Esta regla empírica respalda inversiones colosales.

Elon Musk ya construye en Memphis el superordenador Colossus, con 100 mil GPU H100 de Nvidia y un consumo estimado de 150 MW, equivalente a 7% de la demanda eléctrica de San Francisco.

Microsoft, por su parte, proyecta gastar 80 mil millones de dólares en nuevos centros de datos durante 2025, mientras que Amazon destinará al menos 11 mil millones en Georgia para infraestructura orientada en IA. La conclusión de Shams es que, si la tendencia continúa, la Tierra se quedará pequeña.

Una GPU (unidad de procesamiento gráfico) es un chip especializado en realizar miles de operaciones de forma simultánea, ideal para entrenar redes neuronales; cada H100 puede costar más de 30 mil dólares.

Ese salto retórico introduce la primera fisura lógica. El autor presenta la curva de demanda energética como un destino ineludible, sin considerar la opción de frenar o regular el apetito corporativo por cómputo.

En vez de discutir eficiencia o límites políticos al despliegue masivo de IA, propone externalizar el problema fuera del planeta. Aquí aparece la Luna como «territorio de expansión natural», con abundante silicio y espacio de sobra para desplegar paneles solares.

La narrativa se apoya en la caída del coste de enviar carga a órbita —de 50 mil dólares a unos 3 mil dólares por kilo gracias a SpaceX—, presentada como prueba de que la ingeniería ya no es una barrera real.

En el plano energético, Shams admite un obstáculo termodinámico. Todas las computadoras generan calor residual y, si multiplicamos por millones la potencia actual, ese calor podría elevar la temperatura media global varios grados. El autor cita el llamado límite de Landauer para sostener que la eficiencia física del silicio topará con un muro antes de 2080. Pero su respuesta es desplazarse hacia la Luna en lugar de cuestionar la premisa de crecimiento infinito.

Otro dato clave es el giro hacia la energía nuclear. Constellation Energy y Microsoft firmaron un acuerdo a 20 años para reactivar la planta nuclear Three Mile Island y aportar 835 megavatios exclusivamente a centros de IA. Shams lo celebra como paso necesario, y lo exhibe como prueba de que, antes de que la Tierra se quede sin reservas, será imprescindible buscar nuevas fuentes energéticas más allá del planeta.

El ensayo no menciona en absoluto el Tratado sobre el espacio ultraterrestre de 1967, que prohíbe la apropiación nacional de cuerpos celestes, ni aclara cuál régimen de propiedad se aplicaría a un satélite forrado de chips.

La distribución de los beneficios tampoco se presenta como un recurso global compartido sino como el feudo de las corporaciones capaces de plantar primero su bandera. En particular, las tecnológicas estadounidenses. Colonialismo corporativo, como entre los siglos XV y XIX.

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samedi 5 juillet 2025

Réflexion sur Cretto di Burri: l'effacement des ruines

 

Cette macro-oeuvre de land art n'a certainement rien à voir avec la psychogéographie mais tout avec le bétonnage fasciste, mettant dans un sarcophage la mémoire des habitants et empêchant toute poésie des ruines. Je crains que les Guerres de l'histoire en cours n'arrivent à la même prouesse au niveau planétaire.