Article épinglé

mercredi 10 septembre 2025

Trois leçons pratiques de philosophie politique. Leçon 1: Withney contre les jaloux comploteurs

 SOURCE: https://www.librairie-tropiques.fr/2025/09/le-web-de-withney.html 

 
 
 

Whitney Webb , née en 1989 à Sarasota , en Floride, vit aujourd’hui au Chili, est journaliste d’investigation et auteur. Elle est connue pour One Nation under Blackmail , avec le sous-titre « L’union sordide entre l’intelligence et le crime qui a donné naissance à Jeffrey Epstein », volumes 1 et 2. Elle a également été impliquée dans le débat autour des attentats du 11 septembre , de Peter Thiel et de son soutien à Donald Trump et J.D. Vance , de l’IA et AI-krigföringde la guerre de l’IA, des fichiers dits CTIL (fichiers de la Cyber Threat Intelligence League) et du Bitcoin.

Whitney Webb écrit pour plusieurs magazines et sites Web. Il s’agit notamment de MintPress et MintPress News, Unlimited Hangout et The Last American Vagabond .  Elle a également participé à plusieurs podcasts et autres contextes d’interviews et en 2019, elle a reçu le Shim Award for Uncompromised Integrity in Journalism, c’est-à-dire un prix pour son travail journalistique.

 

Une nation sous chantage

Dans One Nation under Blackmail , volumes 1 et 2, elle décrit une collaboration entre les services de renseignement américains et israéliens d’une part et le réseau du crime organisé connu sous le nom de National Crime Syndicate (NCS). Elle soutient que les services de renseignement et le NCS ont développé un système ou une tactique de chantage sexuel. Un système ou une tactique qui, selon elle, fournit à son tour un arrière-plan et un contexte aux scandales sexuels entourant Jeffrey Epstein .

En plus de Jeffrey Epstein, elle aborde également Bill Clinton , Donald Trump , le prince Andrew , Les Wexner , Robert Maxwell et Alan Dershowitz  , entre autres. Elle décrit comment ces personnes et d’autres sont liées à Epstein, à la CIA et au Mossad 


Por qué el eje Zamora-León-Ourense se convirtió en un gran triángulo de fuego en solo diez días

 

En menos de dos semanas, los incendios han arrasado más de 350.000 hectáreas en esta zona del oeste de la península; los expertos analizan las circunstancias que la han convertido en un polvorín

Antonio Martínez Ron 
Victòria Oliveres

 

Después de dos semanas de incendios, la franja al oeste de la península ibérica que va desde Extremadura a Galicia sigue siendo una mancha humeante visible desde el espacio y 20 focos continúan en el máximo nivel de alerta. La gráfica que muestra la evolución de la superficie quemada asombra a los propios especialistas: una barra vertical que pasa de las 46.000 hectáreas que se habían quemado en España a principios de agosto a las más de 400.000 hectáreas, un umbral que no alcanzábamos desde 1994.

La gran mayoría del territorio calcinado se acumula en el eje Zamora-León-Ourense y, paradójicamente, este triángulo infernal incluye algunas regiones que consideramos parte de la España húmeda: ¿qué pasó en esta zona en este corto intervalo de tiempo y cuáles son las causas que convirtieron la zona en un polvorín?

Fuegos en la frontera entre Galicia y Portugal, vistos desde el satélite Sentinel-2 de la ESA. Copernicus Sentinel data (2025), ESA

La receta de la catástrofe


Francisco Martín Azcárate, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y experto en ecología, desglosaba en redes sociales algunos de los factores. Además del cambio climático y la falta de prevención, explica a elDiario.es, hay una serie de elementos que contribuyeron a que se convirtiera, en sus propias palabras, en una “bomba de relojería”.

El mapa de los incendios del noroeste peninsular

Mapa con la superficie quemada de los incendios de +500 hectáreas en el noroeste de la Península según las últimas estimaciones a través de imágenes satelitales

El primer factor es el propio clima de la zona, propenso a un fuerte contraste entre la humedad del periodo de lluvias y la sequedad del verano. “Es un clima mediterráneo, sobre todo hacia Zamora, con un verano muy seco y un fuerte periodo de lluvias que produce una biomasa muy importante durante una parte del año”, señala Martín Azcárate.

Los incendios en 2025 en el sur de Europa

Evolución de la superficie forestal quemada en 2025 en cada país, en hectáreas absolutas y cómo porcentaje de la superficie del país. Solo incluye la superficie quemada y detectadas por satélite de incendios de más de 30 hectáreas. Actualizado con últimos datos hasta 20-ago.

“Es el mix perfecto”, añade Andrea Duane, investigadora de la Universidad California Davis (UCD). “A mucha gente le choca que sea particularmente susceptible de quemarse esta zona donde llueve más, pero es que esta lluvia produce mucha biomasa y, por lo tanto, más combustible para quemar, además de unas condiciones en verano que te pueden convertir rápidamente todo eso en un gran incendio”.

Un “latigazo hidrometeorológico”

A estas circunstancias favorables, se sumó un elemento diferenciador, que fueron unas condiciones meteorológicas extraordinarias, asociadas al cambio climático, que desataron el infierno localidad tras localidad y serranía tras serranía. “Ha sido una combinación de catastróficas desdichas de las que veníamos avisando desde marzo, desde que se veía que la vegetación iba a crecer desmesuradamente y que en verano iba a ser una catástrofe”, asegura Francisco J. Tapiador, catedrático de Física de la Tierra en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).

Francisco J. Tapiador — Catedrático de Física de la Tierra en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM)

“La clave de esto es lo que llamamos un latigazo hidrometeorológico”, detalla Francisco Martín León, meteorólogo de Meteored y coordinador de RAM (Revista del Aficionado de la Meteorología). “Se ha dado en otras partes del mundo, como California, y se trata de un periodo de lluvias abundantes y extraordinarias en un clima relativamente seco”. En este caso, se sucedieron dos meses y medio de lluvia intensa, por encima de la media, que hacían anticipar un aumento del peligro.

Evolución de la vegetación en la zona noroeste de la península de marzo a junio de 2025, desde el satélite. NOAA/NASA

“El calor empezó a asomar a finales de mayo y junio”, explica el meteorólogo. En concreto, se trató del junio más caluroso medido en España y la temperatura media estuvo 3,6ºC por encima de la media. “En ese momento ya hubo un primer escalón de sequedad del suelo, pero el verdor se mantuvo” dice Martín León. “El problema vino cuando agosto dio la cara. Las plantas se agostaron, se secaron”.

La ola de calor, que con sus 16 días es la tercera más larga del registro, puso la guinda. “Este anticiclón de bloqueo que hemos tenido durante estos días ha tenido una entrada de aire africano en su vertiente occidental, justamente en la zona que va desde Huelva hasta Galicia”, asegura el especialista. “Y se han batido los récords de temperatura máxima en lugares como Zamora, Mieres o Ribadavia, en Ourense, a lo que se añade una proliferación de las tormentas secas”.

Terreno propicio al fuego

A estas circunstancias climáticas y meteorológicas extremas se suman otros elementos que hacen que este triángulo geográfico sea especialmente sensible a los fuegos. Entre ellos, una orografía intrincada y especies vegetales particularmente inflamables como el brezo, la retama y los pinos reforestados durante décadas. “También influye el tipo de suelo”, comenta Martín Azcárate. “En general, los suelos menos fértiles suelen dar lugar a vegetación que tiene una proporción mayor de carbono en sus tejidos, es más leñosa y, por lo tanto, arde mejor”.

En cuanto a los pinos, una buena parte se plantaron en el siglo XX, cuando se tenía una idea errónea de los ecosistemas. “Con los ojos de hoy, generar superficies tan continuas y extensamente forestadas es un poco una bomba de relojería”. Durante mucho tiempo se pensó que la vegetación ideal siempre eran los bosques y el resto se consideraba terreno degradado. “Hoy día tenemos muy claro que el territorio deseable no es un bosque continuo, sino que más bien un mosaico con espacios más abiertos”, apunta. “Lo que hay que hacer ahora es no reforestar para volver a generar el mismo paisaje tan tremendamente inflamable, tenemos que aprovechar la oportunidad para mostrar un paisaje más abierto, más resiliente”.

Sin gente ni herbívoros

El otro gran factor clave que ha agravado la situación es la despoblación de una amplia región, desde Galicia hasta Huelva. “La zona de la penillanura salmantina y zamorana está cada vez más despoblada, y eso hace que sea difícil mantener los usos tradicionales que evitaban los incendios”, señala Tapiador. Hay menos agricultura y menos ganadería, por lo que la biomasa no tiene contrapeso. “Toda esta zona está muy abandonada, es una zona con una población bajísima, y como consecuencia no hay suficientes herbívoros silvestres y domésticos como para mantenerlo a raya”, subraya Martín Azcárate.

Imagen de las zonas afectadas en infrarrojo desde el satélite en marzo de 2025 (izquierda) y tras los incendios (agosto). NOAA/NASA

Todo esto no quiere decir que este triángulo sea la única zona en la que se producen megaincendios descontrolados, aunque sí la que tiene más papeletas en determinadas circunstancias. Portugal, en su conjunto, reúne muchas de las características, incluido el clima mediterráneo y la constante alimentación de la biomasa por las lluvias que trae el Atlántico.

“Podríamos trazar más triángulos de este tipo en otras regiones, pero esta es quizá la de mayor contraste, es una cuestión de probabilidades”, comenta Martín Azcárate. “El año que viene, o el siguiente, puede ocurrir en la sierra de Albarracín. O en los Pirineos, donde empieza a ser un problema también”, advierte Tapiador. Todo dependerá de si políticos, técnicos y ciudadanos en general hemos sido capaces de aprender las lecciones que nos ha dejado este verano.

Fuente: El Diario.es 21 de agosto

Ilustraciones: El Diario.es 21 de agosto

Portada: Alba Cambeiro en El Salto, 19 de agosto

Para leer más

Javier Ayuso  “Los pinares de Burgos y Soria: la gestión comunal de los bosques que previene grandes incendios”

El Diario.es Castilla, 24 de agosto

Jorge Armesto. (…) Diez días después de que el dispositivo contraincendios autonómico, completamente superado y exhausto, no hubiese logrado apagar ni uno de los fuegos que asolaban la provincia descubrimos la razón. ¿Fue por la falta de previsión, la precariedad y la carencia de medios? No. Medios había más que suficientes, a decir de presidentes y consejeros. Pero faltaban bulldozers. Vaya por dios. Cientos de miles de hectáreas quemadas por la falta de unas palas aquí y allá. De haber estado, ni una hectárea habría ardido parecen decir. Pensará algún picajoso: ¿y no tendrían que haberse ocupado los gobiernos autonómicos de haberse dotado de esos vehículos de tan portentosos efectos apagalotodo? Y, si no es así, ¿quién debía proporcionárselos? Pues, ocioso es decirlo: el Ministerio de Bulldozers. Ese organismo clandestino del maléfico Sánchez que atesora, acapara y oculta cientos, miles, millones de bulldozers para que nadie más pueda disfrutarlos (…)

Jorge Armesto.”La agonía de León y los bulldozers”, El Salto 21 de agosto


Jordi Amat (…) Es descorazonador reseguir la palabrería grandilocuente de planes, iniciativas o cursos impartidos que se han sucedido en Castilla y León para prevenir lo que se sabía que podía pasar. Y ha ardido sobre quemado. Las claves estaban en Los rescoldos de la culebra de Juan Navarro García, un gran reportaje sobre los incendios de 2022. En una escena los bomberos se mofan del consejero cuando presume del aumento de la superficie forestal, que es, precisamente, una de las causas primeras de la situación de riesgo permanente que vive la provincia. Frente a ello sería necesario un operativo que trabajase durante todo el año. “Es absurdo y un despilfarro”, afirmó en su día. Y en su día dijo también que el consejero tenía un chivo expiatorio para explicar la tragedia de la Culebra: “El ecologismo radical”. En noviembre pasado, tras una comparecencia más bien triunfalista en las Cortes para exponer cómo sería la campaña contra los incendios, el sindicato de funcionarios advirtió que no se cumplía con lo pactado y que la suerte de los bosques no podía apostarse a la climatología. Más que a la innovación, se ha jugado a “la lotería”.

Jordi Amat. “Castilla y León lidera la innovación forestal de Europa”, El País  25 de agosto


 

Emmanuel Rodriguez (…) Hay, no obstante, un dato que merece la pena considerar. En el caso español, y especialmente de las provincias de León y Zamora, la parte mayor de lo quemado son montes comunales. Es decir, se trata de montes de los vecinos, no del Estado o de los ayuntamientos: las juntas vecinales administran una propiedad que es del común de los residentes. Si durante siglos está tierra ha sido aprovechada de este modo es porque sus vecinos sabían explotar estos recursos en común, repartido a “suertes”, de donde extraían leña, pastos y otros productos forestales. Esta ha sido secularmente la mayor barrera contra el fuego. Y también la mejor expresión de que “solo el pueblo salva al pueblo” gestionando y explotando precisamente los montes del pueblo. La memoria de esta gestión comunal es lo que ha permitido a muchos organizarse y acometer las tareas para defender casas y terrenos del fuego. Una capacidad que no se debería delegar en ninguna administración y que parece haber sido exitosa en la insumisión al mandato de desalojo. De hecho, si la población quiere mantener sus casas y sus montes tiene que tener la capacidad para limpiar y explotar por sí misma el monte. Esto tiene mucho menos que ver con las trabas burocráticas (que las hay, y algunas veces son pertinentes y otras no) para explotar los montes, como con el hecho de que haya población que haga uso de los mismos. La falta de población es, en definitiva, el problema.

Ahora bien, pensar que estas comarcas, con sus vecinos envejecidos y con buena parte de sus jóvenes transitando a las economías urbanas, van a ser capaces de hacer lo que hacían sus bisabuelos es una quimera. Igualmente confiar en que las administraciones autonómicas y estatales van a hacer algo más que intervenciones quirúrgicas frente a un problema de transición climática de magnitud gigantesca, enterrando millones de euros en limpieza de unos montes con rendimientos marginales (al menos para las empresas y los intereses que en realidad cuentan), es realmente confiar mucho en nuestra clase política, incluida obviamente a los populistas agraristas de Vox, que conocen ese territorio despoblado (como todos sus compañeros de poltrona) desde su chalet suburbano….

Emmanuel Rodriguez.  “Fuego. Solo el pueblo salva el pueblo”, CTXT, 26 de agosto de 2025


Joan Romero Cambiar la forma de entender la política para luchar contra los incendios. Podcast Cadena Ser  20/08/2025

Clouscard: le PCF et la contre-révolution libérale

 SOURCE: https://www.librairie-tropiques.fr/2025/09/je-me-souviens.de-marchais.html

Vidéo pour situer le contexte historique :

Clouscard et les communistes français


Michel Clouscard
extrait de "Lettre ouverte aux communistes"
Éditions Delga 2016

Ce texte a été rédigé à la fin des années 70, à l'aube de la catastrophe mitterandiste.
Il est largement commenté dans la vidéo ci-dessus, ainsi que l'ensemble de l'ouvrage inédit de Michel Clouscard  publié par les éditions Delga lors de la réalisation de cette vidéo, en 2016 .

Cette lettre,  jamais postée, que Clouscard destinait au parti auquel il n'a jamais adhéré (il s'en explique dans le livre),  décrivait parfaitement le désarroi des intellectuels authentiquement marxistes et communistes, en regard de l'émergence électoralement majoritaire des "nouvelles couches moyennes" et de ses conséquences sociales et politiques : le délabrement politique révisionniste d'un parti politique qui, depuis un demi siècle, avait pourtant dignement représenté les classes populaires.

" LES CHOSES pourraient être pourtant si simples, pour les communistes; c’est le seul parti qui dispose d’un corps doctrinal pour analyser l’évolution des sociétés et leurs crises: le marxisme.


Faut-il encore l’actualiser.

La récente métamorphose de la société française peut donc être définie selon ce schéma: le passage du capitalisme monopoliste d’État de l’ascendance au capitalisme monopoliste d’État de la dégénérescence : la crise.

À l’exploitation par les cadences infernales, qui a permis la croissance, ont succédé l’austérité et le chômage massif. Comment se fait-il que le Parti communiste français n’ait pas su exploiter ces situations, pour accumuler les profits électoraux?

Pour ce faire, il aurait fallu proposer une distinction radicale, celle des nouvelles couches moyennes et celle de la classe moyenne traditionnelle. La plupart des observateurs confondent les deux en cette nébuleuse: classes moyennes. Eux, du moins, ont une excuse: ils ne sont pas marxistes. Mais il faut bien constater que la plupart des communistes identifient aussi ces contraires.

C’est que ces nouvelles couches moyennes sont très embarrassantes pour les doctrinaires marxistes. Elles vont à l'encontre du Vieux schéma qui prévoit la radicalisation des extrêmes: concentration de la grande bourgeoisie et paupérisation (absolue ou relative ?) de la classe ouvrière.

Or, dans les pays dits « post-industrialisés », c’est le contraire.

Le capitalisme monopoliste d’État* a procédé a cette géniale « invention » : les nouvelles couches moyennes.

Il faut en proposer l’élémentaire nomenclature. Ce nouveau corps social relève de l’ extraordinaire développement de trois secteurs professionnels très disparates. Celui, très traditionnel, des fonctionnaires, employés du privé, professions libérales, qui a connu un saut quantitatif et du coup une mutation qualitative. Celui des nouveaux services spécifiques du capitalisme monopoliste d’État (concessionnaires, agences de voyages...) Celui des ingénieurs, techniciens, cadres (ITC), qui rend compte du progrès technologique et de sa gestion sous tutelle capitaliste.

Ces nouvelles couches moyennes ont été le support du libéralisme, nouvelle idéologie qui s’oppose radicalement a celle de la classe moyenne traditionnelle, laquelle se caractérise par la propriété des moyens de production. La stratégie libérale consiste a s’appuyer sur ce corps des services et des fonctions. C’est toute une nouvelle culture qui dénonce même l’avoir.

Quel paradoxe: ce sont ces couches moyennes, qui ne sont pas possédantes de leurs moyens de production, qui sont le meilleur support du capitalisme!

Il est vrai qu’elles ont été gâtées. Ce sont elles qui se sont partagé la plus grosse part du gâteau de l’ascendance. Et cela grâce a une savante redistribution du profit capitaliste par la politique des revenus de la société du salariat généralisé.

Ces nouvelles couches moyennes ne sont pas propriétaires de leurs moyens de production, elles ne sont pas - en leur majorité - des forces productives directes mais elles se trouvent au résultat du procès de production, des autres, la gueule ouverte, pour tout engloutir. Elles se paient même le luxe de dénoncer la « Société de consommation ». Cette idéologie est devenue une idéologie dominante, depuis Mai 1968, ce 14-Juillet des nouvelles couches moyennes. Elle a sécrété les nouveaux modèles de la consommation « libérale ».

Cette idéologie de la libéralisation n’est pas le seul support de la contre-révolution libérale. Le management, celui des grands monopoles, prétendra même dépasser... le marxisme. Ne dispose-t-il pas, en son sein, des techniciens supérieurs et des ingénieurs, forces productives directes ? Du coup, nous dira-t-on, la force productive traditionnelle, celle de l’ouvrier non qualifié, deviendrait un simple appoint.

Il est fondamental de comprendre que cette contre-révolution libérale est devenue l’idéologie et la réalité dominantes. Elle a fait éclater les clivages traditionnels de la droite et de la gauche. Maintenant, elle est autant à droite qu’à gauche.

Entre le libéralisme avancé de Giscard [Sarkozy] et la social-démocratie retardée de Mitterrand [Hollande], ou est la différence ?

Le dogmatisme du PCF l’a empêché de comprendre cette métamorphose de la société française, le rôle des nouvelles couches moyennes, la nouvelle stratégie du capitalisme: la contre-révolution libérale, qui n’a pas grand-chose de commun avec la « droite » traditionnelle. Mais la crise peut lui permettre de se rattraper, et même d’inverser la tendance.

Le moment est venu pour les communistes de dire : « C’était formidable, votre combine, dommage que ça se casse la figure. Vous avez Cru que c’était arrivé, alors que vous ne faisiez que vérifier nos analyses: le capitalisme monopoliste d’État de l’ascendance apporte une croissance économique fantastique dans la mesure ou celle-ci propose les conditions d’une crise non moins fantastique. Le capitalisme de l’ascendance n’est que les conditions objectives de la crise. »

C’est le moment de s’adresser a ces nouvelles couches moyennes pour leur montrer qu’elles se sont réparties selon une implacable hiérarchie sociale: grande, moyenne, petite bourgeoisie. Une énorme partie de ces couches a des intérêts de classe analogues à ceux de la classe ouvrière traditionnelle.

Pour sortir ces couches moyennes de leur engourdissement libéral, il faut les prévenir de ce qui les attend: le chômage massif. Autant le capitalisme monopoliste d’État de l’ascendance a créé des emplois artificiels, non productifs, d’encadrement, de plumitifs, autant celui de la crise les liquidera sauvagement pour mettre en place, dans le tertiaire et le quaternaire, l’appareillage de l’informatique et de la robotique.

Il faut montrer aux productifs de ces couches - techniciens, ingénieurs - qu’ils participent au travailleur collectif et qu’ils sont, eux aussi, victimes du management des improductifs. La création d’emplois devrait étre au coeur du débat. Les postes d’encadrement technocratique ne sont-ils pas l’empêchement a priori de la création d’emplois productifs? Tout un cheminement vers l’autogestion est possible, de par la simple recherche des nouveaux critères de gestion.

Autant la montée hégémonique des nouvelles couches moyennes a permis la contre-révolution libérale, autant leur remise en question par la crise devrait permettre la remontée du socialisme et du Parti communiste français. Mais il faudrait alors procéder dialectiquement, se tourner aussi vers la classe moyenne traditionnelle et ne pas rater, non plus, sa « récupération » partielle. Car, que de magnifiques occasions ont été manquées aussi de ce coté-la.

C’est que cette classe sociale participe au travailleur collectif. Et à ce titre, elle a été doublement remise en question, par le capitalisme monopoliste d’État de l’ascendance. Autant celui-ci a fait la promotion des nouvelles couches moyennes, autant il a « enfoncé » une grande partie de la classe moyenne traditionnelle. Comment ne pas s’être rendu compte de ce dispositif contradictoire de la France de la modernité ?

C’est sur le dos du petit et moyen commerçant, paysan, entrepreneur, que se sont édifiés les monopoles puis le capitalisme monopoliste d’Etat. Mais surtout: quelle mise en boite idéologique! Comme ces gens-la se sont fait chambrer par l’idéologie libérale de la libéralisation! Eux, qui défendent les valeurs traditionnelles du mérite, du travail, de l’économie, du réinvestissement, ont vu leur genre de vie totalement remis en question par l’extraordinaire marché du désir nécessaire a l’économie politique du libéralisme, par l’idéologie non moins nécessaire à l’écoulement de la marchandise de cette industrie du loisir, du plaisir, du divertissement, de la mode. On connaît toutes leurs conséquences : délinquance, insécurité, etc.

Alors, pourquoi ne pas avoir proposé à ces éléments du travailleur collectif les arguments théoriques et les modes d’action qui leur auraient permis de dénoncer la suffisance et l’arrivisme de la hiérarchie libérale? Lutter contre le laxisme du libéralisme, c’est programmer toute une reconquête culturelle.

La crise peut donc permettre au Parti communiste de « récupérer » une grosse partie du corps électoral, partie des nouvelles couches moyennes et de la classe moyenne traditionnelle. Il doit lutter contre les deux grands effets pervers du libéralisme, économique et culturel, pour rendre au travailleur sa dignité professionnelle et morale.

C'est d’autant plus urgent que se profile ce qui pourrait devenir un néo-fascisme qui serait la sinistre et hétéroclite collusion des privilégiés du libéralisme, qui ne veulent rien céder de leurs privilèges acquis et de la vieille droite revancharde qui, elle, veut reconquérir les siens."

* NdE : Clouscard en fidèle intellectuel communiste des années 60, reprenait, assez candidement sur les questions "économiques", la ligne des "experts" du parti à l'époque, y compris des notions aussi étrangères à la critique marxiste de l'économie politique que celle de C.M.E.  Il est vrai que la notion de Capitalisme Monopoliste d’État était  en quelque sorte "consubstantielle" à l'émergence de la "géniale invention" des nouvelles couches moyennes qu'il dénonçait pourtant, très légitimement, ici.

Son adversaire Althusser notait d'ailleurs, à la même époque (et dans un rare "éclair de lucidité"), qu'avec cette conception de l'analyse économique le parti avait atteint « le point zéro de la théorie marxiste ».

Ce qui du reste était assez congru au point zéro atteint lors du 22ème congrès marqué inversement par l'abandon d'une notion fondamentale du marxisme, celle de "dictature du prolétariat" - voir la vidéo.

Mode d'emploi du détournement (Guy Debord, Gil J Wolman, 1956)



Les Lèvres Nues,  n°8 
Mai 1956
 [Nota Bene : Le texte original ne comporte aucune image. L'image finale est celle de la couverture de la revue.]
Tous les esprits un peu avertis de notre temps s'accordent sur cette évidence qu'il est devenu impossible à l'art de se soutenir comme activité supérieure, ou même comme activité de compensation à laquelle on puisse honorablement s'adonner. La cause de ce dépérissement est visiblement l'apparition de forces productives qui nécessitent d'autres rapports de production et une nouvelle pratique de la vie. Dans la phase de guerre civile où nous nous trouvons engagés, et en liaison étroite avec l'orientation que nous découvrirons pour certaines activités supérieures à venir, nous pouvons considérer que tous les moyens d'expression connus vont confluer dans un mouvement général de propagande qui doit embrasser tous les aspects, en perpétuelle interaction, de la réalité sociale
Sur les formes et la nature même d'une propagande éducative, plusieurs opinions s'affrontent, généralement inspirées par les diverses politiques réformistes actuellement en vogue. Qu'il nous suffise de déclarer que, pour nous, sur le plan culturel comme sur le plan strictement politique, les prémisses de la révolution ne sont pas seulement mûres, elles ont commencé à pourrir. Non seulement le retour en arrière, mais la poursuite des objectifs culturels "actuels", parce qu'ils dépendent en réalité des formations idéologiques d'une société passée qui a prolongé son agonie jusqu'à ce jour, ne peuvent avoir d'efficacité que réactionnaire. L'innovation extrémiste a seule une justification historique.
Dans son ensemble, l'héritage littéraire et artistique de l'humanité doit être utilisé à des fins de propagande partisane. Il s'agit, bien entendu, de passer au-delà de toute idée de scandale. La négation de la conception bourgeoise du génie et de l'art ayant largement fait son temps, les moustaches de la Joconde ne présentent aucun caractère plus intéressant que la première version de cette peinture. Il faut maintenant suivre ce processus jusqu'à la négation de la négation. Bertold Brecht révélant, dans une interview accordée récemment à l'hebdomadaire "France-Observateur", qu'il opérait des coupures dans les classiques du théâtre pour en rendre la représentation plus heureusement éducative, est bien plus proche que Duchamp de la conséquence révolutionnaire que nous réclamons. Encore faut-il noter que, dans le cas de Brecht, ces utiles interventions sont tenues dans d'étroites limites par un respect malvenu de la culture, telle que la définit la classe dominante : ce même respect enseigné dans les écoles primaires de la bourgeoisie et dans les journaux des partis ouvriers, qui conduit les municipalités les plus rouges de la banlieue parisienne à réclamer toujours "le Cid" aux tournées du T.N.P., de préférence à "Mère Courage".
A vrai dire, il faut en finir avec toute notion de propriété personnelle en cette matière. Le surgissement d'autres nécessités rend caduques les réalisations "géniales" précédentes. Elles deviennent des obstacles, de redoutables habitudes. La question n'est pas de savoir si nous sommes ou non portés à les aimer. Nous devons passer outre.
Tous les éléments, pris n'importe où, peuvent faire l'objet de rapprochements nouveaux. Les découvertes de la poésie moderne sur la structure analogique de l'image démontrent qu'entre deux éléments, d'origines aussi étrangères qu'il est possible, un rapport s'établit toujours. S'en tenir au cadre d'un arrangement personnel des mots ne relève que de la convention. L'interférence de deux mondes sentimentaux, la mise en présence de deux expressions indépendantes, dépassent leurs éléments primitifs pour donner une organisation synthétique d'une efficacité supérieure. Tout peut servir.
Il va de soi que l'on peut non seulement corriger une oeuvre ou intégrer divers fragments d'oeuvres périmées dans une nouvelle, mais encore changer le sens de ces fragments et truquer de toutes les manières que l'on jugera bonnes ce que les imbéciles s'obstinent à nommer des citations. De tels procédés parodiques ont été souvent employés pour obtenir des effets comiques. Mais le comique met en scène une contradiction à un état donné, posé comme existant. En la circonstance, l'état de choses littéraire nous paraissant presque aussi étranger que l'âge du renne, la contradiction ne nous fait pas rire. Il faut donc concevoir un stade parodique-sérieux où l'accumulation d'éléments détournés, loin de vouloir susciter l'indignation ou le rire en se référant à la notion d'une oeuvre originale, mais marquant au contraire notre indifférence pour un original vidé de sens et oublié, s'emploierait à rendre un certain sublime.
On sait que Lautréamont s'est avancé si loin dans cette voie qu'il se trouve encore partiellement incompris par ses admirateurs les plus affichés. Malgré l'évidence du procédé appliqué dans "Poésies", particulièrement sur la base de la morale de Pascal et Vauvenargues, au langage théorique - dans lequel Lautréamont veut faire aboutir les raisonnements, par concentrations successives, à la seule maxime - on s'est étonné des révélations d'un nommé Viroux, voici trois ou quatre ans, qui empêchaient désormais les plus bornés de ne pas reconnaître dans "les Chants de Maldoror" un vaste détournement, de Buffon et d'ouvrages d'histoire naturelle entre autres. Que les prosateurs du "Figaro", comme ce Viroux lui-même, aient pu y voir une occasion de diminuer Lautréamont, et que d'autres aient cru devoir le défendre en faisant l'éloge de son insolence, voilà qui ne témoigne que de la débilité intellectuelle de vieillards des deux camps, en lutte courtoise. Un mot d'ordre comme "le Plagiat est nécessaire, le progrès l'implique" est encore aussi mal compris, et pour les mêmes raisons, que la phrase fameuse sur la poésie qui "doit être faite par tous".
L'oeuvre de Lautréamont - que son apparition extrêmement prématurée fait encore échapper en grande partie à une critique exacte - mis à part, les tendances au détournement que peut reconnaître une étude de l'expression contemporaine sont pour la plupart inconscientes ou occasionnelles; et, plus que dans la production esthétique finissante, c'est dans l'industrie publicitaire qu'il faudra en chercher les plus beaux exemples.
On peut d'abord définir deux catégories principales pour tous les éléments détournés, eet sans discerner si leur mise en présence s'accompagne ou non de corrections introduites dans les originaux. Ce sont les détournements mineurs, et les détournements abusifs.
Le détournement mineur est le détournement d'un élément qui n'a pas d'importance propre et qui tire donc tout son sens de la mise en présence qu'on lui fait subir. Ainsi des coupures de presse, une phrase neutre, la photographie d'un sujet quelconque.
Le détournement abusif, dit aussi détournement de proposition prémonitoire, est au contraire celui dont un élément significatif en soi fait l'objet; élément qui tirera du nouveau rapprochement une portée différente. Un slogan de Saint-Just, une séquence d'Eisenstein par exemple.
Les oeuvres détournées d'une certaine envergure se trouveront donc le plus souvent constituées par une ou plusieurs séries de détournements abusifs-mineurs.
Plusieurs lois sur l'emploi du détournement se peuvent dès à présent établir. C'est l'élément détourné le plus lointain qui concourt le plus vivement à l'impression d'ensemble, et non les éléments qui déterminent directement la nature de cette impression. Ainsi dans une métagraphie relative à la guerre d'Espagne la phrase au sens le plus nettement révolutionnaire est cette réclame incomplète d'une marque de rouge à lèvres : "les jolies lèvres ont du rouge". Dans une autre métagraphie ("Mort de J.H.") cent vingt-cinq petites annonces sur la vente de débits de boissons traduisent un suicide plus visiblement que les articles de journaux qui le relatent.
Les déformations introduites dans les éléments détournés doivent tendre à se simplifier à l'extrême, la principale force d'un détournement étant fonction directe de sa reconnaissance, consciente ou trouble, par la mémoire. C'est bien connu. Notons seulement aussi cette utilisation de la mémoire implique un choix du public préalable à l'usage du détournement, ceci n'est qu'un cas particulier d'une loi générale qui régit aussi bien le détournement que tout autre mode d'action sur le monde. L'idée d'expression dans l'absolu est morte, et il ne survit momentanément qu'une singerie de cette pratique, tant que nos autres ennemis survivent.
Le détournement est d'autant moins opérant qu'il s'approche d'une réplique rationnelle. C'est le cas d'un assez grand nombre de maximes retouchées par Lautréamont. Plus le caractère rationnel de la réplique est apparent, plus elle se confond avec le banal esprit de répartie, pour lequel il s'agit également de faire servir les paroles de l'adversaire contre lui. Ceci n'est naturellement pas limité au langage parlé. C'est dans cet ordre d'idées que nous eûmes à débattre le projet de quelques-uns de nos camarades visant à détourner une affiche antisoviétique de l'organisation fasciste "Paix et Liberté" - qui proclamait, avec vues de drapeaux occidentaux emmêlés, "l'union fait la force" - en y ajoutant la phrase "et les coalitions font la guerre".
Le détournement par simple retournement est toujours le plus immédiat et le moins efficace. Ce qui ne signifie pas qu'il ne puisse avoir un aspect progressif. Par exemple cette appellation pour une statue et un homme : "le Tigre dit Clemenceau". De même la messe noire oppose á la construction d'une ambiance qui se fonde sur une métaphysique donnée, une construction d'ambiance dans le même cadre, en renversant les valeurs, conservées, de cette métaphysique.
Des quatre lois qui viennent d'être énoncées, la première est essentielle et s'applique universellement. Les trois autres ne valent pratiquement que pour des éléments abusifs détournés. Les premières conséquences apparentes d'une génération du détournement, outre les pouvoirs intrinsèques de propagande qu'il détient, seront la réappropriation d'une foule de mauvais livres; la participation massive d'écrivains ignorés; la différenciation toujours plus poussée des phrases ou des oeuvres plastiques qui se trouveront être à la mode; et surtout une facilité de la production dépassant de très loin, par la quantité, la variété et la qualité, l'écriture automatique d'ennuyeuse mémoire.
Non seulement le détournement conduit à la découverte de nouveaux aspects du talent, mais encore, se heurtant de front à toutes les conventions mondaines et juridiques, il ne peut manquer d'apparaître un puissant instrument culturel au service d'une lutte de classes bien comprise. Le bon marché de ses produits est la grosse artillerie avec laquelle on bat en brèche toutes les murailles de Chine de l'intelligence. Voici un réel moyen d'enseignement artistique prolétarien, la première ébauche d'un communisme littéraire.
Les propositions et les réalisations sur le terrain du détournement se multiplient à volonté. Limitons nous pour le moment à montrer quelques possibilités concrètes à partir des divers secteurs actuels de la communication, étant bien entendu que ces divisions n'ont de valeur qu'en fonction des techniques d'aujourd'hui, et tendent toutes à disparaître au profit de synthèses supérieures, avec les progrès de ces techniques.
Outre les diverses utilisations immédiates des phrases détournées dans les affiches, le disque ou l'émission radiophonique, les deux principales applications de la prose détournée sont l'écriture métagraphique et, dans une moindre mesure, le cadre romanesque habilement perverti.
Le détournement d'une oeuvre romanesque complète est une entreprise d'un assez mince avenir, mais qui pourrait se révéler opérante dans la phase de transition. Un tel détournement gagne à s'accompagner d'illustrations en rapports non-explicites avec le texte. Malgré les difficultés que nous ne nous dissimulons pas, nous croyons qu'il est possible de parvenir à un instructif détournement psychogéographique du "Consuelo" de George Sand, qui pourrait être relancé, ainsi maquillé, sur le marché littéraire, dissimulé sous un titre anodin comme "Grande Banlieue", ou lui-même détourné comme "La Patrouille Perdue" (il serait bon de réinvestir de la sorte beaucoup de titres de films dont on ne peut plus rien tirer d'autre, faute de s'être emparé des vieilles copies avant leur destruction, ou de celles qui continuent d'abrutir la jeunesse dans les cinémathèques).
L'écriture métagraphique, aussi arriéré que soit par ailleurs le cadre plastique où elle se situe matériellement, présente un plus riche débouché à la prose détournée, comme aux autres objets ou images qui conviennent. On peut en juger par le projet, datant de 1951 et abandonné faute de moyens financiers suffisants, qui envisageait l'arrangement d'un billard électrique de telle sorte que les jeux de ses lumières et le parcours plus ou moins prévisible de ses billes servissent à une interprétation métagraphique-spaciale qui s'intitulerait "des sensations thermiques et des désirs des gens qui passent devant les grilles du musée de Cluny, une heure environ après le coucher du soleil en novembre". Depuis, bien sûr, nous savons qu'un travail situationniste-analytique ne peut progresser scientifiquement par de telles voies. Les moyens cependant restent bons pour des buts moins ambitieux.
C'est évidemment dans le cadre cinématographique que le détournement peut atteindre à sa plus grande efficacité, et sans doute, pour ceux que la chose préoccupe, à sa plus grande beauté. Les pouvoirs du cinéma sont si étendus, et l'absence de coordination de ces pouvoirs si flagrante, que presque tous les films qui dépassent la misérable moyenne peuvent alimenter des polémiques infinies entre divers spectateurs ou critiques professionnels. Ajoutons que seul le conformisme de ces gens les empêche de trouver des charmes aussi prenants et des défauts aussi criants dans les films de dernière catégorie. Pour dissiper un peu cette risible confusion des valeurs, disons que "Naissance d'une Nation", de Griffith, est un des films les plus importants de l'histoire du cinéma par la masse des apports nouveaux qu'il représente. D'autre part, c'est un film raciste : il ne mérite donc absolument pas d'être projeté sous sa forme actuelle. Mais son interdiction pure et simple pourrait passer pour regrettable dans le domaine, secondaire mais susceptible d'un meilleur usage, du cinéma. Il vaut bien mieux le détourner dans son ensemble, sans même qu'il soit besoin de toucher au montage, à l'aide d'une bande sonore qui en ferait une puissante dénonciation des horreurs de la guerre impérialiste et des activités du Klu Klux Klan qui, comme on sait, se poursuivent à l'heure actuelle aux Etats-Unis.
Un tel détournement, bien modéré, n'est somme toute que l'équivalent moral des restaurations des peintures anciennes dans les musées. Mais la plupart des films ne méritent que d'être démembrés pour composer d'autres oeuvres. Evidemment, cette reconversion de séquences préexistantes n'ira pas sans le concours d'autres éléments : musicaux ou picturaux, aussi bien qu'historiques. Alors que jusqu'à présent tout truquage de l'histoire, au cinéma, s'aligne plus ou moins sur le type de bouffonnerie des reconstitutions de Guitry, on peut faire dire à Robespierre, avant son exécution : "malgré tant d'épreuves, mon expérience et la grandeur de ma tâche me font juger que tout est bien".
Si la tragédie grecque, opportunément rajeunie, nous sert en cette occasion à exalter Robespierre, que l'on imagine en retour une séquence du genre néo-réaliste, devant le zinc, par exemple, d'un bar de routiers - un des camionneurs disant sérieusement à un autre : "la morale était dans les livres des philosophes, nous l'avons mise dans le gouvernement des nations". On voit ce que cette rencontre ajoute en rayonnement à la pensée de Maximilien, à celle d'une dictature du prolétariat.
La lumière du détournement se propage en ligne droite. Dans la mesure où la nouvelle architecture semble devoir commencer par un stade expérimental baroque, le complexe architectural - que nous concevons comme la construction d'un milieu ambiant dynamique en liaison avec des styles de comportement - utilisera vraisemblablement le détournement des formes architecturales connues, et en tout cas tirera parti, plastiquement et émotionnellement, de toutes sortes d'objets détournés : des grues ou des échafaudages métalliques savamment disposés prenant avantageusement la relève d'une tradition sculpturale défunte. Ceci n'est choquant que pour les pires fanatiques du jardin à la française. On se souvient que, sur ses vieux jours, d'Annunzio, cette pourriture fascisante, possédait dans son parc la proue d'un torpilleur. Ses motifs patriotiques ignorés, ce monument ne peut qu'apparaître plaisant.
En étendant le détournement jusqu'aux réalisations de l'urbanisme, il ne serait sans doute indifférent à personne que l'on reconstituât minutieusement dans une ville tout un quartier d'une autre. L'existence, qui ne sera jamais trop déroutante, s'en verrait réellement embellie.
Les titres mêmes, comme on l'a déjà vu, sont un élément radical du détournement. Ce fait découle de deux constatations générales qui sont, d'une part, que tous les titres sont interchangeables, et d'autre part qu'ils ont une importance déterminante dans plusieurs disciplines. Tous les romans policiers de la "série noire" se ressemblent intensément, et le seul effort de renouvellement portant sur le titre suffit à leur conserver un public considérable. Dans la musique, un titre exerce toujours une grande influence, et rien ne justifie vraiment son choix. Il ne serait donc pas mauvais d'apporter une ultime correction au titre de la "Symphonie héroïque" en en faisant, par exemple, une "Symphonie Lénine".
Le titre contribue fortement à détourner l'oeuvre, mais une réaction de l'oeuvre sur le titre est inévitable. De sorte que l'on peut faire un usage étendu de titres précis empruntés à des publications scientifiques ("Biologie littorale des mers tempérées") ou militaires ("Combats de nuit des petites unités d'infanterie") ; et même de beaucoup de phrases relevées dans les illustrés enfantins ("De merveilleux paysages s'offrent à la vue des navigateurs").
Pour finir, il nous faut citer brièvement quelques aspects de ce que nous nommerons l'ultradétournement, c'est-à-dire les tendances du détournement à s'appliquer dans la vie sociale quotidienne. Les gestes et les mots peuvent être chargés d'autres sens, et l'ont été constamment à travers l'histoire, pour des raisons pratiques. Les sociétés secrètes de l'ancienne Chine disposaient d'un grand raffinement de signes de reconnaissance, englobant la plupart des attitudes mondaines (manière de disposer des tasses ; de boire ; citations de poèmes arrêtées à des moments convenus).
Le besoin d'une langue secrète, de mots de passe, est inséparable d'une tendance au jeu. L'idée limite est que n'importe quel signe, n'importe quel vocable, est susceptible d'être converti en autre chose, voire en son contraire. Les insurgés royalistes de la Vendée, parce qu'affublés de l'immonde effigie du coeur de Jésus, s'appelaient l'Armée Rouge. Dans le domaine pourtant limité de la politique, cette expression a été complètement détournée en un siècle.
Outre le langage, il est possible de détourner par la même méthode le vêtement, avec toute l'importance affective qu'il recèle. Là aussi, nous trouvons la notion de déguisement en liaison étroite avec le jeu. Enfin, quand on en arrive à construire des situations, but final de toute notre activité, il sera loisible à tout un chacun de détourner des situations entières en en changeant délibérément telle ou telle condition déterminante.
Les procédés que nous avons sommairement traités ici ne sont pas présentés comme une intention qui nous serait propre, mais au contraire comme une pratique assez communément répandue que nous nous proposons de systématiser.
La théorie du détournement par elle-même ne nous intéresse guère. Mais nous la trouvons liée à presque tous les aspects constructifs de la période de transition présituationniste. Son enrichissement, par la pratique, apparaît donc comme nécessaire.

Nous remettons à plus tard le développement de ces thèses.

GUY-ERNEST DEBORD et GIL J WOLMAN