Si la industria dependiese de intereses privados, si no fuese socializada, hubiese sido imposible realizar lo que consiguieron los soviéticos durante su Gran Guerra patriótica: desplazar toda la industria a cientos de kilómetros de los invasores.
Solo unos días después del comienzo de la invasión nazi, en la URSS se
desarrolló un procedimiento para la evacuación de empresas industriales y
sus trabajadores.
No se podían dejar instalaciones
industriales en el territorio ocupado, no se podía permitir que el
enemigo utilizara las capacidades de producción existentes.
De
las zonas bajo amenaza de ocupación se retiraron principalmente
herramientas y maquinaria, metales no ferrosos, combustibles y
lubricantes y otros equipos industriales. La tarea no era sólo evacuar
el equipo, sino también colocarlo en un nuevo lugar lo más rápidamente
posible y comenzar a producir las armas, municiones y dispositivos que
el país necesitaba tan desesperadamente.
Las empresas fueron
transportadas desde Ucrania, Bielorrusia, Moscú y Leningrado a los
Urales, Siberia y Asia Central a una base industrial ya existente, que
tuvo que ser ampliada apresuradamente, y algunas empresas evacuadas
comenzaron a trabajar en una nueva ubicación, en el pleno sentido de la
palabra, al aire libre.
En total, durante un año (de 1941 a
1942), 2743 empresas de la URSS, incluidas 1523 grandes, fueron
transportadas desde las regiones occidental y meridional del país hacia
el este. Al principio, tanto las empresas como las personas se vieron
obligadas a existir en condiciones inadecuadas para la vida: las
fábricas a menudo se erigían al aire libre y la gente solía instalarse
en refugios improvisados o incluso dormir junto a sus máquinas. Todos
estos esfuerzos se convirtieron en una contribución integral para lograr
la Victoria común.
WANG WEN, Decano de la Escuela de Liderazgo Global, Universidad Renmin de China.
Con el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, se ha
hecho cada vez más visible cómo los roles vitales de China y Rusia en la
derrota del fascismo se degradan y distorsionan en la narrativa
occidental.
La memoria selectiva de Occidente distorsiona la percepción pública
del pasado y confunde la política global actual. Cuatro mitos
persistentes sobre la Segunda Guerra Mundial siguen moldeando la
geopolítica moderna.
Mito uno. La falacia de los seis años
Uno de los conceptos erróneos históricos más persistentes es el
período de seis años que duró la Segunda Guerra Mundial, que limita su
comienzo a la invasión de Polonia por parte de Alemania en 1939. Esta
visión ignora la invasión de Etiopía por parte de Italia en 1935, la
Guerra Civil Española (1936-1939) y la agresión a gran escala de Japón
en Asia que comenzó en 1931 con la invasión de Manchuria, casi una
década antes de que comenzara la guerra en Europa.
Los historiadores occidentales de pensamiento libre AJP Taylor y John
Toland reconocieron que las brutales acciones de Japón en China fueron
un precursor crucial de la Guerra del Pacífico. La agresión japonesa
desafió el orden internacional posterior a la Primera Guerra Mundial y
envalentonó a los regímenes fascistas, incluido el nazi en Alemania. Las
matanzas y las atrocidades sistemáticas de Japón, como la Masacre de
Nanjing, presentaban escalofriantes paralelismos con los crímenes nazis
contra los judíos. Ciudades como Nanjing fueron sometidas a la
destrucción y sus habitantes a ejecuciones masivas y violaciones. Estos
hechos están profundamente arraigados en la memoria colectiva china.
Desde la perspectiva china, esta larga y brutal lucha, conocida en
China como la Guerra de Resistencia contra Japón y que se extendió desde
1931 hasta la rendición de Japón en 1945, sentó las bases para la
victoria aliada. Sin embargo, Occidente ignora en gran medida esta
perspectiva.
Mito dos. El papel central de Occidente
La idea de que los acontecimientos centrales de la Segunda Guerra
Mundial se desarrollaron en Europa distorsiona aún más la verdad
histórica. Estados Unidos y el Reino Unido llevan mucho tiempo
destacando la importancia del desembarco de Normandía como un punto de
inflexión crucial. Mientras tanto, el papel de la Unión Soviética en la
derrota de la Alemania nazi —que costó millones de vidas— ha sido
minimizado o ignorado en Occidente, especialmente en el contexto de la
Guerra Fría.
El papel de la Unión Soviética en la derrota de las fuerzas nazis en
el Frente Oriental es innegable. Antes de la apertura del Frente
Occidental en 1944, la Unión Soviética ya había infligido importantes
derrotas a Alemania, con un coste inmenso. Con 27 millones de bajas, la
contribución de la Unión Soviética fue crucial para la victoria
definitiva de los Aliados.
Mito tres. La resistencia a largo plazo de China
El papel de China en la Segunda Guerra Mundial suele descuidarse o minimizarse en las narrativas occidentales.
Sus bajas durante los diez años de la Guerra de Resistencia contra
Japón ascendieron a más de 35 millones, pero a pesar del inmenso coste,
China se presenta desde la perspectiva occidental como una víctima
pasiva o un participante indirecto. Mientras tanto, las fuerzas chinas
colaboraron con las potencias aliadas en el Sudeste Asiático.
Colaborando con Estados Unidos en la campaña de la Carretera de
Birmania, China contribuyó a la mayor contribución de los aliados en su
esfuerzo bélico y debilitó la capacidad militar japonesa, permitiendo
así que la Unión Soviética se centrara más en el frente europeo.
La resistencia militar china desempeñó un papel estratégico: al
contener al ejército japonés, limitó la capacidad de Japón para combatir
en otros frentes. China fue una fuerza crucial que ayudó a inclinar la
balanza en el Pacífico. La resistencia china fue indispensable para
agotar los recursos japoneses y debilitar su posición estratégica
general, lo que sentó las bases para la derrota de las potencias del
Eje.
Mito cuatro. La victimización de Japón
La representación de Japón como víctima de la Segunda Guerra Mundial,
especialmente tras los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, es
otro tema delicado para muchos en China. Esta narrativa tiende a
minimizar el papel de Japón como agresor en Asia. La Masacre de Nanjing,
en la que las tropas japonesas asesinaron a cientos de miles de civiles
chinos, sigue siendo un tema controvertido en Occidente, con debates
inmersos en las cifras de víctimas, el contexto histórico y las
susceptibilidades políticas.
Muchos en China ven esto como un intento de reescribir la historia,
especialmente cuando el sufrimiento de los civiles chinos se ve
eclipsado por el hecho de que Japón es víctima de los bombardeos
atómicos.
El desprecio por la abrumadora evidencia de los crímenes de guerra
cometidos por Japón, incluidos los relatos de testigos oculares y las
fotografías de las atrocidades y la esclavitud sexual, despierta ira en
la sociedad china.
La renuencia de los dirigentes japoneses a reconocer plenamente estos
crímenes y a ofrecer disculpas oficiales y sin reservas, y la falta de
voluntad de algunas figuras e instituciones políticas para afrontar este
oscuro capítulo de la historia exacerban las tensiones e impiden una
reconciliación genuina.
Reescribiendo la historia con cooperación internacional
Estos cuatro mitos, profundamente arraigados en la política de la
Guerra Fría, reflejan los persistentes esfuerzos de Occidente por
mantener su dominio global. Al enfatizar la contribución de Occidente y
minimizar la de China y la Unión Soviética, estas narrativas contribuyen
a consolidar el poder político e ideológico de Occidente.
Hoy, a medida que la política global evoluciona hacia la
multipolaridad, es crucial corregir estos errores históricos.
Corregirlos requiere una sólida cooperación académica internacional, así
como una comprensión más matizada por parte de los académicos
occidentales de las contribuciones de China y la Unión Soviética a la
victoria en la Segunda Guerra Mundial.
Esto podría ayudar a prevenir malentendidos en el futuro y promover
una narrativa histórica global más precisa. El 80.º aniversario del fin
de la Segunda Guerra Mundial ofrece una excelente oportunidad para
honrar el papel de todas las naciones vencedoras —no solo las
occidentales— en la derrota del fascismo.
Musique phénoménale, texte d'Asger Jorn (?) accompagnant les quatre disques de "musique chaosmique" réalisée de décembre 1960 à février 1961 en duo avec Jean Dubuffet, Galleria Cavallino, Venise.
Époque situationniste d'Asger Jorn.
Quand faire un peu n'importe quoi c'est de l'avant-garde, et que surtout c'est chiant.
Russia Beyond (Photos : Nathalie Samoïlov; Legion Media; Musée Pouchkine)
Nadia Léger, artiste et épouse
du célèbre peintre moderniste français Fernand Léger, a quitté son
village sur le territoire de l'actuelle Biélorussie, s'est fait un nom
en France et a consacré la fin de sa vie à établir des relations entre
l'Europe et l'URSS.
Cette
femme infatigable était surnommée « Nadia la cosaque » lorsqu'elle
était encore enfant pour son audace et son courage. Née en 1904 dans un
village près de Vitebsk (aujourd’hui en Biélorussie), dans une famille
pauvre : son père vendait de la vodka, tandis que sa mère tissait et
élevait neuf enfants. Ils vivaient une vie paysanne typique. Nadia a
rappelé qu'elle passait des jours et des jours dans le jardin à planter
des pommes de terre et qu'elle peignait la nuit - la petite fille a
révélé son talent très tôt. C’est à cette époque qu’elle a décidé de
devenir artiste.
Objectif : Paris
Adolescente,
après avoir lu dans un journal un article sur Paris, « où vivent tous
les artistes », elle s'enfuit de chez elle pour s'y rendre en train.
Reconnue à la gare suivante, elle est ramenée chez elle.
Avec le début de la Première Guerre mondiale,
la famille a souvent déménagé et la fille reçoit les bases d’une
éducation artistique dans un atelier provincial. À l'âge de 15 ans, elle
s'enfuit à nouveau, cette fois à Smolensk, où des « ateliers d'art de
l'État libres » voient le jour. Cette autodidacte talentueuse y est
immédiatement admise. Pendant de longues années, elle a vécu « de pain
et d’eau ». Ainsi, à Smolensk, avant qu’elle soit hébergée par des
professeurs d'atelier, elle passait la nuit dans un vieux wagon sur les
voies de garage de la gare. Les premières expérimentations artistiques
de Nadia se situent dans le domaine de l'abstraction pure. Après avoir
rencontré Kazimir Malevitch, elle passe au suprématisme.
Devenue artiste d'avant-garde, elle déménage en Europe, d’abord en Pologne ; mais le but final est toujours le même - Paris
! Nadia se souvient des racines polonaises de son père, change de
religion (devient catholique) et, en tant que réfugiée, se retrouve en
1921 à Varsovie. Son objectif est l'Académie des Arts, où elle entre par
concours. Les conditions de vie sont difficiles: d'abord un refuge,
puis elle décroche un emploi de bonne avec logement. Ensuite,
lorsqu'elle est admise pour étudier, elle gagne de l'argent comme
modiste dans une chapellerie. Cette femme s'est toujours distinguée non
seulement par son courage et son audace, mais aussi par ses capacités de
travail phénoménales. Elle a rappelé que dans sa jeunesse, elle pouvait
facilement dormir pas plus d'une heure par nuit, mais qu’elle n’était
pas fatiguée pendant la journée.
Le rêve prend vie
Sa
vie prend une nouvelle tournure avec son mariage et son déménagement à
Paris. Son premier mari, Stanislav Grabovski, étudiait également à
l'Académie. Il était issu d'une famille aisée, et à Paris les jeunes ne
vivaient pas dans la misère. En 1924, le couple entre dans une académie
d'art privée fondée par l'idole de Nadia, le moderniste Fernand Léger.
Par la suite, elle a rappelé qu'elle avait lu pour la première fois des
articles à son sujet dans un journal au cours de ses années cruciales de
formation, lorsque le suprématisme ne lui convenait plus, mais qu'elle
ne parvenait pas à trouver une nouvelle voie. L'esthétique de Léger et
les principes de retour à la forme qu'il prêchait ont été pour elle une
révélation, une nouvelle base.
À Paris, Nadia a non seulement étudié, mais a immédiatement commencé à
se faire des connaissances dans les milieux de l'art et à vendre ses
œuvres, gagnant rapidement d’importantes sommes grâce à cela. Son mari
n'a pas eu autant de succès, et des désaccords ont commencé à émerger
sur cette base. Le couple a divorcé. Nadia est restée avec sa petite
fille à sa charge, et a recommencé à faire des petits travaux : elle est
embauchée comme servante dans une pension où elle occupait auparavant
les meilleures chambres. Mais malgré les difficultés de la vie, elle a
continué à étudier dur. Et elle a même trouvé le temps de publier un
magazine sur l'art contemporain sur ses modestes deniers.
En 1939,
à la veille du déclenchement de la Seconde Guerre mondiale, Fernand
Léger propose à la talentueuse étudiante le poste de son assistante,
mais la guerre retarde ce projet. Léger, membre du Parti communiste
français et figurant sur les « listes noires » nazies, émigre aux
États-Unis et revient en 1945, tandis que Nadia reste à Paris. Sous
l'influence de Léger, elle rejoint également le Parti communiste, et
avec le déclenchement de la guerre, elle entre dans la clandestinité et
travaille pour la Résistance.
Elle a raconté qu'elle avait même un petit pistolet. Toutefois, elle
était principalement engagée dans la création et la publication de
tracts de propagande.
Fernand Léger. Portrait de Nadia Léger, 1948, Musée Pouchkine.
Après
le retour de Léger, Nadia a retrouvé son poste d’assistante. Elle a
également continué à créer par elle-même. Son genre de prédilection
était le portrait, esthétiquement proche de l'expressionnisme
d'après-guerre dans l'esprit de David Siqueiros. En 1951, l'épouse de
Léger, avec qui il a vécu pendant plus de trente ans, décède. Et un an
plus tard, l'artiste demande la main de son assistante de longue date,
sur laquelle il comptait pour tout. Il avait déjà 70 ans, Nadia en avait
moins de 50. Les dernières années de la vie de Léger se sont passées
aux côtés de Nadia, qui s’appelait désormais Khodassevitch-Léger.
Le
grand artiste est décédé en 1955, le mariage n'a duré que trois ans,
mais Fernand a déclaré qu'il n'avait jamais été aussi heureux. Léger a
laissé à sa femme un héritage considérable. Nadia a oublié le mot
« pauvreté » pour toujours. Outre d’importantes sommes et plusieurs
maisons, son legs principal est le patrimoine artistique colossal de
Fernand Léger, que Nadia décide de mettre dans un musée - dans le sud de
la France dans la ville de Biot, où, peu avant la mort de Fernand, le
couple avait acheté une maison de campagne.
Fernand Léger. Portrait de Nadia Léger, 1949, Musée Pouchkine.
Nadia consacre le reste de sa vie à populariser l'œuvre de Léger, y
compris en URSS, où l'artiste aux idées de gauche a été bien accueilli.
Immédiatement après la guerre, Nadia rejoint l'organisation Union des
patriotes soviétiques, qui réunit les émigrés russes en France. En
1945, sous les auspices de l'Union, elle lance une importante exposition
caritative et une vente aux enchères d'artistes contemporains (Léger,
Braque et Picasso)
afin de récolter des fonds pour les anciens prisonniers de guerre
soviétiques. Après la mort de son mari, grâce à ses connaissances au
sein du Parti communiste français, elle noue des liens avec leurs
« collègues » russes, notamment avec la ministre soviétique de la
Culture Ekaterina Fourtseva. Grâce à cela, en 1959, elle se rend pour la
première fois en Union soviétique et commence à soutenir activement les
échanges culturels entre l'URSS et la France. Les années de dégel lui
sont bénéfiques : l'initiative de la communiste française est vue d'un
bon œil.
De gauche à droite : Nadia Léger, Ekaterina Fourtseva et Maïa Plissetskaïa, 1968Alexandre Konkov / TASS
En 1963, elle organise la première exposition monographique de Léger
en Russie, présente à plusieurs reprises son travail dans des
expositions de collections et fait également don d’œuvres de son mari à
des musées soviétiques. Elle promeut les écrivains et réalisateurs
russes en Occident (notamment Konstantin Simonov, dont elle était une
amie proche). En 1972, Khodassevitch-Léger a reçu l'Ordre de la bannière
rouge du travail « pour sa grande contribution au développement de la
coopération franco-soviétique ».
Nadia Léger. Broche "Lune". 1970, Musées du Kremlin de Moscou.
Il existe aujourd'hui de nombreuses œuvres de Nadia Léger elle-même
au Musée national d'art de Biélorussie, où elle les a offertes en 1967
en hommage à ses racines. De plus, les musées du Kremlin contiennent une
collection de ses bijoux en or, platine et diamants - elle les a
offerts au gouvernement soviétique en 1976. Et quiconque peut voir les
mosaïques de Nadia à Doubna, près de Moscou : elles décorent les allées
de deux maisons de la culture locales. L'artiste a en outre réalisé une
série de portraits en mosaïque de personnalités russes de la culture et
de la science en cadeau à la Cité scientifique soviétique.
La historia de Kathaarsys puede rastrearse desde
finales de los años 90, J.L Montáns comenzó por entonces a buscar
músicos para formar una banda de rock/metal y la primera agrupación
seria y con cierta trascendencia local será Elsenor que autoeditará una
demo hoy imposible de conseguir. A partir del año 2000 JL Montáns se
decidirá a emprender un proyecto más serio, con influencia ya del
aspecto más progresivo y extremo del metal, para el que serán necesarios
4 años de trabajo hasta que a finales de 2004 se graba Portrait of Wind
and Sorrow, la banda había permanecido en el más absoluto anonimato
concediendo solo algunos conciertos locales muy puntuales en los que ya
empieza a usarse el nombre actual de la banda.
Portrait of Wind
and Sorrow será grabado, autoeditado y promocionado por JL Montáns
(quien además grabará la mayor parte de guitarras, todas las voces y el
bajo, además de ser el único compositor de música y letras) durante el
año 2005, ante la falta de interés de los miembros iniciales del
proyecto. En este momento ingresa en la banda M. Barcia como bajista y
pocos meses después A. Hernandez comenzará a ensayar con Kathaarsys
hasta su ingreso definitivo en la banda ya en el año 2006. La formación
actual ya estaba consolidada y Kathaarsys entra en estudio a finales de
2006 para grabar el doble álbum Verses in Vain después de firmar
contrato con el sello Silent Tree Productions. Verses in Vain marca un
antes y un después en la historia del grupo puesto que la banda pasa de
hacer conciertos a nivel local a girar por Europa en varias ocasiones
presentando el nuevo álbum incluso en América. Entre 2006 y 2008
Kathaarsys realizará más de 150 conciertos y la popularidad de la banda
empezará a crecer a nivel internacional.
La música de Kathaarsys
en estos años es extraordinariamente compleja, temas muy largos,
planteamientos conceptuales muy elaborados con una lírica orientada a
temas existenciales e intimistas pero siempre con una relación de cierto
tinte pagano o naturalista vinculada a su tierra natal, Galicia.
A
finales de 2008 tras la finalización del primer tour mundial del grupo
comienza la grabación de un nuevo álbum, “Anonymous Ballad”, un disco
más maduro y personal con temas más directos pero igualmente complejos y
una historia conceptual aun más elaborada que tendrá continuación en
los próximos trabajos. Dicho álbum sale en 2009, concretamente en marzo,
y es grabado en Argentina, en La Nave de Oseberg.
En 2009,
después del éxito de “Anonymous Ballad”, el grupo vuelve a reunirse para
componer nuevo material. Después de un tiempo no muy largo, sale a la
luz "Intuition", un año y unos días después de su anterior disco.
Con
"Intuition" el grupo se adentra en el mundo del jazz casi totalmente
sin perder su estilo y originalidad. Una mezcla de rock progresivo,
black metal y jazz al estilo de la vieja escuela hace de este disco una
obra de arte del metal progresivo de los últimos años.
La gira
"Intuition" les hace girar por toda Europa. Más de 100 conciertos por
toda España, Bélgica, Romanía, Croacia, Francia, Portugal, Reino Unido,
Finlandia, etc y una grabación de DVD en Santiago de Compostela (con
lanzamiento previsto para 2011).
Tras "Intuition" empiezan a
trabajar en su próximo disco "Rara Vez" que sale a la luz en 2012 y que
supone un giro total en la música de la banda. Ya asentados como dúo
(Marta y J.L.) crean un nuevo concepto y filosofía musical que se
posiciona al margen de todo lo anterior creado por ellos. En "Rara Vez"
nos encontramos a unos Kathaarsys predominantemente instrumentales (una
única canción contiene letra) en los que estilos como la música clásica y
el rock progresivo con gran influencia del flamenco de bandas como
Triana toman el control sobre una base de piano muy marcada. Tras su
experimentación en 2010 con el jazz fusion y el metal progresivo vuelven
a innovar saliendo muy bien parados.
En
diciembre 2014 con "Describing The Paradox Vol. I" Marta y Jose
vuelven a adentrarse una vez más en la experimentación, demostrando que
son capaces de crear lo que quieran, cuando quieran y como quieran sin
perder su creatividad. Alejados y a la vez cercanos a sus orígenes crean
este álbum de cuatro cortes con aparentes expectativas de condensar
todo lo que han sido y son en poco más de treinta minutos. Vuelven de
nuevo a acercarse sigilosamente al metal extremo, pero esta vez
incorporando matices de todo tipo e incluso partes acústicas.
"Describing The Paradox Vol. I" es un todo que completa parte del
camino recorrido desde sus orígenes más remotos hasta la maduración
musical de sus dos miembros.